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ABC MADRID 11-04-1907 página 3
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ABC MADRID 11-04-1907 página 3

  • EdiciónABC, MADRID
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NUMERO 676 A B C. -JUEVES 11 DE ABRÍlTOE 1907. O. CHO PAGINAS. EDÍCÍON i. 9 PAGINA 3 ENTREVISTA DE S S M M EDUARDO Vil Y ALFONSO XIII EN CARTAGENA x VISITA DE LOS A ONARCAS INGLÉS Y ESPAÑOL AL CRUCERO DE NUESTRA MARINA DE GUERRA PRINCESA DE ASTURIAS renda y- por la honra y la- dificultad. que éh consecuencia- les; cupiera, depresidjirla. És indudable. que; la justificada tensión de (1 espíritu que tan nobles preocupaciones engendrara, -agostó la- naturaleza, -debilitada por la caballerosp duque Cuando vean la luz pública en las columnas enfermedad y. el. trabajo, del. 1 del diario gibraltareño JEI Anunciadorlas líneas de- Almodóvar del Río, quien vino a convertir- que á correr dé la pluma me dispongo á. traza se, por tal suerte, en. víctima propiciatoria; de (defiriendo gustoso y reconocido aT cortés ruej- la obra que él mas. que. nadie, pudo, y debió 1 go de dicho diario) hará un año justó que los considerar; cómo propia- Justo. justísimo es 1 plenipotenciarios congregados en la rieñte Al que. al evocar el recuerda de la, Cqnfetencia. de geciras logramos coronar nuestros pacíficos esj- i Algeciías, se asocie su éxito. al- de ¡la persona- fuerzos estampando nuestros sellos y firmas al lidad eminente qne la ¡presidió. Dio el duque; pie del Acta; general, resumen y consagración: á la Conferencia, no solólas lucésdesu vasto; de la importante labor realizada. I a fecha del saber; y la; autoridad; de- su posición y de- su; ¡deAbril de 1906 no se. borrará fácilmente de: personalidad, sino á más de eso, -cuanto le quelamemoria de cuantos tuvimos la honra y ls. daba; de energía, de actividad y ¡hasta la- vida. responsabilidad, de representar á nuestros res Es el duque la única baja -que; hay que lapectiyós Gobiernos en aquella ilustre Asam- mentar hasta el dia, de los firmantes del- Acta blea internacional, toda vez que puso termine general de la Conferencia; pero por lo mismo á las zozobras y verdaderas angustias por qué que ocupó el primer sitial, su pérdida es más pasamos al ver comprometida la paz general notada y más sentida. y con ello los intereses más vitales de nuestros A L AÑO DE LA CONFE NGIA. POR J. PÉRE 2: CABALLERO nados países. I a situación internacional era muy grave a reunimos en Algeciras; así lo han reconocido á fosíeríori los directores de la política mundial; del éxito ó del fracaso de la Conferencia dependía que estallara ó no una de esas temibles conflagraciones que, pese á la voluntad de los más pacíficos y serenos, les hubiera arrastrado también, porque la malla de alianzas, inteligencias cordiales, acuerdos y amistades eri que se basa el existente equilibrio europeo, no puede romperse por una parte sin afectar á las otras, y España era de las que corría más riesn gos ya que la, causa ocasional de la diferencia surgía en ese Imperio mogrebino que bañan nuestras mismas aguas y al que nos unen, no sólo sentimentalismos y tradiciones que aun siendo eomo son, vínculos muy fuertes, pudiej ran; sin embargo, en momentos críticos des- I graciados, desoírse ú olvidarse, sino lazos geo- j gráficos, comunidades estratégicas y naturales que, creadas por algo superior á la voluntad de los hombres, no pueden destruirse sipo pereciendo á la vez la nacionalidad, ó al menos la personalidad jurídica soberana é independiente. No desconocíamos tamaños peligros los plenipotenciarios reunidos en Algeciras, como no los desconocían tampoco los Gobierno cuya representación ostentábamos, y: de aquí la ansiedad con que unos y otros esperábamos el desenlace de la Conferencia y la alegría que se apoderó de todos al término feliz de la misma. A las preocupaciones de los demás plenipotenciarios, sumábanse en el ánimo de los españoles los temores nacidos de la consciente relativa debilidad en que para afrontarlos posibles peligros se encontraba su patria, y al convencimiento de la mayor responsabilidad personal en que incurrían, así respecto del propio como de los otros Estados, por el hecho de ser el suyo el que daba hospitalidad á la Confe (1) irUcolo publicado en un notable número i extraordinario que El Anunciador, de Gibraltar, ha consagrado al aniversario de la Confereacia deíAlgeciras. i p urante el año transcurrido no ha habido oca sión de comprobar la bondad de las nuevas instituciones creadas, sóbrelas