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ABC CORDOBA 18-11-2018 página 17
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ABC CORDOBA 18-11-2018 página 17

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ABC DOMINGO, 18 DE NOVIEMBRE DE 2018 abc. es opinion OPINIÓN 17 VIC EL ESTILITA JAVIER TAFUR VAMOS A DEJAR LAS COSAS COMO ESTÁN Ninguna campaña va a modificar esa tendencia clara que existe en Andalucía L PRETÉRITO IMPERFECTO han llevado a la práctica como no podía ser de otra manera: de la forma más burda e hilarante. Sin buscar el consenso y, por supuesto, sin escuchar a la calle... aunque ésta ya se manifiesta en cualquier muestra aleatoria que se haga con el rechazo anclado en diferentes motivaciones: ni es lo prioritario ni les interesa- -ni puede que en muchos casos sepan quiénes eran los protagonistas ni nadie les va a imponer cómo llamar a sus calles. A las que llevamos en nuestro interior, a las que hemos aprendido a querer tras jugarlas, pasearlas, recordarlas, vivirlas, sufrirlas o disfrutarlas por cualquier detalle o añoranza. A las que forman parte de nuestro paisaje familiar, sentimental, comercial, ciudadano... hasta de tristezas. Es la mejor resistencia civil frente al atropello de la individualidad. A fin de cuentas, y eso ocurre mucho en los pueblos, todas las calles han tenido siempre una doble vida, y casi siempre la no oficial suele ser la más atractiva. Toda la parafernalia (y coartada) de la pseudoparticipación ciudadana nos ha tenido entretenidos durante unos meses hasta que la concejala que tiene más de 110 millones de euros en las arcas municipales mientras la ciudad está parada sacó un folio manuscrito con los nombres que recibirán esas trece vías en unas semanas. Ordeno y mando, como en el fondo gusta. Y aquí paz y mañana gloria para hacerse la foto en la calle Cruz Conde, que ahora en el nomenclátor de mármol pasará a ser Foro Romano, si puede ser en plena campaña electoral de los comicios regionales y contentar así a la parroquia. O para marcarse unas bulerías en la avenida del Flamenco (vulgo Vallellano) O para recordar en Cañero las gestas en pro de los Derechos Humanos acaecidas en el estalinismo, el castrismo o el bolivarismo chavista durante el pasado siglo XX y el presente. La guinda al pastel se lo ha puesto la alcaldesa, Isabel Ambrosio, firmando días después un gran acuerdo de geopolítica internacional entre ciudades por la Paz y el Diálogo, donde brillará la concordia que se ausentó el día de las votaciones del callejero en la Gerencia de Urbanismo. Podrán cambiarse los nombres de las calles, pero no la historia de las mismas ni lo que representan. FRANCISCO J. POYATO CALLES CON DOBLE VIDA Podrán cambiarse los nombres de las calles, pero no la historia de las mismas ni lo que representan para las ciudades E l Partido Comunista en Córdoba impulsando el nombre de Derechos Humanos para una plaza en el barrio de Cañero como resultado de la ley de memoria histórica supone un auténtico oxímoron y una muestra de cinismo absoluto. Con todo lo que esa ideología ha hecho con los derechos humanos a lo largo de su historia, no hay memoria que aguante tal sonrojo, aunque la falta de pudor político alcance ya cuotas inimaginables. Como que se mantenga una calle en Córdoba con el nombre de la Pasionaria, si usamos el mismo tamiz, en plena andanada revanchista y callejera. O colocar el nombre de militantes de la cuerda de anteayer- -con todos los respetos para esas personas, como es lógico- El de la plaza de Cañero es uno de los trece casos que esta semana han impuesto en el consejo de la Gerencia de Urbanismo los votos del PSOE, Izquierda Unida y la marca podemita Ganemos Córdoba. Trece calles donde miles de vecinos y comerciantes se verán obligados a cambiar todo registro de su vida ordinaria con el consiguiente coste añadido y la inoportunidad sobrevenida, amén de las preguntas flotantes en sus cabezas para hallar algún sentido en los tiempos que corren a la medida. Socialistas, comunistas y podemitas tenían la legitimidad democrática para hacerlo y lo A derecha andaluza quisiera votar a Casado o Arrimadas, que además es de Jerez, pero tiene que conformarse con Moreno Bonilla y Juan Marín. Lo cual es para tomar antidepresivos. No busquen otra razón para que Tezanos haya dicho por primera vez la verdad en una encuesta del CIS. La derecha andaluza está limitada por su trayectoria opositora, desangelada en el caso del PP y equiparable a los partidos títeres de los regímenes socialistas en el caso de Ciudadanos. De hecho, el previsto ascenso de este partido solo demuestra el valor añadido que le ofrece su condición de compañero de viaje. La moderación y la ambigüedad son la garantía de la consolidación de un régimen. Porque son los socialdemócratas y los cuadros dirigentes del PSOE los que van a votar a Marín, siendo los más interesados en que nada cambie. Como es el conservadurismo sociológico, abocado al Virgencita que me quede como estoy, el que va a votar a Susana, que además es de Triana. Es posible, no obstante, que los pocos liberales que deambulan irredentos por estas tierras de María Santísima mantengan su apoyo al PP mientras miran perplejos a sus líderes. Y es probable que alguna juventud desclasada opte por la aparente huida adelante que le proponen los comunistas de toda la vida, ávidos como siempre de formar parte de la nomenclatura. Resulta natural, al menos, que a Vox lo voten los de Córdoba Ecuestre. La suerte está echada. Ninguna campaña modifica una tendencia clara y no lo va a hacer ésta, desanimada como pocas. La señora Díaz lo ha advertido: no crispen y vamos a dejar las cosas como están. Ejerce de madre, de reina madre, y plantea lo propio, el pacto de familia, con una abrazo que lo abarca todo, identificada ella misma como bandera de Andalucía, sin más referentes, sin más compromisos, con ínfulas caudillistas, por la gracia de Dios y con el signo de la Vera Cruz. Hay que lavar los trapos sucios en casa y mirar a los de afuera tras el visillo del qué dirán. Despeñaperros es la cancela del cortijo que no debe ser husmeado. Ella es la casera y los demás debemos ser como mastines perezosos pero fieles. Andalucía tendrá sus defectos, pero son nuestros defectos. Es un nacionalismo de puertas adentro, pero tan efectivo como el de las embajadas. Lo peor es que los andaluces parecen decididos a seguirle la corriente. Todos estamos incursos en el síndrome identitario; con mayor o menor virulencia, eso es cierto. Pero no nos asombremos de que no reaccionen los catalanes ni los vascos, si nosotros, a nuestro nivel, tampoco somos capaces de hacerlo. España acabará siendo una república federal de estados totalitarios. Cada uno con su corrupción, sus putas, sus fiestas tradicionales y su pueblo complaciente. Tanto es así que el amigo Moreno, en un ridículo ejercicio de excusatio non petita, ha firmado ante notario su resuelta decisión de no apoyar a Susana. ¿Alguien lo dudaba? ¿Tú también, Juanma?

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