Archivo ABC
ArchivoHemeroteca
ABC MADRID 10-02-1908 página 1
ABC MADRID 10-02-1908 página 1
Ir a detalle de periódico

ABC MADRID 10-02-1908 página 1

  • EdiciónABC, MADRID
  • Página1
Más información

Descripción

MADRID, LUNES lo DE FEBRERO DE 1908 NUMERO S U E L T O 5 CÉNTIMOS S) S) S CRÓNICA UNIVERSAL ILUSTRADA. AÑO IV. NlÍM. 980. 2. É P O C A LA TRAGEDIA DE LISBOA DE NUESTROS ENVIADOS ESPECIALES Y CORRESPONSALES LISBOA, 6 SERVICIO DE A B C N O T I C I A S E INFORMACIONES DE T O D O EL M U N D O Poco después de terminar la misa, el Rey marchó a l a dehesa de Tablada, donde estuvo un rato galopando á caballo y jugando aXpolq. lya Reina dio su acostumbrado paseo matinal con la duquesa de San Darlos. l puerto de Cádiz. Procedente de Cádiz ha llegado una Comisión de diputados y senadores por aquella ciudad, acompañados del presidente de la Tunta de obras del puerto. El objeto del viaje de dichos representantes es invitar á los Reyes á q u e asistan á la inauguración de las obras del citado puerto. E 1.97i PALABRAS POR CABLF. TELÉGRAFO Y TELEFONO SoroUa. El insigne pintor Soroiia, que desde EATENTADO CONTRA EL ZAR? POK TELÉGRAFO hace días se encuentra aquí haciendo un retrato de la Reina, y que había caído ligeramente enfermo, se halla muy mejorado. Suecia. La Embajada de recepción de El acto de la la Embajada de Suecia consistirá únicamente en la entrega de las cartas Reales á S. M. No habrá dis ice El Memorial Diplomático que I3 Í tes rumores sobre un atentadolos recien- cursos. contra el Dicho acto se celebrará á la una de la tarde. emperador de Rusia tenían algún fundamento. Por la noche se celebrará en el alcázar un El predominio de las ideas aristocráticas, la banquete de gala én honor de la Embajada. impotencia ministerial, el anuncio de la disolución de la próxima Duma y el descontento público tienen exasperados á los terroristas, que vuelven á sus procedimientos acostumbraPOR CABLE dos y á procurarse inteligencias con el palacio imperial. DE NUESTRO SERVICIO PARTICULAR DOMINGO, p, ION. Así como Alejandro I I I encontró Dajo la servilleta una carta anunciándole que estaba conlimisión? denado á muerte, hace quince días encontró la D Circulan persistentes rumores de que emperatriz sobre el lecho del Príncipe imije- Mr. Fischer, primer lord del Almirantazgo, ha rial una carta anunciando que éste se haila presentado la dimisión por oponerse al procondenado á muerte y que no escapará á su yecto del primer ministro de reducir los gastos destino. de construcciones navales. El mismo escrito anunciaba igual suerte al na boda. Emperador. H a llegado a esta capital la El mismo día se descubrieron unos míos hermana del célebre general boer. Srta. Botha, eléctricos unidos á 17 bombas que estaban diEl día 22 del corriente contraerá matrimonio simuladas en diferentes lugares de palacio. con Mr. Haroku, secretario del Esghen- Club. Todas debían estallar á la vez. -BiP g- Mil La Policía adoptó grandes precauciones para ocultar estos hallazgos siniestros. UNA M A N I F E S T A C I Ó N Sin embargo, algo se supo, y de aquí naciePOR TELÉORAFO ron los rumores circulados. DE NUESTRO SERVICIO PARTICULAR Lo cierto es que hoy, como en ios tiempos SANTANDER, 9 I O N de Alejandro 11, los terroristas cuentan con afiliados que viven cerca de la familia im- C e ha celebrado una importante manifestaperial. ción, en la que figuraban liberales, repuNicolás ix debe temerlo todo por si y por su blicanos y socialistas, contra la aprobación del hijo y no es de extrañar que tema una catás- proyecto de Administración local. trofe como la que le costé la vida á su abuelo, Partió lá manifestación de la plaza de la l i I -JtlHIIIWm bertad, dirigiéndose al Gobierno civil, entregando 1 gobernador una notable