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ABC MADRID 05-03-1903 página 9
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ABC MADRID 05-03-1903 página 9

  • EdiciónABC, MADRID
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ARRERA DE AUTOMÓVILES. PAR 1 SMADRID. La Asociación General Automóvil de Francia ha adoptado una serie de señales para indicar en los caminos á los chaufj eurs las precauciones que deben adoptar en virtud de la topografía del terreno, condiciones de los caminos, peligros, etcétera. Estas señales están trazadas en grandes canelones y sobre fondo negro para que puedan ser fácilmente visibles. En la carrera de automóviles de París á Madrid, que se celebrará como es sabido en Mayo próximo, se utilizarán dichas señales, que son las siguientes: Creímos que por ser la nuestra la tierra de José María, Candelas, Diego Corrientes y tantos otros bandidos célebres, España tenía la exclusiva en punto á audacia y á ingenio para faltar al séptimo de los mandamientos. A todo hay quien gane. Timos variados y hasta bonitos se registran en España, pero pocos habrá tan aparatosos como el que han realizado en San Petersburgo varios de los discípulos que Caco tiene en aquel país. Dos damas, guapas ellas y elegantes, vestidas con riquísimas pieles, llegaron en lujoso trineo A HIGIENE EN MADRID. NUEVO tirado por magníficos orloffs al establecimienLABORATORIO MUNICIPAL. NUE- to de Fabergé, famoso en la capital del Imperio VAS FUENTES. por su gran joyería, la mejor de la gran MorsLo que principalmente necesita Madrid- -nos decía el kaia, que viene á ser, como quien dice, la calle de alcalde S r Marqués de Portago hace dos meses en la Paix ó la Carrera de San Jerónimo de San Peuna entrevista de la que publicamos una relación en tersburgo. El lacayo, de gran uniforme, se tiró A B C- -es higienizarse. del pescante, se descubrió y abrió la puerta de la Eso dicen todos los médicos; eso repite todo Madrid; joyería á las damas distinguidísimas, guapísimas, eso pensamos nosotros, que en el ejercicio de nuestra perfumadísimas, etc. profesión tenemos que verlo todo, ofreciéndosenos freIndudablemente, eran dos grandes señoras... cuentes ocasiones de observar cuadros de miseria que Pidieron joyas, y sobre la aterciopelada mesa producen espanto. También dijo el Alcalde y ha repetido en un diario brillaron con sus perlas y pedrerías diademas y con posterioridad, que con un presupuesto de nueve mi- collares por valor de 5o.000 rublos. ¿Usted conocerá á mi marido? -dice una de llones de pesetas no puede el Ayuntamiento hacer milagros. las damas al joyero, citando el nombre de un banCierto. Pero el tiempo pasa, los Gobiernos no hacen quero muy conocido en todo el Imperio mosconada por resolver la cuestión... y las estadísticas demo- vita. gráficas contienen cifras verdaderamente aterradoras. ¡Ah, señora! -contesta el comerciante con No todo ha de ser formular cargos al Ayuntamiento una de sus más bondadosas sonrisas- ¿quién no de Madrid. Dos buenas obras relacionadas con la higienización tiene entre manos: la instalación de un nuevo le conoce, de nombre al menos? -Pues quisiera telefonearle- -agregó la dama, Laboratorio Químico Municipal y la de fuentes públicas- -porque tengo miedo de que le parezca excesicon filtros. De una y otra hemos pedido noticias al Director del vo el gasto que hago. Laboratorio, Sr. Chicote, cuya actividad y cuyos buenos Se dirige al teléfono del establecimiento; pero servicios reconoce el vecindario. cambiando de pronto de idea, dice: El Laboratorio, instalado en la calle de Bailen, se- -No; me parece mejor que las vea. Así le inaugurará muy pronto, quizá en este mismo mes. En- convenceré mejor. Llevaré á casa las joyas y tonces será ocasión de hablar de él, bastando decir ahora que muy poco ó nada tendrá que envidiar á los mejores volveré antes de media hora, esperándome aquí del Extranjero. Hoy mismo, establecido y todo en un mi hermana (la otra gran dama) Con tan rico rehén, el comerciante no vacila. caserón arrinconado de la calle Imperial, cuenta con cuanto de moderno y necesario exige la ciencia. La or- La banquera sube al trineo. El mismo joyero la ganización es excelente, y merced á ella se ha logrado lleva hasta el carruaje los estuches. atajar mucho el fraude que antes se realizaba á costa de- ¡A casa! -grita la dama. El trineo sale con la Ja salud pública en Madrid. Se ha acabado con los ma- velocidad del rayo calle arriba ó calle abajo, que taderos clandestinos. La inspección químico- facultativa para el caso es lo mismo. He aquí ahora ia explicación de estas señales: 1. Pendiente próxima. 