ABC CORDOBA 19-08-2018 página 25

ABC DOMINGO, 19 DE AGOSTO DE 2018 cordoba. abc. es CÓRDOBA 25 Contramiradas Legado histórico Si no revertimos el patrimonio en el turismo, no lo podemos sostener Política municipal Hay un momento sectario en la ciudad donde es la negación de lo anterior Cultura Hay mucho artista cortesano. Al no haber una burguesía culta, ese peso cae en las instituciones FOTOS: VALERIO MERINO Patrimonializó el proyecto. Exactamente. Era uno de los hitos históricos de popularidad. ¿Turismo cultural es agua y aceite? Hay una dualidad mal entendida. No se puede pretender que un arqueólogo sea un gestor turístico. Eso lo hemos vivido en Medina Azahara. La falta de promoción no se le puede achacar al que no está para eso. Cualquier empresa cultural tiene un director y un gerente. Si no revertimos el patrimonio en el turismo no lo podemos sostener. En Córdoba, hay un montón de restos arqueológicos que no tienen hilazón entre ellos. Están sueltos y no hay una cabeza rectora que los organice. ¿El turismo masivo acabará con la gallina de los huevos de oro? Primero que la gallina no está poniendo huevos. Córdoba está muy lejos del turismo masivo. El otro día me bajé del AVE desde Málaga y mi mujer y yo éramos los únicos viajeros. ¿Las mediciones quién las hace? No se percibe masificación nada más que en mayo. En Córdoba no hay estrategia. ¿El mejor concejal de Cultura es el que no existe? No tan exagerado. He conocido a la mayoría de los equipos de gobierno. He visto concejales de Cultura con un currículo muy alto y eran malos concejales. Y he visto concejales con me- nos conocimiento y eran muy buenos. Entonces nadie me pidió nunca ningún carné. Nunca fui sospechoso y nunca milité en nada. ¿Y ahora sí se pide carné? No se pide carné pero sí se pide afinidad. Ahora no son los primeros espadas. Y eso se nota. ¿Su mejor concejal de Cultura? Para mí, el más interesante fue Juan Carlos Hens. Dejó hacer a los técnicos. Hoy los asesores no son asesores. Son periodistas básicamente. Ha desaparecido el concepto de la persona que sabe de un tema. Ahora es postureo. ¿Qué espera de la alcaldesa? A estas alturas, poco. Yo ahora no me creo los cambios. Todo está influido por la campaña electoral. Soy perro viejo. He montado muchas campañas. Hay mucho fuego fatuo. Siempre que ha habido un cogobierno, cada uno hace lo que le parece bien para su historia personal e intenta contraprogramar y rivalizar con el otro. ¿Y qué hubiera esperado? La alcaldesa tiene una dificultad grande: no tiene ningún área de poder. Es una figura representativa. Tienes el gobierno pero no tienes el poder. Está atrapada en una situación complicada. ¿Más gestión o más política? La política tiene que existir pero no debe tener un protagonismo excesivo cuando no hay gestión. Antes se llegaba a acuerdo político para que luego se le diera forma técnica. Hoy es al revés. Ni lo uno ni lo otro. No puede politizarse todo lo que se toca. Hay un momento sectario en la ciudad donde es la negación de lo anterior. No puede ser esto el manto de Penélope todo el día tejiendo y destejiendo. Me parece fuerte que quien está en el poder diga que no gobierna para todos sino para unos cuantos. ¿Qué ordenanza firmaría mañana? Más bien borraría. El sistema de generar ordenanzas continuamente sin que se cumplan nos lleva a una maraña. Hemos fagocitado la capacidad de acción. Tengo tantas normas que no puedo hacer nada. En Madrid y Barcelona se hizo la carta ciudadana con el compromiso de resolver en tres meses cualquier permiso. De eso hace ya 20 años. Y ahora quieren prometerlo aquí. Lo que me irrita es que me vendan tres veces el caballo pintado de verde. Luis Celorio conoce la trastienda del poder municipal casi como la palma de su mano. Durante años, frecuentó sus territorios por amistad personal y por su intensa actividad profesional como proveedor de servicios. Por eso, habla con un punto de hartazgo latente en sus palabras. No digiere bien la pesada maquinaria de la burocracia. Y se nota. La entrevista tiene lugar en su estudio, entre sus sobresalientes cuadros de arte figurativo. ¿Qué le ha dado el arte? Para mí, es una forma de estar. Soy un artista atípico porque no participo de esa feria de vanidades. Soy bastante normal. No mitifico. El arte me estabiliza. Mis neuras me las endulza. Usted ha sido un artista intermitente. No he sido continuo. A veces me paso un tiempo sin pintar. Ahora llevo casi un año. ¿Hay mucho artista cortesano? Yo diría que muchísimo. Las instituciones tienen un peso específico enorme. Al no existir aquí una burguesía culta, ese peso cae en el Ayuntamiento y la Diputación. A eso es lógico que se pegue gente. ¿Y arte y poder caben en el mismo cajón? Que haya artistas que se peguen al poder no significa que influyan. Son elementos decorativos. La sensibilidad del poder hacia el arte deja mucho que desear. Les importa un pito. ¿Qué aprendió de la odisea de Jonás? Que los que ocupan los cargos políticos lo que primero deberían aprender son modales. Al menos, un respeto.