exposición LA VERDAD dirigida al presidente del Consejo de ministros, todos los representantes de los EN EL TEATRO firmada por orden fué completo, disolviéndose partidos. El POR TELÉORAFO l a manifestación frente al Gobierno civil. BE NUESTRO SERVICIO PAITICULAR l AK S, 9 4 T. LONDRES U DE NUESTRO SERVICÍO PARTICULAR PARÍS, 9 I I M. ii f T elegrafían de Angfulema que anoche se re presentaba en el teatro Principal de aquella ciudad Alma de Emperador, drama en el cual un alsaciano debe ser fusilado. Llegado el momento de la ejecución, los comparsas encargados de simular la ejecución no e anduvieron en chiquitas ni apuntaron en alto, como cuando Mario es fusilado en Tosca. Apuntaron á la cabeza del pobre actor, que resultó, no muerto, pero sí gravemente herido con los fogonazos y los tacos de los disparos ü i POR TELÉGRAFO DE NUESTRO SERVICIO PARTICULAR MÁLAOA, 3 9 M. MOTÍN POR CONSUMOS MRCAns A noche debutó en el teatro Cervantes, con El adversario, la compañía de Rosario Pino y Emilio Thúillier. El teatro, que estaba lleno de un público distinguidísimo, aplaudió con entusiasmo á ambos artistas, especialmente á la Pino, á la que obsequió Con flores y palomas. Rosario tuvo que salir varias veces á escena complaciendo á las repetidas llamadas que, ovacionándola, le hacían sus paisanos. DE NUESTRO SERVICIO PARTICULAR LAS A; LMAS, 9 8 M. e han reproducido en Valleseco, con caracteres graves, los disturbios que se promovieron contra el recaudador def impuesto de Consumos, motivados por la fiscalización que por vez primera h a ejercido en el extrarradio Veinticinco guardias civiles, al mando de un capitán y un teniente, salieron á las calles para mantener el orden, realizando varias detenciones; pero al conducir á esta capital á los detenidos tuvieron que ponerles en libertad porque unos 3.000 vecinos amotinados se proponían acompañarlos. Calmados los ánimos, la Guardia civil volvió á prender á 17 individuos, que ya han ingresado en la cárcel. Dícese que las autoridades de Valleseco alentaban á los manifestantes. s VALENCIA POR TELÉFONO DE UESTRO SERVICIO PARTICULAR DOMINGO, 9 4 T M itin. En el teatro Pizarro se ha celebrado un mitin contra el proyecto de ley de Administración local, organizado por los reoublicanos radicales. Hablaron Merino, periodista; Albiach, presidente del Sindicato Gremial, y otros. Rodrigo Soriáno, qué con objeto de asistir al acto había llegado en el correo, hizo un discurso de tonos calurosos contra el susodicho proyecto. Terminado el mitin, que estuvo concurridísimo, la gente acompañó á Soriano hasta su domicilio, obligándole á que hablase nuevamente desde el balcón. e l sorteo. Se ha verificado, sin incidentes, el sorteo de los mozos. S OR TELÉORAFO Agunos grupos de los que han sacado númeDE NUESTRO SERVICIO PARTICULAR ros bajos, recorren las calles en comparsas ÍYULA, 9 S T. postulando. O e Treso del Rey. cfl descanso. En el expreso llegó esta mañana ei Rey, El descanso dominical, que nuevamente acompañado del ministro de Estado, Sr. Allen- rige aquí por haber finado la feria, se ha obdesalazar, del general conde del Serrallo, del servado durante todo el día rigurosamente. im J- -primer introductor de embajadores, conde de Pie de Concha, y del conde de la Unión. En el andén esperaban al Monarca la Reina EN PRO DEL VOTO doña Victoria, los elementos palatinos, las auCORPORATIVO toridades y numeroso público. POR TELÉGRAFO Al llegar á la estación y en el trayecto hasta DE NUESTRO SERVICIO PARTICULAR el alcázar, D. Alfonso fué aclamado. SEVILLA, 9 6 T El ministro de Estado se aloja en el hotel de c n el mitin republicano celebrado en el CenParís, tro de Triana, el propagandista Sr. Guillen ha dicho que los republicanos no deben isa y paseos. En el alcázar se dijo