ABC MADRID 13-11-1903 página 8
- EdiciónABC, MADRID
- Página8
- Fecha de publicación13/11/1903
- ID0004341068
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Bág. 6 ABC Númv 68 en los limites del precepto es preciso cumplirle. En el orden de la Ley civil será un derecho, y por tanto renunciable. La religión no me prohibe más que ciertos trabajos, y por lo tanto puedo, por ejemplo, sin cometer pecado alguno, topear! a gaita en domingo para que los otros bailen. Viene la ley del descasiso dominical y me dice: Los domingos no pueden obligarte á tocar la gaita y me parece muy bien; pero de esto á que me prohiban tocar la gaita si á mí se me antoja tocarla, me parece que hay mucha distancia. Dice la ley: ¡A ver, usted, dueño de la tienda de ultramarinos da la esquina! No puede usted obligar á que trabajen sus dependientes en el día del descanso. -Y me parece muy bien. Pero dice: ¡Eh, D- Táncredo! ¡Cuidadilo con que se suba usted ¿ti pedestal en domingo! -Y me parece muy mal. Comprende el derecho al descanso, pero no entiendo la prohibición de todo trabajo á quien no quiera descansar tan en absoluto. De exageración en exageración, negaríamos al colmo del descanso que espera un monaguillo de mi parroquia, que ha oído campanas... digo, proyectos, y no sabe dónde, y cree que dentro de poco, para santificar las fiestas no se podrá decir misa los domingos. T os disturbios que con ocasión y motivo de las elecciones hemos tenido estos días, aparte de lar desgracias personales que son, naturalmente, muy de lamentar, han tenido notas muy interesantes que no deben pasar inadvertidas. En uno de ellos anduvieron á tiros los correligionarios con una correligiosidad muy discutible, y éntrelos vivas y mueras que se acostumbran en semejantes casos, dicen que había quien gritaba; ¡Viva la unión! ITÍ n otra parte se armó un tiberio cntre. dos grupos rivales, y según leo en el telegrama, los numerosos contendientes se arrimaron ¡sendos estacazos! Esto es lo que se llama el orden del desorden; porque en medio de la natural confusión, es admirable. el hecho de que EL CARLOS V ACABANDO DE ENTRAR EN EL DIQUE los estacazos se distribuyeran tan metódicamente. ¡Sendos Pero en esto, como en muchas otras cosas, da la picara ca- estacazos! ¡A cada uno el suyo y nada más! donde acafian ae verificarse las pruebas con un éxito feliz. A menos que alguno en eJ calor de la refriega diera impenEl acorazado. Carlos. V ha entrado en. él, y seguidamente se sualidad de que andan divididos los pareceres. ha desaguado- y, elevado, poniendo. en seco y al fácil alcance Hay muchos que siempre han sido unas fieras para el des- sadamente un estacazo en el Diccionario de la Lengua, hade las. manos obreras su enorme casca. canso, discípulos aventajados del célebre P. Quieto, que pro- ciendo un cardenal al adjetivo. ¡Que todo pudiera ser! Las fotografías, que publicamos, daa exacta idea de ias ope- fesan la piadosa doctrina de tMcfai mache se ha hecho para raeíones veriificadas- en: eJnuevo dique con. el citado acorazada. dermir y. el día para descansar. Estos no se satisfacen con el CAKLOS LUIS ai CUENCA feSfe fe EL CARLOS V ELEVADO EN EL DIQUE Y EN SECO. VISTA DE PROA Fotografías Buhara EL CARLOS V ELEVADO EN EL DIQUE Y EN SECO. VISTA DE POP descanso dominical, pues estando en posesión del semanal íntegro, le encuentran... ¡ocioso! 1- 7 n todos los días de mí vida no he visto ni espero ver proLos otros, convencidos de que ls pereza es la madre de f. yeeto. de. ley más lógico y consecuente, consigo mismo, todos los vicios, opinan que debemos trabajar incesantemente. que el proyecto de descanso, dominical. Estos siguen la doctrina del otro Padre que decía: Lo decía Canalejas el otro día en el Congreso: Este pro- -Ha dicho el prior que bajemos á la huerta y... que irayecto duerme en la mesa sueño tranquilo. bajen ustedes. J ¿Qué sepiiede pedir á un proyecto de ley de descanso, Líbrenos Dios de caer en estas exageraciones, y sálvese el que empieza por descansar? clásico aforismo in medio virtus. Y como no se puede negar tampoco que e! lugar más proComo nadie me pregunta mi opinión y hasta es muy posipio para un proyecto de ley es la mesa del Parlamento, re- ble que á nadie le importe un bledo conocerla, no puedo resolta que el de descanso dominical está propiamente ¡en su primir mi irresistible deseo de manifestarla. Empiezo por lugar descanso! -No obstante la elocuencia de esta predicación estar conforme con el marido de la seña 1 ita de la Verbena con el ejemplo, hay muchos ciudadanos que no le siguen y de la Paloma, y como él digo que hay que distinguir. que ño descansan hasta lograr el descanso apetecido. En la esfera religiosa, el descanso dominical es un deber, y COSAS EL I N N E N SO XIII. S T) T U T O DE A L F OLAANDANDO ENTRE MUERTE. Ahora que la epidemia de viruela va progresivamente enseñoreándose del vecindario madrileño, cuando los médicos y los higienistas le estimulan para que no desdeñe dolencia tan terrible, y las autoridades ponen mucho de lo que en ellas está para facilitar la revacunación, y un día y otro se está dando la voz de alarma acerca del incremento que adquiere la viruela, ahora es cuando cae en la cuenta que debe revacunarse. Menos mal que al fin lo hace. i I,I MM II 11 mu ni i n i n n- -i Bill l mi H w i mili i! ni i m m- n r- n i r r i i n n i r n i i n r r i- n niinn TminrUüiiHiw