ABC CORDOBA 08-10-2018 página 69

ABC LUNES, 8 DE OCTUBRE DE 2018 abc. es deportes ABCdelDEPORTE 69 Jornad 8 Liga Santander Cuarto tropiezo liguero de los culés SERGI FONT Correa desarma al toque La fe atlética y los cambios de Simeone anulan el fútbol combinativo del Betis JOSÉ CARLOS CARABIAS MADRID Un espejismo. La exhibición europea ante el Tottenham no tuvo continuidad en la Liga, donde el Barcelona defiende un título que parece que ha dejado de importarle. El empate en Mestalla supone el cuarto partido consecutivo sin ganar en el torneo doméstico, lo que se traduce en el peor inicio desde la temporada 2005- 06, una campaña en la que los azulgranas acabaron ganando el título pero en la que no transmitieron las debilidades actuales. Tres empates (Gerona. Athletic y Valencia) y una derrota ante el Leganés les ha supuesto la pérdida del liderato liguero. Hay que destacar también el nuevo descarte de Malcom, el tercero consecutivo, un claro mensaje de Ernesto Valverde a la directiva azulgrana, que no dudó en invertir poco más de 40 millones en el brasileño sin su permiso. Un nuevo incendio para el club culé. nes que animaban al Valencia. Desgaste, cansancio o falta de concentración. Tal vez una mezcla de las tres cosas, que abrían el partido innecesariamente. Menos ritmo en ataque, los de Valverde funcionaban a golpe de arreón, sin continuidad: necesitaban gasolina, piernas frescas. Dembélé en el 64 empezó a calentar. Coutinho pudo marcar en el 74, pero estaba demasiado cansado para tomar la correcta decisión y se dejó robar el balón cuando todo lo tenía a favor para el gol. Valverde esperaba y esperaba para hacer los cambios. El Barça se enredaba en larguísimos y estériles ataques, sin encontrar la solución, o sin hallar las fuerzas cuando por fin la encontraba. Finalmente en el 82 entró Dembélé por Coutinho. En el 87 Rafinha sustituyó a Arthur pero de nada sirvió y el Barcelona no supo concretar su notable dominio en Mestalla. Fue un intenso duelo de voluntades y estilos. El fútbol combinativo y de toque del Betis y el brío sin desmayo del Atlético, su fe en el esfuerzo y el juego concreto. Nada estuvo escrito durante muchos minutos en un duelo equilibrado que desnivelaron la tenacidad de los rojiblancos y un gran derechazo de Correa. El Atlético navega con el viento a favor. Un vistazo a los banquillos ilustraba la naturaleza del partido. En un rincón, la batidora de Simeone, brazos, cabeza, pies y manos en agitación permanente, gritos, imprecaciones, plegarias de velocidad a los recogepelotas del Wanda que no dan abasto... En la otra esquina, Quique Setién, las manos en los bolsillos del pantalón oscuro, rictus inmutable, alguna indicación sin alterarse, cachaza incluso para protestar. Setién era un futbolista lento de movimientos y rápido de mente, toque sutil y técnica depurada. Simeone era electricidad pura, kilómetros y sudor en el campo, ronchas de piel, presionante hasta aburrir... El Betis se plantó en el Wanda con las manos en los bolsillos y esperó. Prohibido el pelotazo, obligatoria la combinación aun a costa de asumir todos los riesgos, el control del balón siempre hacia adelante, de cara al enemigo. El Atlético, que conocía la tarde que se venía, empezó echando espuma por la boca, persiguiendo rayas verdes y blancas, metiendo pierna, cargando el hombro. Correa en el momento de golpear para realizar su gol ante el Betis EFE 1 ATLÉTICO Oblak Juanfran (73) Godín Lucas Filipe Rodrigo Koke Saúl Lemar (56) Griezmann Kalinic (65) Correa (56) Thomas (65) Arias (73) GOL 1- 0, m. 73: Correa. 0 BETIS Pau López Mandi Bartra Sidnei Junior Francis (80) Guardado (16) Lo Celso Canales Joaquín (65) Loren W. Carvalho (16) Tello (65) Sanabria (80) Lucha exasperante El partido amaneció como se esperaba y derivó en una lucha equilibrada, pero exasperante para el Atlético, cuyo energía se explaya ante enemigos técnicos y asociativos como el Betis. La calidad de los verdiblancos no parecía tan propicia como plantear un ritmo tan solemne de toque, pero Setién lo lleva por bandera. Loren tuvo el gol en el minuto 4, tres pases intrépidos desde su defensa hasta el hueco entre los centrales rojiblancos, y el tiro descolocado ante Oblak. Fue la única señal del Betis, que aplicó una suerte de anestesia al encuentro. Simeone dio minutos a Kalinic, el delantero croata que llegó del Milán. El primer tiempo lo aprobó con dificultades, lenta su arrancada y su manual de gestos, profesional en la protección del balón, algo carente del colmillo que se exige a un delantero del Cholo. Dejó un gran detalle de eficacia en el movimiento: un potente zurdazo girando a media vuelta con el SEVILLA CELTA 2 1 Liderato para un Sevilla lanzado Los andaluces llevan cuatro victorias en las cuatro últimas jornadas ligueras y se colocan líderes después de un inicio de campeonato algo irregular. Sarabia y Ben Yedder encendieron al Pizjuán y Boufal, con un golazo, redujo distancias para un Celta que se diluye. EL ÁRBITRO Undiano Mallenco (C. Navarro) Amonestó a Juanfran, Godín, Filipe, Arias, Saúl, Lucas, Júnior, Bartra y Canales. zaguero a su espalda que repelió el poste. Luego tuvo otra, en una llegada hilvanada que detuvo Pau López. Un 5,5 en una escala de 10. El Betis pretendió usar el cloroformo durante noventa minutos, pero el Atlético se negó a recibir esa cicuta. Frente a la posesión sin profundidad, replicó Simeone con una rosca más de presión. Atornilló a su contrincante cerca de su portero y exprimió el físico de su equipo con tres sustituciones para el análisis. Thomas, Correa y Arias entraron por Lemar, Kalinic y Juafran. El Atlético tuvo más nervio, otra marcha frente al fútbol sociedad del Betis, que por momentos ofreció síntomas de agotamiento de modelo. Si el gol no llega ni se le espera, el personal empieza a desconfiar. En el gol atlético sucedió algo de esto. Correa robó el balón en una disputa, tocó rápido sin la hermosura del Betis, le devolvió de tacón Thomas más veloz aún, y el argentino se hizo hueco para aplicar uno de sus mejores disparos en años. Raso, fuerte y pegado al palo derecho. El Betis sintió el vértigo del reloj. Su ritual de pases requería otro impulso y en esa desesperación encontró un casi gol de Mandi (remató de pena) y varios zarpazos rojiblancos (Godín la falló a puerta vacía y más tarde Pau López metió una mano prodigiosa) Con Simeone desbocado, brazos al aire, el Wanda terminó la tarde en una contagiosa sintonía con su equipo. Todo el mundo había entendido la dificultad del triunfo.