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ABC MADRID 06-12-1909 página 4
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ABC MADRID 06-12-1909 página 4

  • EdiciónABC, MADRID
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A B C LUNES 6 DE DICIEMBRE DE 1909. EDICIÓN i. PAQ 4. Rttlz, abogado; Francisco Tinoco de Castilla, propietario; Zomano, propietario; Juan Guerrero, abogado; Félix Forredo, Germán, Meleno, Florencio Valladolid, empresario y propietario de la plaza de toros; Francisco Santos, Franeisco Jaraquemada, José Nogales, Pascual del Solar, Rogelio Arólo, Ma nuel Sampelayo, Ciríaco Jiménez, veterinario; Manuel Rebollo Neila, estudiante; Manuel Martínez Moyano, Manuel Carretero, médico; Antonio Fernández, Vicente Zorallo, Miguel Murgas, Vicente Murga, José Berjano, Enrique Martínez, propietario; Modesto Muñoz, Diego Romallo Núñez, José Nieto, Manuel Santos, estudiante: Ruperto Valle. Santander. -Felicitamos á usted por su digna y enérgica protesta contra los insultos que á España han dirigido quienes, llamándose progresistas y liberales, son los enemigos eternos de la libertad y del progreso. -Dionisio Agenjo, Enrique G. Colomer, José Luis Sojo y Lomba, Antonio Blanchard, José Ameliach Bolívar, Alejandro Piris, Eloy Bohigos, Francisco Arquijo Calvo, B. Agenjo, Manuel Agudo. IVA adrid. -Como buen español, me adhie ro á su enérgica protesta contra la Prensa extranjera que tan ignominiosamente ultrajó á nuestra querida patria. -Daniel de la Huerta. por parta de cuantos formamos esta noble y generosa nación, digna por todos conceptos de meíor suerte. -Vicente Azores Neira. uerto Real. -Sería muy ingrato si no le felicitase, como todos los buenos españoles, por su patriótico telegrama dirigido á la Prensa extranjera. -Alfredo Morales Elias. llevado á caoo por usBarcelona. -fil actoeterno agradecimiento ted merece un ocurrió entonces. No sólo el mundo no se sintió indignado, sino quejen cierta manera, coadyuvó á los designios del Gobierno francés. Julio Favre, ministro de Negocios Extranjeros, dirigió el 26 de Mayo su célebre Nota á las potencias sustentando que los incendiarios de París, los asesinos de los rehenes, los ladrones del Tesoro público, los saqueadores de la propiedad privada, no merecían el ¿refugio otorgado á los delincuentes políticos, y que procedía, en su consecuencia, la extradición. Casi todos los países manifestaron sucesivamente su aquiescencia. Italia. -Suiza, Bélgica, la misma España septembrina, la América libre. Yo no sé que ahora las ansias de represión hayan traspasado las fronteras. Es muy natural y muj humano que los que sufren persecución á consecuencia de los sucesos de Julio procuren evadirse ó atenuar y anular los castigos, y aunque ponderen el rigor de su suerte, las inclemencias de la cárcel, las amarguras de la. expatriación. Pero, señores: todo esto será, es, sin duda, muy doro por sí mismo; pero no por aniieuropeo. ¡Eso no! Lo europeo es la Siberia; lo europeo es la Cayena; lo europeo es Nueva- Caledonia; lo europeo- es la isla del Diablo. Por mucho que se extreme nuestra piedad, ó nuestro énfasis meridional, ó nuestro odio á La Cierva, nunca podremos establecer un parangón tan monstruosamente disparatado é irrisorio. Hagámonos más justicia. Tengamos más memoria y tratémonos con mayor buena fe. Dura es la suerte de nuestros procesados y deportados, pero no por comparación con la dulzura extranjera. Dígase con orgullo que, bajo todos aspectos, la ventaja: es á nuestro Javor y én proporciones inmensas casi siempre. Somos más benignos que nuestros ñscales de tras los montes. Es imposible desconocer que á la revolución y la reacción, á las rebeldías y las represiones, las condiciona una misma atmósfera popular. Corresponden fielmente á la índole de cada raza. La violencia rencorosa de un país ó la fácil generosidad de otro resplandecen en todos los momentos de su vida. Esta buena entraña española, que no excluye el furor súbito, no deja, en cambio, esperar mucho el perdón. Los indultos se suceden aquí cada seis meses; las amnistías, cada dos años. Semejante espíritu no ha prestado ambieute en nuestra tierra á los homicidas metódicos del hebertismo, á los profesionales 3 e la degollina, á los frenéticos de la hemorragia, icomo Raúl Rigault y Teófilo Ferré, como Ranvíer y Delescluze, como Vermers ch y Félix Piat. En los émulos españoles de esos héroes de la Commune ha ¡habido siempre una gran dosis de imitación ó contagio extranjero, que acá bó, afortunadamente, por frustrarse, co no se pudo ver durante- la vaga repercusión comunista representada por nuestro período cantonal. Pero si todo ello es cierto, no 10 es menos que nuestra represión carece de páginas tan horripilantes, como es. as de 1871, no se ha enriquecido con el nombre de un general Galhfet ni ha registrado carnicerías tan estupendas como las que ensangrentaron las tapias del Pére- Lachaise, la explanada de Satory y los cuarteles de Lobau. Nuestra espantosa Cayena, nuestra terrible Nueva- Celedonia, se han reducido á cuarenta 6 cincuenta días en Alcañiz, Teruel ó Castellón. Sin la intrusión extranjera y la embriaguez de los hispanófobos, la sedación