una misa en cuanto protestar contra el voto corporativo que prollegaron los Reyes, y á ella asistió el Sr. Allen- pone la nueva ley de Administración local, desalazar, á quien D, Alfonso ha invitado á al- puesto que casi todos los diputados republicanos deben su representación á ámho VQt LOS REYES EN ANDALUCÍA M A nte la nueva situación. El ambiente es de calma; pero en la pesadumbre de los ánimos parece proyectarse la sombra de la tarde trágica. El recelo nos hace contener la respiración, aunque no hay agitación en las calles, aunque los eslabones de la dictadura ya no encadenan, aunque la mano del Poder se ha abierto por entero con el buen deseo, quizá tan irreflexivo como generoso, de devolver súbitamente la paz á los espíritus. Apenas fijamos ahora nuestra atención más que en la acción del nuevo Gobierno, á quien tal vez no preocupa con preferencia más que cuanto se relaciona con el orden público y con los efectos inmediatos del restablecimiento de la normalidad constitucional. Ya el telégrafo ha comunicado á los lectores de A B C las primeras medidas adoptadas por el Gabinete Ferreira. Cúmpleme estudiar qué cosecha aara la semilla que con- amplio criterio acaba de ser arrojada. Lógico y natural es que, tras la tempestad que descargó el sábado anterior, las iniciativas del Gobierno afirmen la tranquilidad en el país. Pero ¿sabrá el nuevo Ministerio sortear- codas las dificultades que le salen al paso? No es posible pronosticar nada sobre este punto. Es el presidente, Sr. Ferreira do Amaral, persona biea conceptuada y que goza de grandes simpatías en la opinión; un carácter severo; lo que se Uaihá un hombre de rigurosa disciplina. A él se debióf g u a n d o barruntábase la revuelta de los marinos, que abortase aquella conspiración. Y ¿sabéis cómo? Pidiendo, como vicealmirante, á los comprometidos en el movimiento, qxie depusieran las armas, pues él les empeñaba su palabra de honor de que los marinos que por tal manera obedeciesen, no serían castigaíios. Bien que, á la postre, no se tuvo para nada en cuenta la promeseTdel vicealmirante, porque una sentencia condenatoria extrañó del reino á los complicados y los confinó en una de las posesiones portuguesas de África, donde expían su delito. Formaban éstos las tripulaciones de los cruceros Don Carlos y Vasco de Gama. En otra ocasión, tal recuerdo daría pie para combatir al inuevo jefe d e l Gobierno; mas hoy, teniendo en cuenta las circunstancias verdaderamente excepcionales en que h a sido llamadora los Consejos de la Corona, seguramente no hay nadie entre los políticos y los partidos que exhume el incumplimiento de su palabra para impugnarle. El momento actual es splernne, grave, dificilísimo; pero por esto mismo e npleará toda la prudencia, rnás de la que se cree necesaria, para que el Gobierno vaya satisfaciendo durante dos ó tres meses en un ainbiente de cálmalas aspiraciones generalesdenuestropueblo. Son motivos más que imperiosos para ayudar todos al rey D, Manuel en el éxito de la misión que, por los sangrientos sucesos del día i.o, le ha sido confiada, la circunstancia de no contar el Monarca más que dieciocho años de edad y no haber sido educado desde luego para reinar tan de súbito. No es otro el sentir en que inspira sus juicios toda la Prensa. En eso coincide, sintetizado, el pensamiento de todos los periódicos portugueses, aunque se diluya en palabras y aspectos diversos al ser expresado. En efecto, el rey D. Manuel ha menester de buenos consejeros, de buenos portugueses que, agrupados alrededor del Trono, no procuren sino el bien general, la defensa y florecirniento de los supremos intereses de- la patria. Aun así, cuántos y cuan es abrosos habrán de ser los obstáculos. Todavía en el orden político será hacedero