Archivo ABC
ArchivoHemeroteca
ABC MADRID 04-07-1905 página 2
ABC MADRID 04-07-1905 página 2
Ir a detalle de periódico

ABC MADRID 04-07-1905 página 2

  • EdiciónABC, MADRID
  • Página2
Más información

Descripción

í ANUNCIOS OE PALABRAS, CLASTficados en secciones. De una á diez palabras, 1 peseta. Por cada palabra más 10 céntimos. Las abreviaturas y cada cinco cifras se cuentan como una palabra. Al importe de cada inserción deberá, añadirse diez céntimos de peseta por el impuesto del Timbre. Los originales se remitirán ¿tía Administración de A B C acompañados de su importe en metálico, sellos de correos, libranzas de la Prensa ú otro giro análogo, el día antes de la fecha en que deban ser publicados. ABANICOS 1- r. oneses que vende la oasa Tilomas, Sevilla, 3, están mag fiearnente perfumados. POR PALABRAS CADOS EN SECCI González hadón. Especialidad medias y calceÓMICO. -A LAS DIEZ: en oamisetas, Precios sin comLa camarona. -A las once: tines calados. ESPECÍFICOS petencia. Academia modelo. -A las onARÁSITOS PIEL VELLU- ce y tres cuartos: La reina del da. Se extinguen instan- couplet. HOTELES táneamente con Mundificante ODERÍTO. -A LAS OCHO Santoyo, fina perfumería que ARATO HOTEL. Í A E y media: Los guapos. -A se aplica con borlas. Una pese- las nueve y media: (Debut de toncito jaca, rali y jardita caía eñ boticas, droguerías la señorita Melero) -El cabo nera. Espoz y Mina, 15, 3. y perfumerías. Va por correo. primero. -A las diez y media: Doctor Santoyo. Linares. El principe ruso. -A las once JOYERÍAS y tres cuartos: La peseta enferma. ESPECTÁCULOS RO Y ALHAJAS HECEsito comprar para reforARISH. -A LAS NUEVE mas. 46, Hortaleza, 46. y media: Función cómiA R Z U E L A -A L A S ocho y media: Manolo el ca. -Debut de Honland. -El MATERIALES afilador. -A. las nueve y me- misterio: ¿Enigma? -El homdía: El puñao de rosas. -A las bre miniatura. -Los monos oidiez y media: Lysistrata (des- clistas y todos los nuevos núRAN DERRIBO. PALAmeros de la compañía internapedida de Lucrecia Arana) -cio CondeS aperanda; maA las once y media: El gai- cional que dirige William Pa- teriales baratos. San Vicenrish. tero. te, 72. POLO. -A LAS OCHO Y media: La Czarina. -A las nueve y inedia: El mal de amoARA COMPRAR CAMAS res -A las diez y media: El de madera, doradas ó de h i e r r o Hijos Grases. Ato- perro chico. -A las once y media: El alma del pueblo. cha, 16. CAMAS A GÉNEROS B E PUNTO DE PUNPARA GÉNEROS 1. decalle y G to lossalmacenes plaza de Pintojos, Eugenio MÚSICA U I T A R R A MÉTODO flamenco (música y cifra) B. Mann. Circulares detaíe. Administración, Morafie tin, 7, ó Sociedad Autores, Arenal, 20 NOVEDADES OLLARES DE MODA. Casa Thomas, Sevilla, 3 P P P B C O Z POSTALES MODELOS nuevos semanales (verdad) Precios al por mayor y menor, sin competencia. Gran Exposición. Entrada libre. -Mensaienas. -El mejor servicio. Jacometrezo, 4. 4.000 VAJILLAS T ODOS LOS- ABANICOS G IQUIDACIÓN DE VAJIllas, cristalerías, lavabos, infinidad de objetos para legalos. Fijarse bien en las señas: Plaza del Angei, 16 L PRUÉBENSE LOS CHOCOLATES DÉLOS Único depósito en Madrid. Carrera de San Jerónimo, 6 122 BIBLIOTECA DE A B CV CORAZONES HERIDOS 23 -Guarda todo eso- -dijo- -y déjame. Tengo un trabajo muy delicado y necesito estar solo. -Pues bien, caballerito- -contestó haciendo un gracioso mohín, -nuestros amigos no tardarán en llegar, y entonces tendrá usted que abandonar ese trabajo. Cuando se cerró la puerta, Ricardo se sentó delante de su mesa y permaneció algunos instantes inmóvil. Después murmuró: -Sí, que sea dichosa, ¡pobre niña! aunque me cueste mucho. Quince días más tarde, Rogelio se casaba con María, y Ricardo, tranquilo en apariencia, acompañaba á su hermana al altar. XI La lluvia caía desde la víspera; una de esas lluvias menudas, continuas, que tienen trazas de no acabarse nunca; el agua g o teaba por todas partes, caía de los muros y de los árboles, formando