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ABC MADRID 22-04-1911 página 3
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A B C SÁBADO 22 DE BRIL DE 1911. EDICIÓN i. PAG 3 í. t I í EL CONGRESO DE DERECHO INTERNACIONAL UNO DE LOS SALONES DEL AYUNTAMIENTO MADRILEÑO DURANTE LA RECEPCIÓN VERIFICADA For. hivere EN HONOR DE LOS CONGRESISTAS lumbradora; y el Bosque de Bolonia, sobre- ¿Qué ha pasado? todo en la parte que. toca con el Jardín- -Nada. ¿Alguna cuestión? ¿Alguna disputa? de Aclimatación, parecía un cuadro de 1 Siberia. -No tal. -Llegamos ios primeros- -dijo Arman- -Pues ¿de qué hablaban cuando la seNOVELA, POR JAVIER DE MONTEP 1 N do asomándose á la ventanilla y examinando ñora se ha desvanecido? (Continuación) la nieve, donde no se veían vestigios d -Del baile de la Opera. La condesa 110 pudo escuchar más; sinFanny no preguntó más, y se. retiro pro- otras ruedas. tió oprimírsele el corazón, faltóle aire que Acababa anenas de llegar, ¡cuando el ruifundamente preocupada. respirar y se desvaneció. dejó un- ¿Sabría ya el marido la anécdota del do de cascabeles secaballosoir, yposta gran ¡Dios mío! ¡Qué sucede! -exclamó el breack, de nebaile? Si la sabe, he perdido mi tiempo... gros, de tirado oorigualdad, adelantó á- los conde, verdaderamente alarmado. ¡Si desSi no hay secreto, no hay dinero. ¿Quién carruajes perfecta de anoche se encuentra mala! Ha querido y sé internó en el camino dond luchar por no alarmarme, y el mal ha po- puede haber enterado tan pronto al conde? debía tener lugar el duelo. Siempre nos quedaría el asunto de la llave; dido más que ella. Ül marqués, envuelto en pieles como utx Herminia lloraba; sólo Armando conser- y ya hemos convenido Augusto y yo en ruso, guiaba los cuatro caballos; dos homvaba un poco de sangre fría y aplicaba vi- que hemos de obrar de acuerdo en ambos bres elegantes iban junto á él, y dos crianegocios. nagre á las sienes y la nariz de Berta. Y la digna camarera volvió al lado de dos, no menos forrados de pieles que sn Al cabo de algunos segundos, ésta abrió señor, ocupaban la banqueta oe atrás. ios ojos, y al versé rodeada de cuidados y su señora. -Para ser un Armando aguardaba en el salón noti. -vuestro adversario duelista experimentado, de inquietud, murmuró, procurando sonme asombra. Un prin cias de Berta. Enrique nó tardó en ir á ripiante no haría otro tanto. reir: tranquilizarle y decirle, que, avisado el mé- -No ha sido nada; una nube que. ha- ¿Qué hace? -preguntó Armando dico, no había encontrado síntoma grave. pasado; pero: ya no es nada. -Que guía él mismo. El joven, pues, ya tranquilo, se dirigió Se engañaba, porque á su desmayo suce- ¿Y bien? dió un abatimiento tan completo, que tuvo á casa del vizconde, donde ya aguardaban- -Que sus cuatro caballos, dé mucha dos testigos y el médico, y los que retirarse á su lecho, apoyada en el bra- losdirigieron al Bosque de Bolonia. cuatro sangre y animados por el frío, están vigose zo de su marido y en el de Herminia. y necesita emplear todas sus fuerzas Sabemos que. había nevado la víspera rosos, sujetarlos. Guando llegue al sitio tenFanny, al verá su señora, en aquel estado, para fue pródiga de lágrimas y de gemidos; por la noche; á la madrugada, el frío había drá las manos cansadas; los nervios so pero en cuanto su señora quedó recogida, sido intenso, y á mediodía el termómetro brexcitados, lo cual altera la precisión del corrió á la cocina, buscó al cria do qüe ser- marcaba aún cinco grados bajo cero. Eso prueba de La nieve, convertida en fango por los tirador. superioridad, que confíacree tal modo vía á la mesa y le dijo: en su que no transeúntes y surcada por las ruedas de- imprudencia capaz de perjudicarle. ninguna- ¿Estabais allí cuando la señora se ha los carruajes en la capital, ofrecía en los paesto mala? Se continuaré. Campos Elíseos trozos dé una blancura desFOLLETÍN DE A B C MATER DOLOROSA -Sí.

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