ABC CORDOBA 24-10-2018 página 70

70 DEPORTES MIÉRCOLES, 24 DE OCTUBRE DE 2018 abc. es deportes ABC Aún hay constantes vitales en el Madrid de Lopetegui Sufrida victoria contra el Viktoria, que acabó atacando. El equipo blanco volvió a estar fallón en el área. Marcelo puede perderse el clásico del domingo HUGHES MADRID REAL MADRID 2 VIKTORIA PILSEN Hruska Reznik Hejda Hubnik Limbersky Hrosovsky Prochazka (65) Havel (76) Cermak Petrzela (86) Krmencik Horava (65) Ekpai (76) Reznicek (86) 1 U n Madrid voluntarioso y todavía fallón que respondió a su entrenador. Era difícil no ver un mensaje en el equipo de Lopetegui: Lucas de lateral y Odriozola al banquillo, con el resto de fichajes del verano. El Madrid comenzó con un palo de Ramos al remate de un córner. La debilidad del Viktoia por alto refrenó un poco su insolente empuje inicial. Llegaron por la banda que cubría casi en solitario Lucas. El 11, Petrzela, se quedó solo ante Navas, que le paró el inocente tiro. De la inocencia de ese futbolista checo vivió el Madrid en la primera parte. Lucas sufría en defensa, pero al instante respondió con un pase templado al segundo palo para Benzema, que marcaba después de un mes de absentismo. El gol despertó pequeños conatos de euforia en el estadio. Gente aplaudiendo de repente. Benzema tenía ganas, era el mejor del equipo y estaba despierto y vibrante en la medida de lo posible en los desmarques. Se ofrecía como líder del equipo. Y el gol venía de un aprovechamiento más cínico de los espacios por parte del Madrid. Sin tocar hasta abortarse los espacios ni el oxígeno. Se echaba un poco atrás, se regalaba espacio para un Bale centrado. En ataque casi era un 3- 5- 2 con Casemiro atrasado y Lucas dueño de toda la banda derecha. K. Navas L. Vázquez Nacho Ramos Marcelo Casemiro Modric Kroos Isco (54) Bale (75) Benzema (88) Valverde (54) Asensio (75) Mariano (88) GOLES 1- 0, m. 11: Benzema; 2- 0, m. 55: Marcelo; 2- 1, m. 78: Hrosovsky. EL ÁRBITRO Orel Grinfeld (Israel) Amonestó a Limbersky, Isco, Kroos y Sergio Ramos. sión clara. En el 36, Isco la pifió por barroquismo solo ante el portero. El peligro llegó más por episodios particulares de presión que elaborando el juego. El equipo estaba voluntarioso y el público no protestaba. Como el juego no era bueno, empezaron a verse conatos de guerreo personal, apelaciones al agonismo que levantaron algunos aplausos. Una carrera, un tackling... Pero nada era ligado, nada era constante. El Madrid caía en una especie de tristeza, de falta de estímulos. Una depresión deportiva que no es muy distinta, si hemos de ser juntos, a lo que el Madrid ha estado haciendo los últimos años a estas alturas de temporada. El partido no estaba resuelto y, en el 43, Petrzela falló un gol cantado frente a la portería tras un pase desde la derecha, superado Marcelo como tantas veces. El estadio, que había estado entre átono y animoso, ya sí, le dedicó al equipo una sonora pitada con la que se fueron al descanso. Nadie pitó a Lopetegui. Tampoco le aplaudió nadie. La grada de animación no le dedicó cántico alguno. Malestar y sospecha Dudas con Marcelo El lateral brasileño sufrió una fuerte entrada en su tobillo y abandonó el campo cojeando Debut de Valverde El joven medio uruguayo entró en la segunda mitad y participó en la jugada del segundo gol La cosa (el malestar y el estado de sospecha) se agravó al volver del descanso. El Viktoria siguió atacando, aprovechando la debilidad madridista a la espalda de los laterales o en balones largos y los fallos de Bale y Benzema ya despertaban pitidos de irritación. Lopetegui no esperó mucho para hacer cambios y en el 54 debutó Valverde. La entrada no le vino mal al Madrid. Inmediatamente recuperó un balón y se fue hacia el área. Marcelo terminó la combinación con el 2- 0. Valverde es casi un niño, pero tiene una zancada de pura sangre y es un jugador físicamente con- Dos contra uno Eso provocó algún desequilibrio porque si el lateral checo subía (y en un par de ocasiones subió) Lucas se encontraba en un dos contra uno. Eso sucedió en una peligrosa ocasión del minuto 30. Merece la pena insistir en la inocencia checa. El Madrid tuvo algunos minutos de juego en estático alrededor de Isco. Estériles. Ni él ni Bale, torpe en el regate corto y el control, el inspirado era Benzema. En el 31 le pudo dar a Bale un gol cantado, pero no lo vio. No fue la única oca- Colíder de grupo empatado con la Roma, que venció (3- 0) al CSKA Era muy importante amarrar los tres puntos de casa ante el Viktoria Plzen porque cualquier otro resultado metía en serios problemas al equipo blanco en Europa. De hecho, dos de los tres partidos que les quedan a los de Lopetegui son fuera de casa y el partido en el estadio Santiago Bernabéu será contra el CSKA de Moscú, el equipo que vapuleó a los blancos en la jornada anterior. El triunfo blanco, unido al de la Roma por 3- 0 ante el CSKA deja al Madrid como colíder del grupo, aunque los italianos mandan gracias a una mayor diferencia de goles. Los de Eusebio di Francesco se fueron al descanso con una cómoda ventaja gracias a los dos tantos de Dzeko y sentenciaron el duelo gracias al gol de Under en el minuto 50. sistente que la suelta en cuanto la tiene. Mejoró las condiciones de vida de Marcelo. El Madrid se avivó con el gol y la transfusión de sangre joven (Valverde podría ser el Kovacic de Lopetegui) Jugó unos buenos minutos. De la depresión se pasó a una moderada alegría que en algunos momentos pareció hasta vitalidad. Modric regaló algún detalle, Kroos ya estaba jugando un buen partido. Aunque no tuvo su noche, fue una buena cosa que Lopetegui centrara más a Bale, que debe aportar todo lo que tiene en el área. En los minutos 68, 69, 71 y 74 estuvo a punto de hacer un tercer gol que el Madrid buscaba y merecía. Bale, progresivamente conectado con el equipo y el partido, se llevó una ovación al ser sustituido. El humor general había cambiado y el gol del Viktoria se recibió con presencia de ánimo. Fue del peligroso Petrzela, entrando esta vez por el centro. El Viktoria llegó a quedarse con la pelota, pero el peligro lo llevó realmente al tobillo de Marcelo, retirado tras una fuerte entrada. Hubo pitos al final con un Madrid bajo mínimos.