2. Cuesta próxima. 3. Vuelta y su dirección. 4. Vuelta y su dirección. 5. Vuelta rápida cuesta arriba. 6. Vuelta rápida cuesta abajo. 7. Camino con ondulaciones. 8. Valla de ferrocarril. 9. Túnel. 10. Paso á nivel inferior. 11. Baches. 12. Camino en mal estado. 13. ¡Cuidado! Hay peligro. 14. Zig- zag entre abismos. 15. Localidad próxima. Por lo que respecta á España, se nos figura que el cartelón q je más habrá que poner, sobre todo desde el Ebro para acá, porque las carreteras son del Estado, y así están ellas, será el señalado con el número 12. Pasan diez, veinte, treinta, cuarenta minuto: El joyero empieza á mostrar impaciencia. La dama no sabe ocultar su inquietud. ¡Me extraña tanta tardanza! -dice él. -La habrá sucedido algún accidente. De seguro... En esto se para delante de la puerta un carruaje. Se apean dos caballeros y penetran en la joyería. ¿Han estado aquí comprando joyas dos señoras? -pregunta uno. -Sí, -contesta el vendedor, creyendo que el banquero envía al cajero y al secretario á satisfacer el importe de las alhajas llevadas por su señora. ¡Desdichado! Ha sido usted víctima de un robo. Esas damas eran dos glandes ladronas. Bota el joyero, pero cogiendo por un brazo á El Ayuntamiento de Madrid no hará mal papel en el próximo Congreso Médico Internacional convocado para la señora que trataba de evadirse, exclama: el próximo Abril, presentando su nuevo Laboratorio, la- -Aquí está una de ellas. organización de su Beneficencia, y sobre todo su presu- ¡Ah! ¿es ésta? En efecto... las señas... puesto de 9.000.000 de pesetas para proveer á todo. El Señora dése usted presa; en nombre de la ley que no le hará muy lucido será el Gobierno, que no tenla detenemos. drá medio hábil de justificar el abandono en que tiene á La dama sufre un ataque de nervios. Mientras la capital de España... y á las cuarenta y ocho provinuno de los caballeros carga con ella y la mete en cias restantes. el coche, el otro dice al comerciante enseñándoLas fuentes públicas, de las que también nos habló el doctor Chicote, constituirán una mejora útilísima para le un documento: Madrid. Se ha iniciado un concurso libre para proveer- -Somos jefes de la policía imperial secreta. de diversas fuentes con filtros á la villa. Algo y aun mu- Vaya usted en seguida á la comisaría del distrito cho podría hacerse en la cuestión del agua, pero los Go- con una lista de las joyas y de sus precios. Por biernos, ¡siempre los Gobiernos! imposibilitan toda ini- fortuna para usted, hemos llegado á tiempo... ciativa municipal. Madrid gastó muchísimo dinero en Y saliendo á la calle y entrando en el carruaje, proporcionarse agua, pero el Estado se incautó un día de todo, y hoy el agua que bebemos no es de Madrid, es donde ya están su compañero y la cómplice del robo, dice al auriga: del Gobierno. -A la comisaría... De prisa. De todo lo apuntado se deduce que se adelanta algo En cinco minutos el comerciante hace la lista en materia de higiene, que Madrid no es por fortuna lo ds los objetos que se llevó la falsa gran señora, t que era hace algunos años. Y sin embargo, hace pocos días un concejal, médico toma un coche, vuela á la comisaría... y en la coreputado que ha viajado mucho y ha vivido largo tiempo misaría le toman por loco. en Marruecos, decía: ¡Qué comisarios, ni qué robo, ni qué naranjas- -He asistido á enfermos marroquíes cuando la peste de la China! y otras epidemias asolaban aquel país; he presenciado Señoras, lacayo, comisarios y cochero, consticuadros de miseria; he practicado muchas