ABC MADRID 25-08-1906 página 3
- EdiciónABC, MADRID
- Página3
- Fecha de publicación25/08/1906
- ID0004347400
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B? AÑO CUATRO. NUM. 59o. CRÓNICA UNIVERSAL ILUSTRADA. HMADR 1 D, 23 DE AGOSTO DE 1906, NUMERO SUELTO, 5 CÉNTIMOS la primera quincena del próximo mes de Septiembre. El intrépido viajero, en unión del duque de Genova, cumplimentará á Mr. Fallieres, que como es sabido, irá á Marsella para la misma fecha en que se anuncia la vUita de la escuadra italiana. i la resolución del asunto la importancia que muchos quieren darle, y por lo mismo que es cosa que preocupa poco al Gobierno. Y en efecto, creo que, por el momento, la preocupación más grande del Gobierno la constituye Bilbao, por lo que es y por lo qut pudiera ser. A mediodía de hoy se inicio un momento de lluvia. Faltó poco para que el vecindario saliese á los balcones á ver llover, como un espectáculo nuevo y casi nunca visto; pero el chaparrón fue corto y el sol ha vuelto á brillar, con gran sentimiento de industriales, de labradores y de patrón as; los industriales, por carecer de fuerza hidráulica, hasta el punto de haber fábrica de electricidad de esta capital, que anunció que de seguir la sequía tendría que dejar de dar luz á su clientela; los labradores, porque, perdido el maíz, ven en perspectiva la pérdida de la manzana, otra de las cosechas de esta tierra, y las patronas, porque el mercado de hortalizas, aquí tan abundante, se ha puesto por las nubes sin haberlas, haciéndose pagar 3o y 40 céntimos jjor una lechuga, y á este tenor los demás productos de hjerta. Este momerto de lluvia fue eminentemente revolucionario, porque hizo en un instante lo que muchas leyes sabias no han logrado todavía: mezclar y confundir á todas las clases sociales; damas de las más linajudas y obreras las- más modestas buscaban en montón el abrigo de una marquesina, contra la lluvia igualitaria; el muy monarquisimo general Polavieja y el republicano D. José Muro departían amigablemente sin que les separara más que el ancho de un pequeño velador en Tiovelly. En otros grupos se comentaban impresiones recogidas en Bilbao por personas que habían ido á divertirse sin contar con la huésDeda dr la huelga. La familia de Paz, el director de La Prensa de Buenos Aires, fue en automóvil. Los huelguistas detuvieron el vehículo, pero fueron galantes; como había dos señoras, les dejaron volver sin más molestias. Momentos antes de la lluvia, los Reyes, con la Reina madre, habían paseado por las calles de la población en coche, sin acompañamiento ni escolta. Esta prueba de confianza en el pueblo, agradécela mucho la gente de aquí, siempre generosa y hospitalaria. Las señoras han reanudado su devoción pot la Reina Victoria y comentan y ponderan cads uno de los rasgos de la bella Soberana. Ahora han descubierto, y lo encuentran admirable, que se peina haciéndose raya en medio. También han puesto de moda la manera de saludar de la Reina, con ambas manos, y han desechado el saludo que privaba aquí, y que consistía en levantar la mano derecha y mover todos los dedos, cosa que más que saludo parecía signo de burla y de algo peor. El Dr. Sañudo se despidió para Madrid, donde requería su presencia la enfermedad de) duque de Nájera. Marchó también á Madrid el marqués de Aguilar de Campóo El crucero chileno General Haquedano, st pasó el día haciendo salvas, motivadas por lai visitas de los representantes de su país, del gobernador, del alcalde, etc. El Ayuntamiento y el Club Náutico proyectan obsequiar con ur lunch á la oficialidad y guardias marinas. Se había pensado en celebrar un solemne funeral en sufragio de las víctimas de Valparaíso, pero REVOLUCIÓN CUBANA vez camposanto de Otrahuesosla tierra cubana, se pudren bajo de españoles que el humus húmedo de la sombría manigua, se ha empapado en sangre. Otra vez el eco sonoro de sus rientes vegas repercute el estampido del rifle y el estertor del moribundo, caído al sol, se confunde con el murmullo suave del arroyo que baja de la montaña entre las pieiras verdes de la torrentera... La insurrección ha estallado ruriosa y amenazadora, germinando de entre los odios y las rivalidades pasadas, como germina el grano que el viento dispersa. En la guerra de la independencia cubana, todos los insurrectos tenían un objetivo común, al que dirigían sus esfuerzos, alentados por móviles bien distintos. La aristocracia criolla y el aventurero de color se odiaban, y si Maceo na hubiese muerto en las Ciénagas, acaso habría caido fusilado