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ABC MADRID 24-02-1910 página 4
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A B C JUEVES 24 DE FEBRERO DB 1910. EDICIÓN x PAG. 4, LA FIESTA DEL ÁRBOL EN CASTELLÓN Esto es lo que me dicen; pero me cuesta trabajo creerlo, y comunico esta impresión, ¡no como noticia, smo como rumor, quizá infundado. Fot. Pastor. EL GOBERNADOR MILITAR, SR. CARRASCO VERIFICANDO LA PLANTACIÓN DEL PRIMER ÁRBOL Estamos en las tinieblas; únicamente so- musical, hace diez años que murió el rey Agamemnon, asesinado por su esposa Klybre las puertas de escape una luz débil ilu mina el rojo cartel que dice Exit. Al primer temnestra, en la plaza interior del palacio compás de fa partitura sube el telón, descu- griego donde la acción se desarrolla. Elecbriendo un cuadro obscuro y triste, en el tra y Chrysothemis, aunque princesas, esFRANCO FRANLH! cual sucédense escenas terroríficas mientras tán sometidas á los más serviles oficios. La Roma. Febrero 910. la orquesta libra una encarnizada batalla primera está demente y sus accesos son tema de la charla que mantiene media dode sonidos. DE NUESTRO CORRESPONSAL Este cuadro lúgubre dura dos horas, sin cena de doncellas de la servidumbre de la un descanso, sin un segundo para resollar. reina al descubrirse el cuadro escénico. Al cabo de este tiempo cesa el tiroteo, baja Pronto aparece Electra, de aspecto salvael telón y cae exánime la señora Mazarin, je, invocando al espíritu de su adorado paoyéndose el primer aulauso del congestio- dre, y repasa su triste historia prediciendo la hora en que se verá cumplida la venganpLbKiRA Un trabajo ímprobo, brutal, nado auditorio. por parte de los cantantes y- La notable actriz representaba el papel za con la muerte de Klytemnestra y de la orquesta; cuatro, tientas maldiciones del principal; yo, por su bien, no permitiría, si Aegisthus. La desventurada princesa bailamaestro concertador y director Enríquez de de mí dependiese, que lo representara mu- rá entonces la danza de las danzas reales la Fuente, que se vio obligado á aplazar chas veces, pues estoy seguro de su próxi- sobre la tumba de su madre cruel. repetidas veces la soñada ptemiere; mil y mo fin, convertida en otra Electra, pero de Sale Chrysosthemis del palacio y anunun juramentos del arrepentido empresario; verdad, con todo su histerismo mortal. ia nuevas funestas de parte de la reina la desesperación, en fin, de todo el personal Conquistó al respetable público desde su para ambas hermanas, recibiéndolas Elecde la casa; una lista de precios extraordi- salida á escena. Su labor fue de gran méri- tra desdeñosamente mientras trata de innarios que ardía en un candil y el más vivo to artístico, arrebatadora en ciertos momen- fundir á Chrysothemis sus instintos vengainterés en este público, después de la pri- tos y horriblemente difícil en otros, arran- tivos. La timidez femenil de ésta excita a la mera producción de Salomé, fueron los pre- cando del alma de los espectadores frases pobre Electra, desarrollándose una escena cedentes del estreno en América de la últi- tan expresivas como éstas, que se repetían interesantísima que pone de relieve los dos ma locura de Ricardo Strauss. en secreto desde el patio á la cazuela: ¡Po- caracteres de estas criaturas, igualadas sólo Se verificó en el Manhattan Opera Hou- bre Mine. Mazarin! Elektra araba con ella. por el infortunio y el odio de su insensata madre. se, con un lleno espantoso. A las ocho y vaya si acaba con ella... treinta empuñó su brava batuta el señor de Una señora que estaba á mi lado dijo Se oye ruido en el interior. Es la procela Fuente, tomando entonces la sala el as- despavorida: Por todo el oro del mundo no sión de víctimas que van al sacrificio por orpectoseverísimo de un gran sepulcro, cuya cantaría un papel como éste... (Ya salió el den de la reina, que llega precedida de su población inanimada está prontaá oii la voz oro. No podía ser menos tratándose de una servidumbre con antorchas. Queda un rato fantásmica que vieue á pregonar la tétrica yanki) soléi con Electra para conquistar su volunconvocatoria del juicio final. Cuando comienza la ópera, ó el drama tad; pero no lo consigue á pesar de sus cí. NUEVA YORK mrnmiia imkmiiru 11 iim u ¡ninnniiiui! nuinnBii 1

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