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ABC MADRID 11-06-1906 página 3
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  • EdiciónABC, MADRID
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CUATRO NUM. 515. CRÓNICA UN 1 VERSAL ILUSTRADA. BEMADR 1 D, n DE JUNiO DE 1906 J NÚMERO SUELTO, 5 CÉNTIMOS eternas dilaciones en todo asunto de conveniencia nacional, la insinceridad, la intriga, el aprovechamiento sórdido de las rutinas mentales de nuestro pueblo, entre las cuales no es la menos perniciosa la importancia, que éste, merced á las mismas, les atribuye. Con echar por muy diverso camino y dejarles á ellos en ese campo, bastará y sobrará para que en él perezcan de inanición espiritual. Con la muerte de Sagasta quedó el partido liberal en situación parecida á la de Francia después de la extinción de los carlovingios. La anarquía feudal devoraba el país; cada cual sólo s e cuidaba de lo que á él convenía. Hasfa que un hombre sintió el interés de todos, empezó á poner algo de orden y á abrir el cauce por donde había de correr ese interés. Y aquel hombre era uno de tantos señores, sin más ventaja que un sentimiento más vivo del bien común, mayor talento y superior resolución. -Así se formó allí la nueva monarquía, y así se puede constituir aquí la nueva jefatura del partido liberal. Por otro camino será imposible. Habrá formidables luchas para consolidarla, como allá las hubo; pero es de creer que, si hay buena voluntad y buen acierto, el espíritu público responderá. Habrá que oponer á la confusión ó al vacío de ideas, la concreción del pensamiento director en un programa definido; á los convencionalismos envueltos en palabras hueras, los actos claramente encaminados al cumplimiento de ese programa; á los ruidos subterráneos de conjuras pavorosas, la luz que irradia de la democracia y la voz de la opinión. El Gobierno nuevamente formado habrá de ser la piedra Angular de la obra y la de contraste para aquilatar el oro de la situación. Es de suponer que de esto se hallen bien penetrados los ministros. MANUEL TROYANO CRÓNICA POLÍTICA L NUEVO GO- Constituido el nuevo B BíERNO Ministerio, obsérvase desde luego que el Sr. Moret ha prescindido de todo propósito, que suponga la llamada tponderación de fuerzas la cual ha tenido siempre por resultado consumir las energías de una situación política en los interiores rozamientos del Consejo de ministros. La nota característica del actual Gabinete es, en tal sentido, la homogeneidad. La tendencia es la inclinación hacia la izquierda. De Jos ministros nuevos, el Sr. Quiroga es un amigo incondicional del Sr. Moret; el Sr. Celleruelo es el decano de los posibilistas, fue íntimo del gran Castelar, quien estimaba en mucho su sentido político y su consejo, y el primero que pa- ladinamente proclamó en las Cortes por su jefe el que lo es hoy del Gobierno; el Dr. San Martín es un convencido demócrata, de espíritu abierto á todas las corrientes del pensamiento moderno. Durante el Ministerio anterior, los demás ministros del presente han demostrado sus aptitudes y su adhesión personal á su presidente. Para una acción rápida y eficaz, el Sr. Moret tiene ya el primer instrumento. Con su formación, el Gabinete da testimonio de que va á realizad una política activa y resuelta. Las dificultades vendrán de fuera; pero, será menos debilitante su efecto. Él presidente del Consejo ha tenido resolución bastante para prescindir de las cómodas tradiciones oligárquicas, que tantas veces han enervado la fuerza, del partido liberal. Ahora, lo que falta es que tenga la suficiente energía para sostener, sin vacilación, su obra. Procede como jefe; pues, á tanto equivalen! a regia confianza omnímoda de que es depositario y la extructura que ha dado al Gabinete. Con menos se habría atraído la furiosa hostilidad de la oligarquía, que desde hace años viene conceptuándose dueña y señora de los destinos de partido