ahora entre el cuadro de ejecución formado oor las tropas de la República. Peleaban los guerrilleros inflamados por 5 amor al boguío que los vio nacer, ofreciendo sus vidas en holocausto por la libertad de su patria, y cuando al caer, percibían por última vez los destellos de la luz zodiacal sobre el fondo azul obscuro del cielo, parecíales ver entre las sombras de la agonía surgir radiante 3 a estrella solitaria, símbolo de supremo consuele... Peleaban, en cambio, los niños de la acera del Louvre por odio al peninsular, al bodeguero rico, al empleado, venal como ellos, como ellos inaprensivo, y cuyo puesto y cuyo Influjo codiciaban. Nada era común á entrambos insurrectos: los unos adiaban la bandera, los otros la mercancía. Desde que triunfó la revolución se declaró! a guerra entre criollos y guerrilleros, y mientras les anos se repartían gozosos el anhelado botín, escondían los otros su miseria en el fondo de la manigua, testigo de su valor y su tenacidad. Hasta hace poco Quintín Banderas padeció hambre allá en su retiro de Guanabacoa. El Gobierno quiso acallar sus quejas nombrándole inspector de carreteras, pero el guerrillero famoso sonrió tristemente, despidió al mensajero y ajustó sobre la montura de su caballo guajiro el rifle y el machete de campaña... En los primeros encuentros cayó Quintín Banderas muerto á manos de sus antiguos rivales. Con él se van muchos de los restos románticos de la insurrección, y casi puede decirse que sólo quedan en pie los criollos triunfantes por el momento, pero expuestos al avasallador avance de las masas de gínte de color, veteranas de! a guerra, ó á la súbita intervención yanqui, deseosa de añadir la estrella solitaria á la soberbia constelación americana. CRÓNICA TELEFÓNICA C A N S E B A S T I Á N La alegría minisD I A i+ A L A S u N terial iniciada ayer, ha continua 1.120 PALABRAS ¿h o y e n to b k línea. Hablar de crisis es para los amigos del Gobierno, un verdadero delirio, porque se cree hoy más seguro que nunca en el Poder. En la entrevista que hoy tuvieron el general López Domínguez y los ministros de Estado y Fomento con el Rey, no se habló para nada de política. La visita de los marinos chilenos á Miramar entretuvo bastante á S. M Desoués, la firma de Guerra era muy extensa, y el Rey no llegó á coger la pluma, limitándose á aprobar las propuestas á medida que el general iba leyéi d as. Los decretos quedaron separados para ir firmándolos con calma. La preocupación del día es para el Gobierno la situación de Bilbao. Acabo de hablar con el ministro de Estado, y, en efecto, las impresiones de esta noche son muy malas. N o desespera de que todavía pueda llegarse á una solución satisfactoria, del mismo modo que no confió por completo en ella Cuando ayer reinaban tantos optimismos y se esperaba que los patronos accederían á la pretensión más fuerte que se les hacía, cual era la de reconocer personalidad para tratar con ellos, como de potencia á potencia á las Sociedades de los huelguistas. De todos modos, me decía el ministro, la conducta del Gabinete ha de ser la que corresponde á un Gobierno de ideas democráticas; conciliadora mientras las partes litigantes discutan con tranquilidad, inexorable ante toda perturbación de orden público, porque su deber es defender la propiedad, la paz y el derecho de todos los ciudadanos. ¿Cunde la huelga y el paro se desliza sin perturbaciones? Seguiremos negociando, en bien de las dos partes. ¿Se atenta contra la seguridad pública? Seremos duros, é impondremos, cueste lo que cueste, el respeto á la autoridad. Se dijo también que quizá el ministro de Marina vendrá mañana para conferenciar con el Rey y con el Presidente. En este caso irá á Bilbao el capitán general, aunque se tiene completa confianza en el celo y en la energía del general Valenzuela. Por variar de conversación le pregunté que cuándo se publicará la Real orden de Gracia y Justicia. -No lo sé- -me eontestó; -sólo seque esperamos al ministro pasado mañana, y que en estos casos conviene proceder con mucha calma, aunque no sea más que por no dar gusto á los que muestran impaciencia, que no son muy cariñosos para el Gobierno. ¿Y de la Embajada del Vaticano? -agregué- -Nada; me propongo no ocuparme de ella en muchos días, por lo mismo que no concedo EL DUQUE DE LOS ABRUZZOS POR TELÉGRAFO l arís, 24, 10 m. Se sabe que el duque de ios Abruzzos. al regreso de su excursión á las montañas del Ruvenzori, se unirá en Marsella al duque de Genova, jefe de la escuadra italiana, que visitará dicho puerto francés en