ABC CORDOBA 10-07-2018 página 71

ABC MARTES, 10 DE JULIO DE 2018 abc. es deportes DEPORTES 71 Remodelación total de Rubiales me transmitió que no iba a continuar. De manera inmediata, me puse en contacto con José Francisco Molina. Ha sido jugador de la selección, un profesional que todos conocemos y que al retirarse se puso a trabajar como técnico. Por su idea de modernidad, E. YUNTA por implantar una idea muy paLAS ROZAS recida a la que tenemos en la Más allá de cómo salga la cosa, RFEF, consideramos que es la nadie podrá reprochar a Luis Ru- persona idónea justificó ayer biales su intervencionismo al Rubiales. frente de la Federación EspañoHierro era la última herencia la de Fútbol. El jueves 17 de mayo que quedaba de la anterior direcfue elegido y desde entonces ha tiva (le nombró Juan Luis Larrea) cambiado todos los muebles de así que casi todo es nuevo en esta la casa, que tiene un aspecto com- RFEF. Ahora, su butaca la ocupa pletamente distinto a cómo se la Molina, que en principio estará encontró. Más allá de suplir a car- solo al servicio de la absoluta. Degos poco conocidos fendió su portería para la mayoría (dinueve tardes y deburectores de comunitó, no es broma, como cación, marketing, jugador de campo Molina personal... ha metiporque a Javier Cle Cuando se do mano en el área mente no le quedadeportiva y tiene a pierde, hay que ban más alternativas. un nuevo seleccionacambiar cosas, El guardameta, de 48 dor y a un nuevo di- pero no se puede años, mantiene el rector deportivo, mismo discurso que tirar todo por aunque en ambas su jefe y aboga por la borda circunstancias, clauna evolución en la ro, todo está vincuidea de España. La lado al caso Lopetegui. manera de trabajar en la RFEF Porque su despido hizo que ha sido muy buena, se han hecho Fernando Hierro, a regañadien- cosas muy buenas. Cuando se tes, asumiera el vacío y llevara al pierde, lógicamente hay que camequipo durante el Mundial. Y Ru- biar cosas, se abre un periodo nuesia, en cierto modo, devoró al an- vo y queremos mirar al futuro daluz, que ni siquiera aceptó se- resumió Molina, parte activa de guir en los despachos pese a te- la remodelación. En los últimos ner dos años más de contrato. A años, el modelo no ha dado tanprincipios de la semana pasada, to éxito, pero no es para tirarlo tuve una reunión con Hierro y todo por la borda El presidente consuma el cambio y nombra a Molina director deportivo lucionar el juego del Barcelona siendo ahora tan recurrente el debate sobre el estilo. Luego, por descontado, está el palmarés, incuestionable si se tiene en cuenta que en el Camp Nou llegó a acumular nueve títulos en tres cursos (dos Ligas, tres Copas del Rey, una Champions, un Mundial de Clubes, una Supercopa de Europa y una Supercopa de España) incluido el triplete en 2015. Y, tercero, por ese carácter del que hablaba el propio presidente, aunque puede suponer un arma de doble filo ya que el entorno pesa mucho en el mundo del fútbol. La Federación quiere que el entrenador mande en la caseta, se imponga su criterio sobre el de los jugadores y espera que reine la paz y la armonía con los medios de comunicación, que también tienen cierto peso en el día a día de la selección. Obviamente, no vivimos en una burbuja y sabemos que Luis Enrique es una persona con carácter y que ha tenido algunas cuestiones con la prensa, pero intentaremos llevarnos todos bien. Esperamos que el ambiente interno sea el mejor y el externo también, y que las relaciones, aunque sean escasas, sean las mejores posibles aportó Rubiales ya en su segunda intervención, que fue al aire libre y en un atril improvisado. 24 años después del codazo Casualidades de la vida, ayer, 9 de julio. se cumplieron 24 años de una de las imágenes más icónicas del fútbol español. En 1994, en los cuartos de final del Mundial de Estados Unidos, Mauro Tassotti propinó un salvaje codazo a Luis Enrique en los últimos minutos del duelo entre España e Italia. Sándor Puhl, el árbitro de ese duelo, no vio la agresión, que hubiese sido penalti y expulsión. El internacional español, que vistió de rojo 62 tardes y marcó 12 goles, fue corriendo detrás del colegiado con el tabique destrozado y la cara llena de lágrimas y sangre. Dolió más que la derrota (2- 1) Sin contar con los jugadores Luis Enrique, que será presentado la semana que viene, cumple a sus 48 años con un deseo público desde que cambió las botas por el traje. Me gustaría ser seleccionador, y mucho reconoció en octubre de 2015 cuando le sugirieron la posibilidad. Le avala también esa querencia por el equipo de España, pero también se le recordarán frases que ahora, en este contexto, tienen su carga. Pese a jugar en el Real Madrid, sus años más interesantes como futbolista fueron en Barcelona (se formó en el Sporting) y ahí desarrolló un antimadridismo que jamás ha ocultado, algo que, en este fútbol tan de bufandas, muy probablemente le pasará factura. También hace unos meses, en una entrevista para el canal de Youtube de Ibon Zugasti, y en un momento especialmente delicado en la relación entre España y Cataluña, su opinión generó un gran revuelo: Los catalanes son la hostia, las personas, la ciudad... Están muy adelantados a lo que es España en general Después de tres chascos consecutivos (Brasil 2014, Francia 2016 y Rusia 2018) España se impone un cambio sin olvidar sus esencias. Como repite Rubiales, la Federación ha entrado en una nueva dimensión en la que cada uno debe asumir su rol. Es decir, contrariamente a lo que ocurría anteriormente, a los futbolistas no se les ha tenido en cuenta para la elección de Luis Enrique, ni siquiera al capitán Sergio Ramos pese a su innegable poder hasta la fecha. No se ha consultado con los jugadores. Ellos ya han dicho que entienden cuál es su situación y que sea cual sea el seleccionador trabajarán al máximo incidió el presidente. Así, el gijonés aterrizará en Las Rozas con su equipo habitual de trabajo: contará con Robert Moreno como segundo, Rafel Pol será el preparador físico y Joaquín Valdés ejercerá como psicólogo. El 8 de septiembre, en Wembley nada menos, empieza una nueva era. Rubiales y Molina, ayer en Las Rozas EFE