ABC MADRID 21-09-1909 página 6
- EdiciónABC, MADRID
- Página6
- Fecha de publicación21/09/1909
- ID0004362801
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A B C MARTES 21 DE SEPTIEMBRE DE 1909. EDiCION i. PAG. 6. Aguardo noticias. Sánchez Ocaña va con las fuerzas del general Tovar. Tur, cpn las de San Martín. 4 mbos tae las enviarán tan pronto comopu- dan. SIGUE EL BOMBARDEO MELILLA, 2O, 6 T. (URGENTE. 1 os cañones de los fuertes continúan ba tiendo vigorosamente las cañadas del Gurugú y los barrancos de Beni- Sicar. Poco después de tni anterior despacho se presentaron en el fuerte de Camellos unos cien moros de Frajana pidiendo que se les concediera refugio. El general gobernador dio orden de que se les concediese, y con tal fin, un tenieute üe la Guardia civil les recogió las armas y municiones. I,o s refugiados llegaron con mujeres é hijos, y todos ellos fueron albergados con otros moros de Mezquita, que también han pedido la protección de España. La escuadra ha recorrido todas las inmediaciones del Cabo de Tres Forcas, coadyuvando con su cañoneo á las operaciones y recibiendo los radiotelegramas del general Marina. En el primer momento del avance, unas parejas exploradoras de Caballería prendieron á un moro armado, cerca de Rostrogordo, en el barranco de Adelfas. Ocaña sigue con la columna expedicionaria. Indudablemente tropieza con grandes dificultades para el envío de noticias, porque hasta ahora sólo tengo de él detalles sueltos y hechos aislados, que transmito en la misma forma que los recibo, sin tiempo siquiera para coordinarlos. En la operación realizada en Beni- Sicar por las columnas combinadas de Tovar y Del Real, las tropas tomaron las posiciones deseadas. El escuadrón de Cazadores de Alfonso XII dio una carga monstruosa. Regresó con bajas, pero los soldados traían todos los caballos y los sables chorreando sangre mora. El teniente coronel de Cazadores de Tarifa, Sr. Tavier de Andrade, está herido levemente en la cara. Las avanzadas de la columna acampan á nueve kilómetros de Melilla. La retaguardia, formada por las compañías de África, Melilla y Disciplinario, á las órdenes del general Del Real, están á cinco kilómetros pasados loslími eá. Los soldados se han batido vigorosamente, llevando el peso del combate Tarifa y Chiclana. Nuestras bajas son un soldado muerto y 30 heridos. Estos llegarán de madrugada. Han sido curados por las ambulancias de las mismas posiciones. Las bajas del enemigo deben ser enormes. De la Restinga han llegado veinte enfermos. Los moros han sufrido muchas bajas. Al obscurecer, las baterías dei Hipódromo y Camellos cañonearon el Gurugú. En todas las cimas arden grandes hogueras. GAR- CAR: dados, y á las ocho de la mañana se puso de nuevo en marcha la columna. En la punta extrema de la vanguardia iban dos jinetes de la Policía indígena, acompañados por un cabo de Infantería, que es á la vez intérprete. La columna iba formada del siguiente modo: dos secciones del escuadrón de María Cristina, en exploración á la descubierta; al frente, cubriendo el flanco izquierdo, la vanguardia, compuesta de ana compañía del segundo batallón de Saboya, una de Ingenieros zapadores, la tercera batería Schneider, dos compañías más de Ingenieros y otra de Saboya flanqueando. Después, á distancia de unos seiscientos metros venía el grueso de la columna, llevando al frente los cuarteles generalas de la división y la brigada; el grueso. se componía de otro grupo de Ingenieros, el primer batallón de Saboya, la primera batería Schneider, cinco compañías de Wad Ras, los grupos de ametralladoras, una compañía de Saboya y otra de Wad Ras. La retaguardia iba distanciada unos cien metros; formábanla las ambulancias; en segundo escalón, la Arü iería, la compañía de Administración y dos comoañías de Wad Ras. Una sección de Caballería flanqueaba la retaguardia, y otra el grueso. La marcha fue hermosísima é interesante. Sin incidente alguno, después de recorrer cuatro kilómetros por la ribera de MarChica, avisó el heliógrafo de la Restinga que, quería comunicar coa la columna; Esta hizo alto; recibió órdenes y siguió el avance. ENEMIGO A J J VISTA Oocos kilómetros después, al llegar á los ffimeros montes que marcan e ¡límite con Ulad- Settut, las guerrillas que iban ea la vanguardia franqueando anunciaron la presencia del enemi go. Era un grupo de un ceatenar de moros la mayoría á caballo, parapetados en! as estribaciones del terreno. Un poco más lejos, entre dichos montes y la alcazaba de Zsluán, se divisaba otro grupo algo más numeroso. La columna se puso en ordea de combate y abrió el fuego por escalones y desear gas cerradas. Contestaron los moros; emplazáronse las dos baterías Schneider, y una lluvia de granadas cayó sobre ellos. El efecto faé