ABC CORDOBA 07-09-2018 página 52

52 SOCIEDAD VIERNES, 7 DE SEPTIEMBRE DE 2018 abc. es conocer ABC Doble crimen en Zaragoza Avisen a la Policía Un médico jubilado mata a su madre de 92 años y dependiente, degüella a su esposa enferma de alzhéimer y luego se suicida ROBERTO PÉREZ ZARAGOZA Tres muertes en 4 kilómetros A cabar con su vida tras llevarse por delante la de su nonagenaria madre y la de su mujer, enferma de alzhéimer. Fue la secuencia que, con escalofriante orden, planificó y ejecutó ayer en Zaragoza un médico jubilado, Luis Lasala Mainar. Consumados los dos asesinatos, dedicó sus últimos minutos a dejar cuidadosamente preparada la escena del crimen para facilitar la llegada de las fuerzas de seguridad: antes de quitarse la vida lanzándose por la ventana, este hombre dejó las llaves del piso en la cerradura, y en la puerta plantó una visible nota en la que pedía que se avisara a la Policía. Además, en el salón de la vivienda dejó a la vista un escrito en el que justificaba su letal comportamiento y lo relacionaba con el estado de salud de su esposa. Luis Lasala, aunque ya se había retirado, todavía aparecía en algunas guías de servicios médicos. Su nombre aún aflora en internet como facultativo, y lo hacía junto a su dirección particular, el número 2 de la calle Viñedo Viejo, en el zaragozano barrio de Casablanca. Desde ese cuarto piso en el que vivía con su esposa saltó al vacío. Los vecinos que se toparon con el cuerpo del hombre tendido en la calle dieron la voz de alarma. Eran las ocho de la mañana. No murió en el acto, pero falleció allí mismo muy poco después. El tranquilo barrio de Casablanca, arriba, con vecinos consternados por lo que Luis había hecho. A 4 km, el portal de la vivienda donde apareció el cuerpo de la madre de Luis con las que completar las diligencias. Y fue durante este trámite entre la Policía y una de las hijas cuando se disparó la inquietud al intentar contactar con la anciana en su domicilio y no responder ésta a las insistentes llamadas. Acudieron a la vivienda y comprobaron que también había sido asesinada. Letal viaje de ida y vuelta Entre la calle del barrio de Casablanca y el piso en el que residía la anciana hay una distancia significativa. El primero está junto al Tercer Cinturón, vía perimetral que distribuye el tráfico en Zaragoza; el segundo, en el número 179 de la calle del Coso, en pleno centro del casco urbano. Fue el criminal recorrido de ida y vuelta (unos 4 kilómetros) que tuvo que hacer el homicida para cometer los dos asesinatos consecutivos. Luis y Dolores (o Lola, como siempre se le llamaba) eran un matrimonio muy conocido en su vecindario, en un tranquilo barrio residencial de Zaragoza, en el que también ejercieron la medicina. Ella tenía 68 años; él, 67. Dolores se jubiló como pediatra en el Centro de Salud situado a escasos metros de su casa, en la que ayer fue asesinada. Para los vecinos que los conocían, eran un matrimonio normal que nunca había dado que hablar por incidentes domésticos. Era una pareja querida por todos decía ayer uno de los residentes. Otros explicaban que la víspera habían coincidido con el matrimonio. Ella era una persona muy cercana, y especialmente cariñosa con los niños remarcaron. Sentía vocación Dejó las llaves en la puerta Enseguida se comprobó que no había sido únicamente un suicidio. En la puerta de la vivienda estaban las llaves puestas y un elocuente cartel: Llamen a la Policía Cuando los agentes entraron en el piso encontraron el cuerpo degollado de la esposa, Dolores Mínguez Herrero. La había acuchillado hasta la muerte, al igual que a su madre. Escasas horas después, antes del mediodía, en otro piso del centro de Zaragoza la Policía halló el cadáver de la madre del homicida. El cuerpo de María Mainar, de 92 años, presentaba evidentes signos de violencia. Todo apunta a que Luis Lasala acudió primero a matar a su madre, luego regresó a casa a asesinar a su esposa y, tras consumar el doble crimen, dejó las no- tas, colocó las llaves en la puerta y se quitó la vida. El cadáver de su nonagenaria madre fue hallado tras comprobar que la anciana no contestaba a las llamadas. Luis Lasala y Dolores Mínguez tenían dos hijas. Las dos son también médicos. Una de ellas ejerce en Zaragoza y la otra fuera de la capital aragonesa. Siguiendo el procedimiento habitual, la Policía contactó inmediatamente con los familiares directos para comunicarles lo ocurrido y cumplimentar las protocolarias tomas de declaración Estado mental En el vecindario se aludía ayer a cuadros depresivos que arrastraba el homicida desde hace algún tiempo Saga de médicos Era una pareja muy conocida en el barrio, en cuyo centro de salud la esposa se jubiló de pediatra