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ABC MADRID 20-11-1903 página 1
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ABC MADRID 20-11-1903 página 1

  • EdiciónABC, MADRID
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SUSCRIPCIÓN iíPAGO ANTICIPADO O NÚMEROS POR CADA PUBLICIDAD SOLICÍTENSE TARIFAS Anuncios económicos. Í Reclamos c o merciales. t osS. Anuncios por palabras, clasificadas en secciones. c? axs Noticias. Administración: 5 5 Serrano, 55, M a d r i d España, p t s i. tí N Portugal, p t s i 2 5 Unión Postal, 2 trancos. Administración: 5 5 Serrano, 55, M a d r i d N 70. M A D R I D 20 D E N O V I E M B R E D E J 903 k S VnmMia NÚMERO SUELTO, DIEZ CÉNTIMOS EN TODA ESPAÑA 9 h á m en Sajoüia SUSCRIPCIÓN PORCADA lONÚMEROS (PAGO ANTICIPADOS VINOS BE MESA Carrascal d e s d e 8 p (a s ar. a a U e 9I nfloz, 8. Teléfono 4 3. El único medio eficaz y el más económico para la. antisepsia de la boca y la conservación y lierraosura de los dientes, es la l S aña, ptas. 1. íl, í ¡I ortu ¡fal, ptae, 1,25, -s t Tnión postal, 2 franco, -y gí) TÍ- 5 Í La suscripción, que puede comenzar en cualquier n imero del mes, podi á hacerse por diez, veinte, treinta ó más ni r iueio 8, pero siempre por grupos de decenas. ADMINISTRACIÓN Pasta dentífrica de ií. M I. Bergmann, Waldheim en Sajonla. Cuenta más de medio siglo de éxito universal, y I hasidoexaminada yaprobada oficialmente en Alej mania. -Pídase en todas las Droguerías, Perfumerías y Farmacias. REPRESENTANTE l 3 X t J L j i- i x x l N J. XlKJior, neceisito c o m p r a r Tasador. PE JÍOROS, 5 (R i n c o n a d a) Autorizado. INTERESA A los señores fotógrafos de profesión y á los aficionados que envíen á la Redacción de A B C fotografías sobre algún asunto de interés y de palpitante actualidad, se les abonará DIEZ PESETAS por cada prueba publicada. Las fotografías deberán enviarlas á esta Redacción (casa de Blanco y Negro Serrano, 6 6 Al pi de cada fotografía se publicará el nombre de su autor. tínicos depositarios en Madrid: Sres. Sabino Calan, Recoletos, 8, y Villalar, 11; Francisco de Cos, Salesas, 2, y Almirante. 6; Sres Hijos de Santiso, Plaza de Antón Martin, 48. D. Robert Vidal Laurla, 46, Barcelona 55, Callo (le Serrano, 55, Madrid Pruébense los Chocolates de los RR. PP. Benedictinos SUPLICAMOS á aquellos de nuestros lectores que se dirijan á alguna de las casas á que se refiere la publicidad del presente número, que indiquen que lo hacen por haber leído el anuncio en A B C EN PARÍS se vende B L A N C O Y N E G R O y A B O en Boulevard Montmartre, Kiosco 6 0 y en Rué Gaillon, número 11. émim -iM seKw! 184 BJBUOTECA DE A B O INTRB DOS PLANETAS 1 usted, á la fuerza únicamente; sin embargo, tratare d e sustraerme á ella. ¿Piensa usted vencerM los nume con ardides y estratagemas? -Ensayaría hasta éstas si llegaran realmente á emplear Ja fuerza; en ese caso, creería obrar en defensa propia. P e r o según lo que sé d e ellos, no creo que obrarán tan vil y bárbaramente. Dejarán d e guardarnos consideraciones, eso sí, y nos colocarán en la situación desagradable d e tener que seguirles p o r nuestra propia y libre voluntad. ¿C ó m o se figura usted esto? -H e reflexionado d e la manera siguiente: no nos embarcarán á la fuerza; sería una falta á los deberes d e la hospitalidad. P e r o tampoco nos permitirán permanecer p o r más tiempo en la isla que hasta que la tengan desocupada para el invierno. Y nosotros no podemos tomar á mal si no quieren dejarnos aquí durante el invierno, mientras ellos, los dueños, abandoíian la casa, dejando únicamente un p a r d e vigilantes. Así nos coloran en la alternativa, ó d e seguirles á M a r t e ó d e emprender el viaje á