hubiese venido mucho antes, porque los principales enemigos de los que sucumbieron al rigor de las leyes fueron sus insensatos protectores y afines. En los fallos de pena capital, muy contados por fortuna, que se han cumplido aquí, no intervinieron errores tan burdos ni confusiones tan irreparables como la que costó veinte horas de indecible suplicio, al pobre negociante Vaillant, tomado por eltttieat. bro de la Commune del mismo apellido 3 como la que hizo fusilar al tendero Constant, confundido con Billivray, que debía ser detenido pocos días después de aquella ejecución; como la que costó la vida á un infeliz anónimo, pagando, por Julio Valles, culpas que no había cometido; como tantas y tantas substituciones de personas de que, por favor del cielo, no debemos afrentarnos nosotros. Como no es posible afrentarnos, dígase cuanto se guste, del espíritu persecutorio sin piedad de que dio muestras la multitud tornadiza en los comienzos de la insurrección contra los yersalleses y capituíards, y, después de dominada, contra los federados y los ídolos de la víspera. Este mismo ambiente á que me referia azuza á las turbas de Montmartre, el 18 de Marzo, contra los generales Lecotnte y Clément Thomas, que van á sucumbir entre infurias y salvajes explosiones de alegría, como las azuza el 28 de Mayo contra Varlín, una de las fieras de la calle de Haxo, ahora acorralada é inerme, que sucumbe también entre los aullidos de la patulea. Por haber el pueblo español acatado ó tolerado en silencio una sentencia, París hidrófobo se desencadenó contra España. Y, sin embargo, en España no se ha dado nunca el espectáculo que se dio en París contra Sérizier, el compañero de Bobéche, el verdugo de los rehenes de la Santé. Condenado á muerte el if de Febrero de 1872, circuló el rumor de quesería indultado en virtud de no sé qué servicios prestados al general Chanzy. La vecindad de la plaza de Italia y sus afluentes, odio meses después de los sucesos, P fuiérida. -Como español no pttedo menos de felicitarle por la campaña que viene sosteniendo en defensa de nuestro honor, ultrajado por la Prensa extranjera. -Felipe Moreno Sánchez. Madrid. -Es tanto el entusiasmo que sentimos por su heroica campaña ante el extranjero, que no podemos menos de unir nuestra felicitación á las muchas que está usted recibiendo. T T será, buen español So quien no diga ¡Viva España! ¡Viva el Ejercita! -Victoriano Roías, Angeles Espinosa de Rojas. ESPAÑA ANTE EL MUNDO estuvo á punto de estallar de ira t Un escritor francés muy pattiotaítíene que decir á este propósito: Ei hecho que entonces se produjo carece de precedentes. Los habitantes del barrio firmaron una instancia colectiva en- número crecidísimo, pidiendo expresamente, nominatim, que no fuera conmutada la pena impuesta al antiguo jefe de la 13 le. gipn y que, como un ejemplo y una expiación justa, fuese ejecutado delante de la misma prisión disciplinaria, en la misma plaza que había sido el teatro de sus crímenes! El Gobierno se desentendió, naturalmente, de la segunda parte de la exposición, aunque Sérizier fue fusilado. De estas contradicciones y flaquezas de memoria está llena la Europa consciente MIOHIEL S. OLJVER MADRID AL DÍA KTo hubo más que uno ó dos mítines con 1 discursos y media docena de reuniones electorales, y eso quéfera domingo. De seguir así? los oradores á plazo fijo van á desacreditar el descanso dominical. Se acreditó en cambio la gente dominguera, que forma la inmensa mayoría del vecindario de Madrid, invadiendo los paseos y los alrededores de la corte y llenando de bote en bote los teatros, ad majorem empresas gloriam. El tiempo dio la razón á unos y otros: á los frioleros, para meterse bajo techado; á IQS que sienten poco el frío, para echarse por esas calles de Dios. Unos y otros se divirtieron, que es lo que se trataba de demostrar. Los electores de Chamberí y de la Audiencia votaron un diputado provincial. Fue un entrenamiento para el domingo próximo, que tendremos carreras de concejales. En la Academia de Medicina, recepción del, doctor Grinda. La solemnidad, como siempre, por no variar. canzó directamente á más de 80.000 personas entre muertos y heridos en los combates, fusilados sobre la marcha, fusilados en virtud de juicio contradictorio, condenados á otras penas, graves ó leves, y deportados, á las posesiones del Océano. En este cómputo no entra la legión innumerable de los fugitivos que consiguieron salvar la frontera en tiempo oportuno. Resulta igualmente que la represión activa duró nueve años, con todo el esprít de mile orooio de la política francesa. Europa no se soliviantó. El mundo no se sintió indignado, como ahora. Diez mil ó veinte mil ejecuciones son más difíciles de examinar y discutir que tres ó cuatro. Diez mil ó veinte mil ejecuciones constituyen un traumatismo al por mayor, al cual no es posible aplicar el microscopio. Su misma enormidad física las sustrae á la revisión. Así represión del moviR esulta, pues, que la Marzo en Francia almiento del 18. de HISTORIA Y LEYENDA vi imaiHHr R i m a n 1 i ¡3i aim Ei ¡ra nai 1 HUEMUIU juri nrtí m im mirninriii- rmw

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