y de cuantos militan en él. Puede el Sr. Moret arrostrar impávido su enemistad, si logra mantener de su lado á la opinión. En ésta no cree ninguno de los viejos oligarcas. ¡Como que se han pasado la vida burlándose de ella y contrahaciéndola para sus medros particulares! La aversión, que la sana masa social siente hacia la política, proviene de cuanto esos señores representan: el predominio á toda costa en una región, provincia ó comarca, la subordinación del interés general á la conservación de esos feudos y de las pequeñas Cortes, señoriales, la satisfacción de las ambiciones, pompas y vanidades de las familias respectivas y para ello las corriente con el cielo una considerable partida de paciencia, sobre todo en estos primeros días de abrazos, apretones de manos, enhorabuenas y peticiones. Salida de los Sleyes para la Granja, donde la tranquilidad les hará más grata su luna de miel. Simulacro de tormenta con todo el aparato que su asunto requiere, pero sin pasar de relampaguear y tronar, sistema Maura. Corrida de oueyes con almohadillas por el aire, epítetos para el presidente, pólvora para Jos mansos y abono picado, banderilleado y pitorreado por la empresa Inauguración de un teatro en la Ciudad Lineal, al que hay que desear m jor suerte que los de la villa sin alinearMarcha de los príncipes de Baviera y de los infantes Orleans. Y por si no fuesen bastante estas notas, la política que adquiere gran animación, resuelta la crisis, y presente Maura en Palacio, donde diz que dijo muchas cosas; el proceso del atentado, que parece tomar nuevo vuelo y nuevo enredo; los obreros de pan francés que amenazan con una huelga, para que no echemos en olvido este espectáculo tan del uso frecuente en la corte, etc. Por la noche no hubo ae nuevo más que tin chaparrón bienhechor que vino á templar la atmósfera, más cargada duran te el día, que los políticos á quienes no agrada la disolución y alegan tener más abnegación y patriotismo, que tela roja para muleta Quinifo, ¡que ya es tenerl AEMECE LOS AMIGOS r O N JOSÉ. D. José Celleruelo entra ea el salón de Conferencias y se dirige hacia un diván; va andando lentamente; es ancho d cuerpo; tiene una barba corta y entrecana; en su pechera luce siempre, en invierno y en verano, un plastrón blanco. Cuando el Sr. CeHeruelo llega al diván, se deja caer pesadamente en él, como si viniera cansado, y pone el bas ton entre las piernas. ¿Qué hay, Azorín? -nos dice. -Nada, D José- -contestamos nosotros. Transcurre un momento en silencio; el se ñor Celleruelo se quita el sombrero y lo coloca á un lado sobre el asiento; entran y salen, discurren por el salón una porción de diputa dos y periodistas. ¿Ha visto usted á Melquíades? -nos pregunta O José. -N o no he visto á Melquíades- -contesta inos nosotros, que no sabemos si sentir en este instante una ligera tristeza por no haber viste á este querido amigo nuestro y no poderle decir por lo tanto á 6 D. José: Sí, sí, he visto á Melquíades; aquí ha estado hace un poco. í No podemos decir estas gratas palabras y calla mol un poco apesadumbrados. O. José no dice tampoco nada. Después al cabo de un momento MADRID AL DÍA p u é la jornada de ayer fecunda para el carnet del periodista. Por la mañana, imposición de la cruz del Mérito Militar á los soldados de f ad- Ras en el cuartel de los Docks. Capilla pública en Palacio con empujones, estrujamientos y demás molestias inherentes al caso. Manifestación popular organizada por La Correspondencia de España contra el atentado anarquista, desfilando por las plazas de la Armería y de Oriente miles de personas que aclamaron á los Reyes con gran entusiasmo, poniendo la sinceridad de su manifestación á prueba de un sol que hacía en las espaldas el efecto de una lluvia de plomo derretido. Estreno de tres ministros ñamantes, á quienes hay que afamar en su cuenta nos pregunta:

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