arroyuelos que serpenteaban por el suelo, yendo á perderse á lo largo de las anchas avenidas; densos nubarrones disminuían la claridad de aquel día, que ni remotamente parecía ser del mes de Julio, y de vez en cuando el viento soplaba con ráfagas violentas, golpeando las puertas y las ventanas y añadiendo con su sordo zumbido una nueva sensación desagradable al fastidio que parecía invadir á los huéspedes que albergaba en su hogar Mad. de la Rochemordau. Aquella mañana, Ricardo Bremont y Juana de la Rochemordau habían recibido ¡a bendición nupcial en la pequeña iglesia de Vernay. Para ¡os parientes y para los amigos de Ricardo, aquel matrimonio no solamente constituía una sorpresa, sino ún enigma. Nadie ignoraba el amor del joven abogado por Susana, sus esponsales, el afecto que M r Termelle le profesaba, y todo el mundo se preguntaba por qué causa y sin razón aparente Ricardo abandonaba á su prometida de la infancia por Juana de la Rocheraordau. No había nada en la apariencia que justificase semejante decisión, y M r Termelle, el único á quien Ricardo había exDlicado los motivos que le habían obligado á no mante- ner su palabra, había podido leer en el fondo de su corazón todos sus sufrimientos y todas sus angustias; por eso, á pesar de su decepción, el padre de Susana no había tenido más remedio que aprobar la conducta del joven y su afecto y su estimación por él aumentaron extraordinariamente. En cuanto á Susana, cuando tuvo conocimiento por su padre de aquella ruptura, experimentó, justo es confesarlo, una satisfacción apenas disimulada. Mlle. Termelle quería á Ricardo sin ningún género de duda; le había amado siendo niña, y al hacerse mujer, se había habituado de tal modo á la idea de que sería su esposa, que no podía imaginarse creer que lo dejaría de ser algún día. La vida con él en París, en un medio tan brillante, rodeada de todos los goces que proporciona la fortuna y una elevada posición, realizaba por completo todos sus sueños de felicidad. Esta perspectiva ocupaba un puesto preeminente en el afecto que profesaba al que era su prometido. Cuando Ricardo fue acosado por la desgracia, íe compadeció sinceramente y trató de consolarle. E n los primeros momentos, sus manifestaciones fueron espontaneas y Ricardo las agradeció aún más que nunca. Pero cuando le vio, ó mejor dicho, cuando supo que estaba triste, malhumorado, sumido en sus asuntos, se sintió desesperanzada y sus ilusiones respecto á aquel hombre, cuyo porvenir le asustaba, se deshicieron casi por completo. Para aquella muchacha, dotada de un corazón tan frivolo como su cerebro, hubiera sido muy difícil aceptar una vida de trabajo y de privaciones. Mientras que Rogelio se desesperaba por no poderse casar con María, arruinada, Susana formaba otros proyectos muy distintos. Casi por aquel tiempo había ido á establecerse en los alrededores de Ceucia la condesa de Baumartin. Encantada por tener una vecina tan agradable, la condesa visitó á Susana, la invitó á sus fiestas, y la joven, mezclada en todo aquel movimiento mundano, se aficionó á él con una pasión vivísima. Como no ienía madre, M r Termelle experimentó cierta alegría por las distracciones que se ofrecían á su hija, y notando que no echaba demasiado de menos á Ricardo, había acogido con gusto aquel nuevo género de vida. ri i r

Te puede interesar

Copyright (c) DIARIO ABC S.L, Madrid, 2009. Queda prohibida la reproducción, distribución, puesta a disposición, comunicación pública y utilización, total o parcial, de los contenidos de esta web, en cualquier forma o modalidad, sin previa, expresa y escrita autorización, incluyendo, en particular, su mera reproducción y/o puesta a disposición como resúmenes, reseñas o revistas de prensa con fines comerciales o directa o indirectamente lucrativos, a la que se manifiesta oposición expresa, a salvo del uso de los productos que se contrate de acuerdo con las condiciones existentes.