autopsias... No he perdido el estómago hasta que, siendo concejal de tuían una sociedad de estafadores y habían reaiiMadrid, he visto lo que voy viendo en mis visitas de zado, felizmente para ellos, un timo con tanta hainspección. bilidad y mise en scene preparado. ÁNGEL MARÍA CASTELL AEMECE establecida en los fielatos ha acabado con gran parte de las falsificaciones alimenticias. También en punto á higienización del caserío se ha conseguido no poco, merced al servicio de desinfección. La higiene va penetrando en las casas y en las costumbres, muy lentamente, eso sí; pero algo es algo. La mortalidad en Madrid ha disminuido de cuatro á cinco años á esta parte del tipo medio de 34 á i 8 ó 29. Tiene la villa y corte condiciones desfavorables para su salud, que no pueden rectificar ni un Laboratorio ni un Ayuntamiento. La falta de arbolado, que tanto influye en los cambios de temperatura porque los vientos fríos de la Sierra se enseñoreen en la villa, no es fácilmente remediable para municipales manos, y, sin embargo, en la conciencia de todo el mundo está que á ese enorme contingente que las enfermedades del aparato respiratorio dan á la estadística n e g r a contribuye la situación topográfica de Madrid, su altitud y la ausencia casi total de vegetación en sus alrededores. LA FRONTERA. LOS A TRAVÉS DELADRONES GRANDES Retazos higiénicos. y 1 ue desgaste tanto a vista como el escribir, y más aun ESCRITORES cuando se escribe con luz artificial. Los que se dediquen á estos trabajos (hombres de ciencia, literatos, publicistas, redactores, de periódicos, etc. si no quieren ser víctimas de la miopía ó de la presbicia, deben escribir sus trabajos con arreglo á la siguiente higienización del aparato visual: 1. El papel que se destine á la escritura no debe ser blanco, porque es nocivo; deben usarse siempre cuartillas de color agarbanzado ó amarillo claro. i. a El tamaño de. las cuartillas debe ser pequeño (16 centímetros de largo por 11 de ancho) y los renglones se escribirán á lo ancho, lo más corto posible, para dar descanso á la vista frecuentemente de renglón á renglón. 3. Sobre la mesa de escribir deberá colocarse una bayeta ó hule de color azul obscuro, y encima de él las cuartillas, mejor dicho, octavas. 4. Cuando se trabaje de día, que es lo más sano para la vista, la luz será, ó deberá ser, cenital; pero si esto no es posible, adóptese la luz de frente ó la lateral izquierda. 5. Si se escribe con luz artificial (la eléctrica es la mejor) se procurará que el foco luminoso se halle suspendido del techo sobre la mesa escritorio y á una altura de un metro sobre la cabeza del que trabaja; en este caso la lámpara deberá tener una intensidad lumínica de dieciséis bujías. 6 V Cuando el foco luminoso esté situado en lámpara de sobremesa, deberá estar colocado á una altura mínima de 5o centímetros de la tabla del escritorio, con una bombilla de diez bujías. 7. Se usarán tulipas circulares y semiplanas de cristal blanco. 8. El cristal de las lámparas eléctricas ó bombillas deberá previamente teñirse con una débil disolución alcohólicoacuosa de anilina azul, á fin de que el tono de la luz resulta ligeramente azulado. Estos preceptos constituyen el A B C, como si dijéramos lo más primordial, en materia de higienización óculo- visual ú oftálmica. DOCTOR CORRAL Y MAIRÁ DE H 1 G 1 EN 1 ZACION LOS LA V I S T A EN N a d a ha ONSEJOS PRÁCTICOS. UNA IDEA POR SEMANA El único medio de conservar la buena forma del calzado, evitando los pliegues que se forman en el cuero por la humedad ó por el movimiento de los pies, es poner cada bota dentro de una horma cuando nos descalzamos; pero no todo el mundo puede permitirse esos lujos. Hay otro recurso más económico é igualmente práctico. Consiste en emplear un palo ó un pedazo de madera redondo ó cuadrado poco menos largo que la bota, y cuyas extremidades deben cubrirse con unas pequeñas bolas de algodón en rama recubiertas con un fragmento de tela y sujetas coi- un hilo en la forma que indica nuestro dibujo. 1

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