qué se abrigaron, y motivos hay para continuar abrigando, grandes- esperanzas. Ni; la Policía; -ni el Banco y las máSj de la indolencia tradicional del puede Estado; ni la Cajaséspecial formada con él blo; én cuyo favor se han creado; dos y. medio por. ciento con que se hade gra- Jta- Policía y el Banco de, Estado son las dos var la irnportacióii; -cuyo producto habrá de nuevas creaciones cuya organización está más coriságrárse á la ejecución. de- obras públicas, adelantada. El inspector general suizo y los que desarrollen la navegación y el comercio; dos jefes español y francés ericúéntranse ya en niel Comité Aduan ero y la Comisión de Válo- Tánger y tienen redactados los anteproyectos racipn esj encargados de- hacer desaparecer él- de reglamentos relativos al reclutamiento, discaos- qüe en tales materias existe; ni- los núé- ciplina, instrucción y admihistracióh de los vos reglamentos para; répritnir él, contrabando Cu erpós de Policía; losóficiales han sido nómen génefál, y en particúlár el; dé armas; ñr él brádos y- aceptados por el Mághzén, muy en régimén: de subasta pública; ni nada, en fin, de breve estarán en sus respectivos puestos y lo- estipulado en las tres declaraciones, dos re- para fafeilitár el más rápido; funcionamiento, glamentosy un acta de; coiicésióii, que consti- í los Gobiernos de Francia y España se han ofretuyérón la labor y forman el contenido del Acta cido á sufragar por su cuenta los, gastos de la general de la Conferencia, han comenzado to- Policía, en tanto que se instale 1 el; Bánco y davíaáfuncionar. Muy- lamentable es el retra- pueda reembolsar y adelantar las cantidades so; que no puede, sin embargo, -imputarse á- que al efecto se necesiten. Todo permite, por mala voluntad, n á anjaños. de nadie, y lo es lo tanto, esperar que antes de mediar el año tanto más, cuánto qué los organismos referi- habrá en cada uno de los ocho puertos marrodos fueron creados á título de ensayo y á plazo quíes un núcleo de fuerzas de policía de ins 5 fijo; alguno, cómo el de la Policía, por sólo trucción. cinco áñbs; qué es a todas luces insuficiente. El Banco de Estado hállase también muy Los Gobiernos firmantes han hecho cuánto ha próximo á entrar en funciones. Constituídc estado de su parte para acelerar el cumplimien- con arreglo alas leyes francesas, aprobados los to dé lo pactado; pero los mejores propósitos estatutos por la Junta general de accionistas, se estrellaron ante dificultades de todo género, de sembólsado el capital, y nombrados, los adsurgidas, unas, de la índole de las cuestiones, ministradores y censores, sólo falta la habilitación del edificio donde ha de instalarse en Tánger, su sede social, para que abra sus puertas al público y comience á realizar sus operaciones de agente financiero del Gobierno marroquí. El Cuerpo diplomático residente én Tánger, á quien confió la Conferencia, tal vez con exceso, la difícil misión de redactar, de acuerdo con el Gobierno sherifiano, una serie de reglamentos acerca del comercio de armas de caza y de lujo, no rayadas, de fabricación extranjera; de los futuros y posibles impuestos sobre propiedades urbanas, comercio, industrias y profesiones; sobre los bienes h abous ó religiosos ocupados por extranjeros sin títulos legítimos; sobre formalidades en la adjudicación por subasta pública; sobre la revisión de Jos derechos de anclaje y fondeadero; -sobre depósitos y almacenes aduaneros en los puertos y, sobre algunos otros puntos que de fijo se habrán escapado á mi memoria, ha dado ya comienzo á su espinoso trabajo, celebrando al efecto varias. reuniones semanales en la Alcazaba, bajo la presidencia del decano y con asistencia de El Hadj- Mohamed- Ben- Abdeselam- El Mokri y de Sidi Abderraman Bermis, ambos delegados del Sultán, como lo fueron igualmente en- Algeciras. La labor es ímproba y no es dé extrañar qué aun existiendo los mejores buenos deseos, sea preciso un plazo relativamente largo. Véase, pues, como si no ha habido ocasión de comprobar la bondad de las nuevas n ¡titueiones marroquíes creadas por la Conferencia de Algeciras, tampoco se ha perdido el tiembo en los doce meses transcurridos, sobre tou. si se tiene presente que hasta el 31 de Diciembre ultimo no fue posible, por dificultades cancillerescas, depositar en Madrid las ratitcaciones de las Potencias al Acta general, ceremo- ILUM 1 NAC 1O ÍÍ DE LA FRAGATA CONDE E CELEBRÓ EL BANQUETE DADO POR D. ALFONSO xni A LOS REYES DE INGLATERRA Fot Goñi,

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