Archivo ABC
ArchivoHemeroteca
ABC CORDOBA 09-12-2018 página 68
ABC CORDOBA 09-12-2018 página 68
Ir a detalle de periódico

ABC CORDOBA 09-12-2018 página 68

  • EdiciónABC, CORDOBA
  • Página68
Más información

Descripción

68 CULTURA DOMINGO, 9 DE DICIEMBRE DE 2018 abc. es cultura ABC El legado de los Vaca de Alfaro, una dinastía singular La familia cordobesa que supo unir arte y ciencia Los Vaca de Alfaro fueron médicos, poetas y pintores del Siglo de Oro y sus miembros tuvieron lazos estrechos Góngora o Velázquez FÉLIX RUIZ CARDADOR CÓRDOBA U NA tranquila placita, casi que un ensanche de la calle Osario, recuerda hoy en Córdoba a la ilustre familia de los Vaca de Alfaro. La preside actualmente un busto de Lagartijo circunspecto, pero lo cierto es que ahí tuvieron su vivienda, de la que ningún vestigio queda, los miembros de esta dinastía en la que se fundió como en pocas el amor por las ciencias y las artes. Varias generaciones encadenadas con las que se pueden recorrer las postrimerías del siglo XVI y el XVII, pues los miembros de esta familia tuvieron entre sus amistades a lo más granado de su tiempo, desde Luis de Góngora hasta Diego Velázquez. Vaca de Alfaro son por ello apellidos muy cordobeses en los que resuenan con fuerza el Siglo de Oro español y los afanes artísticos e intelectuales de la época. Del origen de esta familia ya dio cuenta en el siglo XIX Luis María Ramírez de las Casas- Deza en sus genealogías de las casas ilustres cordobesas. Contó allí que la llegada de los Vaca de Alfaro a Córdoba sucedió con la Reconquista, en el avance de los Reyes Católicos, y recordó la hornacina funeraria que la familia tuvo en la iglesia de Santa Marina. Más a fondo, y de forma reciente, ha estudiado también la histo- ria de esta dinastía la biógrafa del doctor Enrique Vaca de Alfaro (1635- 1685) María de los Ángeles Garrido Berlanga. Ella, con buen pulso literario, ha llegado a reconstruir en su sus trabajos no sólo la biografía del insigne autor de la La lira de Melpómene sino la de un linaje que estuvo mezclado con la flor y nata de la intelectualidad de su tiempo. El primer gran personaje científicoliterario de esta familia es el primer Enrique Vaca de Alfaro, que nació en 1592 y falleció en 1620, según el relato de la historiadora Garrido Berlanga. Hijo del médico Juan Rodríguez de Alfaro, se crío en Córdoba pero desarrolló sus estudios en Sevilla, donde entró en el círculo de amistades del pintor Francisco Pacheco. De vuelta a su tierra de origen, se dedicó a la Medicina y escribió tratados médicos, pero sin dejar nunca el contacto con los intelectuales y cierta vocación literaria que lo llevó a concurrir a diferentes justas o concursos. Luis de Góngora llegó a dedicarle un poema para que sirviese de prólogo a uno de sus libros científicos, destinado a las técnicas que había en aquel momento para curar las heridas de la cabeza. Murió joven, a los 28, pero dejó un hijo, Francisco, en el que que habrían de pervivir sus pasiones. Adelantado a su época Enrique Vaca de Alfaro, el nieto, en retrato de Juan Valdés Leal (arriba) y su obra Le lira de Melpómene Este descendiente sería conocido en Córdoba como Francisco de Alfaro, boticario y según algunos testimonios hombre culto y de notable ingenio. No estudió Medicina como el padre ni llegó tan lejos, pero, tras casarse con Melchora de Gámez, frecuentó los contactos con los intelectuales del momento y mantuvo viva la llama de la ilustración. De ahí precisamente beberían sus dos hijos, quizá los más ilustres de la dinastía. De una parte el doctor en Medicina y poeta Enrique Vaca de Alfaro, que lució siempre el nombre de su abuelo, lo que acabaría produciendo frecuentes errores historiográficos. De otra, el pintor Juan de Alfaro (1463- 1480) alumno y biógrafo de Velázquez y notario del Santo Oficio. Enrique Vaca de Alfaro siguió los pasos del admirado abuelo y estudió en Sevilla en au juventud. Con mayores ambiciones o posibilidades que su antepasado, acabó sin embargo doctorándose en la Universidad de Salamanca. Volvió para ejercer en Córdoba y aquí desarrolló, además de la Medicina, una intensa labor literaria que le llevó a a entregarse tanto a la poesía como a la prosa. Como era costumbre en su familia, frecuentó los cenáculos artísticos, de lo que da cuenta el retrato cordobés que de él se conserva, un trabajo que hizo el pintor sevillano Juan Valdés Leal en su etapa cordobesa. El doctor Vaca de Alfaro dedicó sus versos a tema religiosos como la Inmaculada y también a asuntos como los festejos taurinos que se celebraron en 1669. En prosa abordó por ejemplo el tema de la aparición de la Virgen de la Fuensanta y su Los personajes Enrique Vaca de Alfaro El abuelo. Amigo del pintor sevillano Francisco Pachecho y de don Luis de Góngora y su círculo. Estudió Medicina y publicó a lo largo de su vida varios tratados de su especialidad. Tuvo sin embargo intereses literarios y artísticos y de ahí sus amistades. Murió joven, antes de la treintena. Francisco de Alfaro Hijo de Enrique. Nació siendo su padre muy joven y fruto del romance del progenitor con una chica a la que luego su familia rechazó. Se desempeñó como boticario y, aunque no alcanzó los estudios de su padre, sí que mantuvo las amistades de su progenitor y le trasladó a todos sus hijos su amor por las artes. Enrique Vaca de Alfaro El nieto. Doctor en Medicina en la Universidad de Salamanca y que ha quedado para la posteridad en el retrato que de él hizo Juan Valdés Leal. Escribió poemas y textos en prosa. Cuando murió, a los 50 años, dejó una estupenda biblioteca con más de 300 ejemplares y cuyo registro ha llegado a nuestros días. Juan de Alfaro Hermano del anterior. Pintor formado con Antonio del Castillo y posteriormente con Diego Velázquez, al que le dedicó una biografía y al que tiempo le hizo un dibujo en su lecho de muerte. Fue notario del Santo Oficio y le valoraban en su tiempo principalmente su capacidad para los retratos. También muchas obras de tema bíblico.

Te puede interesar

Copyright (c) DIARIO ABC S.L, Madrid, 2009. Queda prohibida la reproducción, distribución, puesta a disposición, comunicación pública y utilización, total o parcial, de los contenidos de esta web, en cualquier forma o modalidad, sin previa, expresa y escrita autorización, incluyendo, en particular, su mera reproducción y/o puesta a disposición como resúmenes, reseñas o revistas de prensa con fines comerciales o directa o indirectamente lucrativos, a la que se manifiesta oposición expresa, a salvo del uso de los productos que se contrate de acuerdo con las condiciones existentes.