casa á principios del invierno polar desprovistos d e los medios indispensables, y probablemente expuestos á vientos contrarios. Esto quise decir á usted. Debemos prever el caso y saber exactamente lo que queremos, y y o d e b o saber también los pensamientos de usted en este respecto. Estoy convencido d e que el día de h o y no pasará sin un ultimátum. -E s un asunto delicadísimo, mi querido amigo. Bajo estas circunstancias podría resultar más seguro emprender el regreso á Berlín ó Friedan dando una vueltecita p o r M a r t e Supóngase usted que pasemos felizmente el M a r Ártico sin caer al Océano, pero que lleguemos á Labrador, á Alaska, á la Siberia ó á otro cualquiera entre tantos hermosos sitios d e veraneo... Si logramos saÜr- -lo que es muy dudoso, -no podríamos nunca intentar el regreso á casa antes del verano, y para el verano nos han p r o metido nuestros amigos marcianos volver á traernos acá. -N o puedo negar los peligros, pero sin embargo tendremos que correrlos. Siempre queda la probabilidad d e llegar á casa, ó p o r lo menos hasta un sitio desde donde podamos mandar n o ticias; esto me parece decisivo. N o debemos omitir nada que pueda llevar la noticia de la estancia de los marcianos en el P o l o á los Gobiernos de los Estados civilizados antes que aquéllos lleguen en persona csnos países. Europa y América deben estar preparadas. produfo un movimiento general entre los marcianos. S e acercaron á la pared, y clavaban sus miradas en un determinado punto de la imagen recién proyectada. Grunthe había suplicado á Fri que le explicara el mecanismo del aparato. E n consecuencia, había estado Trü voltealido los tornillos d e acá para allá; la imagen d e la T i e r r a quedó fuera del campo d e mira; á causa d e la rotación d e la T i e r r a caminaban innumerables estrellas p o r la parte proyectada del cielo. Siguiendo sus explicaciones, hizo Prü funcionar el mecanismo d e cuerda que causaba un movimiento del telescopio inverso á la rotación d e la T i e r r a y los astros quedaban íijos en la imagen. Frú echó una mirada sobre la porción del cielo casualmente p r o y e c t a d a E r a un pedacito d e la Corona de Urania. A d m i r a d o se fijó con mayor detenimiento. Conocía la constelación con exactitud, y en seguida le llamó la atención una d e las estrellas que no solía hallarse en esta p a r t e N o era ninguno d e los asteroides. Cambiando un poco la posición, conoció que el cuerpo en cuestión se hallaba á una distancia relativamente corta. E s t o motivó su exclamación. T o d p s examinaron con atención el punto luminoso, que se distinguía bien entre las imágenes d e las estrellas fijas, figurando un pequeño disco rojizo. ¡E s un barco! -exclamó p o r fin un murciano. ¿El Cometa? -preguntó Grunthe. ¡Imposiblel- -dijo F r ¡E s el Gló! N o hay duda, se conoce p o r su color rojo: es el barco del E s t a d o ¡E l relevo! -exclamaron á una los marcianos. -Y además instrucciones del Gobierno, -añadió frú. ¿En cuánto tiempo llegará el barco? -preguntó G r u n t h e -P u e d e n pasarse horas todavía; sin embargo, siento tener que suplicarles me dispensen; me es imposible enseñarles h o y á M a r te. P r o n t o espero habrá ocasión para ello. Tengc q u e hacer inmediatamente los preparativos para el desembarque. Aunque lo siento infinitamente, h a y que despachar el coche antes d e lo que esperaba y quisiera, y p o r lo tanto t- sndrán ustedes la bondad d e prepararse para el regreso á la isla. F n se despidió amistosamente d e Grunthe, Saltner y Ld. y en compañía d e los otros marcianos se dirigieron iodos al puiUo ie partida d e los coches aéreos. 46

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