resolver el problema mientras los partidos y sus prohombres no olviden en el presente momento histórico que es de singularísima excepción lo que Portugal siente y lo que á la nación conviene. Mas no se ofrecehparecidas facilidades para salvar los escollos del orden económico. H a y que atender á muchos aspectos del problema en esta era que se ¡inicia. Carece el pkís de nuevos moldes y procedimientos de administración, y no se ven j) or parte alguna medidas gubernamentales a eficacísimo alcance moral, ni decretos que fomenten y ampárensela riqueza agrícola, el comerció y la industria lulusitanos, principales fuentes de que mana la prosperidad dé un pueblo. Todo está aquí por hacer, todo está descuidado; l a instrucción como la educación cívica, las jletras como las artes. En tales condiciones es llamada al yunque de los destinos nacionales la juventud y la actividad no aleccionadas ni regidas por la experiencia del segundó h jo de D. Carlos. No es liviana la carga que los hados arrojan sobre los hombros de este joven animoso. El instante es decisivo para la consolidación de la dinastía de los Braganzas, que asentó en Portugal la primera jjiitad del siglo xvii. El camino está peí ndar para D! Manuel II; sus primeros pasos y d e n hacerle avanzar en el acierto, como su talante y mocedad generosa granjeáronle á primera vista las simpatías y afecto de sus subditos. Su mejor talismán está en su clemencia, en su espíritu abierto, en el constitucionalismo de sus resoluciones, en la compenetración de su reinado con las ansias y necesidades del país. La amnistía para todos los acusados ó condenados por delitos políticos dará sin duda frutos de paz, á que no pueden responder sino con su beneplácito 7 elo- gio, á fuer d e buenos patriotas, los propios enemigos del régimen. Cuando en la nación esté asegurada la tranquilidad, convocadas las Cámaras y hecha solemnemente la proclamación y jura del nuevo Soberano ante el Parlamento, habrá llegado la hora de que este Gabinete, nacido solamente al calor de las circunstancias, deje paso á otro Gobierno, que, teniendo un programa deñnido y base de apoyo en el país, no se debilite por preocupadones de interinidad, ni tenga q u e prori ear la responsabilidad entre diversas fracciones políticas. Sin duda entonces habrá sopado la hora para el advenimiento del partido regenerador. Entretanto, respiremos, que Dien lo necesita mos. Los sentirüientos del pueblo portugué: son humanitarios y nobles; nuestro carácter 5 nuestras costumbres ordenados y pacíficos. E t curso las aguas y vueltas á su cauce, plegué al cielo que nunca más se desborden. AFPONSO G A Y O Lisboa, j de Febrero de J 908. M iiterviú con Alpoim. El éxito ha coronado hoy mis esfuerzos. Estoy satisfecho del día. ¿Cómo no ha de estarlo un periodista que logra lo que en su tarea informativa persigue y antes que nadie obtiene declaraciones interesantes del político sobre el cual los sucesos de Enero requirieron la atención y la mirada de todos los portugueses? Esta mañana salí temprano del hotel. Al fin, después de recorrer varias calles, hube de llegar al pasadizo en c tte vive el jefe de los progresistas disidentes, Sr. Alpoim, que, como es sabido, había pasado la frontera y se había refugiado en Salamanca cuando Franco decretó las primeras detenciones de políticos. Su personalidad y significación dan a su actitud en los actuales momentos relieve y trascendencia para la política de este país. ¿Cómo no intentar conocerla? Nadie sabía esta mañana en Lisboa que aquí estuviese de vuelta el Sr. Alpoim. Yo mismo no estaba seguro de ello cuando me encaminaba hacia su casa, Apenas entregué á un criado mi tarjeta, íui invitado á pasar á u n saloncito donde aguardaban la presencia del ilustre político