tremendo. Vi perfectamente, lo vimos todos, cómo cayeron caballos y jinetes confundidos. El enemigo cesó en el acto de disparsr; recogió sus bajas y se retiró á todo correr hacía el interior de la cabila de Ulad- Settut. Fue una cosa instantánea, de momento. Los soldados celebraron con estruendosos vivas el efecto de los cañones. Poco después la columna prosiguió su marcha, ya sin inconveniente, hasta ios pozos de Aograz, punto señalado para ia primera etapa. Se sirvió el rancho y comenzaron los preparativos para vivaquear. La brigada pernoctará en la posición. Durante la marcha de las fuarzas, el globo militar se mantuvo en el aire, siguiendo el piloto desde la barquilla todos los incidentes y comunicándolos por teléfono á la Restinga, desde donde á la vez se comunicaba hehográficamente con la columna y con la escuadrilla de Mar Chica. Esta, que había seguido atentamente el avance de los soldados, al detenerse la brigada en los pozos, se aproximó á la costa y le llevó un importante convoy que había embarcado en la Restinga. El avance definitivo no puede comenzar con mejores auspicios. A mediodía nos separamos Alba y yo de la columna para enviar desde el zoco de Bl- Arba yo este telegrama, y él 11 a paquete da placas interesantísimas que ha obtenido. En las dos horas que tardamos en regre sar á este campamento hallamos á nuestro paso muchos moros que nos miraban con curiosidad demasiado viva, aunque sin hacer el menor gesto ostensible de provocación ó desagrado. A las dos llegábamos al zoco. En cuanto nos vieron salieron corriendo á recibirnos más de un centenar de soldados del Rey y, de León para preguntarnos ansiosamente por los detalles de la marcha de sus com pañeros Al referirles los detalles de ¡a escaramuza que dejo transcripta, y, sobre todo, al saber que los disparos de los Schneider habían costado la vida á muchos enemigos, rompieron, en entusiastas vivas a Kspaña y al Ejército, que eran contestados por los demás soldados de! campamento, aunque éstos no sabían aúa de lo que se trataba. Luego salieron á saludarnos los jefes y oficiales. Algunos de estos últimos, perte- neeientes á la segunda compañv del según- do batallón del Rey, nos obsequiaron con almuerzo espléndido eo su tienda para compensarnos delicadamente de la dureza de ia j ornada, NA. DOR CAÑONEADO A las tres de la tarde llegaron al muelle de Mar Chica, establecido en la Restinga, las lanchas cañoneras que habían apoyado á la columna San Martín. A la misma hora, en las montanas más altas de Lehdara, Ulad tíettut y Nador, se ven grandes columnas de humo que se desvanecen en el aire, denunciadoras de otras tantas hogueras. La harca nace esfuerzos desesperados para atraerse contingentes. Las baterías de Yebe- 1- Sidi- Aniát y del Atalayón esiáa bombardeando furiosamente, desde que comenzó el avance de las tropas de Ofozco, 1- os caseríos de Nador. Desde Ba- Arg se oye perfectamente el cañoneo y se ve la trayectoria de las granadas en el espacio. El campamento de Ras Quiviana que ocupó la brigada- San Martín ha desapare- cido. Se ha hecho cargo de él esta misma juañaua el Cuerpo de Administración Mi litar. Volvemos á incorporarnos á la columna, en donde nos honran con exquisita acogida los generales Orozco y San Martín, su Estado Mayor y sus ayudantes. Durante ¡a marcha de la columna enfermaron de insolación dos soidados de la compañía de Administración Militar. Las tropas vivaquean á 10 kilómetros de distancia de Z eíaán, entre la Alcazaba y la parte superior de Alar Chica. TUR, OTRAS NOTICIAS MELILXA, 2 0 J SABOYA Y WAD- RAS EN Btí- ARG ZOCO DE EL- ARBA, 30, 6 T. MEL 1 LLA 9 N, (URGENTE. p o r orden del Estado Mayor el personal, de la Armada se ha hecho cargo de dos lanchitas de vapor de la Compañía Transatlántica, que ésta mandó á Mar Chica para coadyuvar al aprovisionamiento de l a s tropas. También se ha hecho cargo el personai de la Armada de las barcazas y aljibes que posee la Compañía Transatlántica, y que tan útiles seryicios vienen prestando, ipl primer teniente del regimiento de AM ca D. José de Cuesta L- tma, destacado en la posición avanzada de SidiHaaiedel Hach, envió hoy, co o todas ias mañanasj á las siete, una paloma mensajera, que va á casa de sus hermanas llevando un parte de la salud de los que forman el destacamento. La familia del citado oficial, que hace tres años reside en esta plaza, transmite después las doce de la mañana ha llegado á los pozos de Aograz, en la llanura de BuArg, cerca de las proximidades de Mar Chica, la brigada del general San Martín. Salió de Ras Quiviana á las seis de la ín anana. A las seis y media estaba en el zoco de El- Arba. Allí se incorporó el general Orozco con su Estado Mayor; se sirvió el café a los sol- A IDIlIIiiaiitilTT 1 T 1 ¡muraitlMiBimnismirm