ABC MADRID 13-02-1906 página 2

PERSO 1 SAX IftAORill Parto OSolalí MonarI quía Española. Real Casa. Consejo de Ministros. Cuerpos Colegisladores: Senado. Congreso de los Diputados. C u e r p o diplomático: Español. Extranjero. Consejo de Estado. Tribunal de Cuentas del Reino. Ministerios: de Estado, de Fomento, de la Gobernación, de I Gracia y Justicia, de l a Guerra, de Hacienda, da Instrucción Pública y Be ¡las Artes, de Marina. GoI bierno civil. MADRID y á todos es Interesante. Vigésimasegunda edición, 1906. GUÍA COMERCIAL DE MADRID T SO PROVINCIA PUBLICADA CON DATOS DEL ANUARIO DEL COMERCIO PRECIO I En Madrid, 5 pías. En provincias, 5,25. I De venta, en la Casa editorial de BAILLYI BAILLIERE É HIJOS, Plaza de Sta. Ana, 10, en todas las Librerías y Tiendas de objetos de escritorio. Parím descriptivas Señas de sus habitantes, por orden alfabético de apellidos, Profesiones, Comercio I é Industrias; lista general de señas de los habitantes I de Madrid, clasificada por I orden alfabético de calles y por números de casas. j Provincia do Madrid. También contiene todos los pueblos de la provincia de Madrid, con la indicación del número de habitantes en cada uno, distancias á la cabeza de partido, estación del ferrocarril, estaciones de telégrafos, carterías, así como NOMBRE y APELLIDOS de TODOS los HABITANTES, con indicación de las profesiones, comercio ó industria que ejercen. EN LA FABRICACIÓN BE PRODUCTOS REFRACTARIOS falta Infantas, 34, principal derecha, de 11 i. 1 y de 6 á 8. á comerciantes y eoleccionís tas interesan los anuncios y noticias filocartistas publicadas por LOS ANALES, Pelayo, 1O, Madrid. Piso elegante y estudio se alquila. Velázqaez, 19. 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Pareció él también despertar de un sueño; pero vol viendo en sí, contestó sin titubear: -Pedro no está libre, Micaela; ha dado su corazón. ¿Entonces va á casarse? -No; existen graves obstáculos. -El amor verdadero triunfa de todos los obstáculos; ¿no lo cree usted también? Se puso triste. -Hay obstáculos contra los cuales la energía y la voluntad nada pueden. ¿Cuáles? ¿El abolengo? Su amigo de usted puede pretenderlo todo. ¿La fortuna? Que trabaje; que haga como mi padre, que gane dinero. s Y de repente nació en mi cerebro una idea, y es que entre el Sr. Onésimo y yo solo había un obstáculo. i Creo que la misma ¡dea le hizo estremecerse, porque repitió febrilmente: ¡Ganar dinero! ¿pero cómo, cómo? -Yo no sé. Antes, los caballeros hacían heroicidades en los torneos en presencia de sus damas; los torneos ahora han variado de nombre, pero en e! fondo son siem- pre lo mismo, una lucha en la que es preciso vencer. -En ese torneo de la vida, las armas que se emplean son casi siempre de las que un hombre honrado no puede servirse. Todo el mundo no es un inventor como vues tro padre; para casi todos el dinero se gana en lo que llaman negocios, es decir, especulaciones imprudentes con las cuales el honor está en peligro; empresas engañosas, donde se hunde el ahorro del pobre y que producen ruinas. Casi todo el dinero ganado con excesiva rapidez ha pasado por el crisol de, ia desgracia ajena; y luego, muy bajito, ha añadido: ¿Debo intentarlo? M e he estremecido; era como si hubiese cueno: ¿Debo dejar de ser un hombre honrado? ¿Será usted entonces mía? He contestado, balbuceando un poco- ¿Intentar qué? Me ha mirado un instante indeciso: he creído que ibs á entregarse; pero el convencimiento en que está de que ignoro su srnor, le ha devuelto su serenidad. -Intentar que Pedro se convenza, pues de Pedro es de quien hablamos. ¡Pedro! ¡Pedro! ¡Como si Pedro fuera en quien pensaba! La voz de mama resonó terrible como la de! Arcángel el día del Juicio final- ¡Micaela! ¡Micaela! ¡Vuelve inmediatamente! Cuando se fue el Sr. Onésimo, papá me interrogó: ¿Y bien, Micaela? -Pues bien, papá; e! Sr. ae Varsange no qu ere nada conmigo- ¿Cómo es eso? -Comprenderás que mi embajador no ha empleado isas palabras descorteses; ha sabido guardar las formas, dando como pretexto que e! señor de Vírsange tiene un