un sobrino suyo y cuatro de sus más íntimos amigos. Por ellos hube de enterarme que había regresado de Salamanca anoche, y que acababa de levantarse. Esperé. Mientras se vestía, conver e con sn amigos. E n la espontaneidad d e nuestra charla pude observar el profundo y vivo afecto que le profesan cuantos de él reciben inspiraciones en política. El ascendiente que sobre ellos ejerce Alpoim no es comparable sino con aquel influjo resuelto y vehemente que sobre los suyos tenía nuestro Romero Robledo, Al fin salió el jefe de los disidentes. Cruzó apretones de manos con las enhorabuenas de sus adictos, y al saludarme amablemente, me indicó que entrara en un despacho inmediato, donde al punto se ponía á mi disposición. Solos en él, estuvimos conversando cerca de una hora sobre el objeto principal de mi visita. Tiene Alpoim una figura varonil verdaderamente arrogante, buen color, elevada estatura, bigote rubio. D e su palabra trasciende su don de gentes; Por sus venas corre sangre española, pues su abuela materna hubo de nacer en Jerez de los Caballeros, Y en cuanto á su representación en la política lusitana, ¿quién no sabe que dos veces h a sido ministro de J u s ticia, cartera que en la formación del Gabinete Ferreira le fué ofrecida, siquiera él la rehusase; que ha sido senador y que ha desempeñado los cargos de ayudante y procurador genera) de la Corona? Es usted- -me dijo- -el primer periodista á quien veo después de mi regreso á Lisboa. Confío en (jue su discreción y caballerosidad recogerá é interpretará fielmente mi pensamiento sobre la situación actual y la actitud que mis amigos y yo hemos de observar res pecto de ella. Nosotros- -declaró- -no vacilaremos un momento en apoyar con toda sinceridad al Goíbierno, si éste, como muy luego prometió, inspira su gestión en un sentido democrático y progresivo. De todo lo ocurrido nadie más que Franco tiene la culpa. Su obra política fué la obra de un verdadero loco. E n mi opinión, el único regicida ha sido él; solemne y repetidamente prometió desde el Poder no atentar contra las libertades públicas, y ahí está cómo ha cumplido su palabra. Bien- que á mí no me ha cogido de sorpresa, porque ya otra vez que fué ministró se distinguió por actos de insensata tiranía. Así que mi partido y yo no dimos crédito á sus palabras y no estuvimos remisos oara declararle la guerra. Deseo ante todo la libertad de mi país, sea el que fuere el punto donde me encuentre. Y por este mismo concepto que tengo de mi deber y del interés de mi patria, no hubiese vacilado un momento en ir á la República, si Juan Franco se hubiera obstinado en seguir el camino que emprendiera. Y no por otra causa otorgaré ahora mi apoyo decidido al Gobierno, si los ministros procuran de verdad contribuir con sus actos y resoluciones á la gran obra d e pacificación dt los espíritus. Poroue, para mí, las ideas sor antes que todo. Juan Franco, por el contrario, lo ha arrolla do todo, sin respetar las inmunidades parla mentarías, sia retreceder ante nada. Yo mismo, á pesar de mi investidura come miembro de la Cámara de los pares, me consideraba en peligro y tuve que ponerme fuera áe

Te puede interesar

Copyright (c) DIARIO ABC S.L, Madrid, 2009. Queda prohibida la reproducción, distribución, puesta a disposición, comunicación pública y utilización, total o parcial, de los contenidos de esta web, en cualquier forma o modalidad, sin previa, expresa y escrita autorización, incluyendo, en particular, su mera reproducción y/o puesta a disposición como resúmenes, reseñas o revistas de prensa con fines comerciales o directa o indirectamente lucrativos, a la que se manifiesta oposición expresa, a salvo del uso de los productos que se contrate de acuerdo con las condiciones existentes.