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ABC CORDOBA 03-07-2018 página 52
ABC CORDOBA 03-07-2018 página 52

Descripción

52 CULTURA MARTES, 3 DE JULIO DE 2018 abc. es cultura ABC ABC El almirante Pascual Cervera y Topete en una imagen de 1894, después de abandonar su cargo de ministro de Marina. Falleció en 1909 120 años de la batalla naval de Santiago de Cuba El relato de Cervera en la tragedia de 1898: Fue horroroso, como yo había previsto ABC accede en exclusiva a la única copia manuscrita del parte original del desastre de Cuba hecho por el almirante ISRAEL VIANA MADRID a jornada del 3 de julio ha sido un desastre horroroso, como yo había previsto escribe el almirante Pascual Cervera y Topete en el parte de guerra de la batalla naval de Santiago de Cuba, en 1898, a una de cuyas versiones originales, escrita a pluma y lápiz, ha tenido acceso ABC en exclusiva. Ha permanecido oculta 120 años en la casa gaditana del bisnieto de Alejandro Lallemand, primer médico de la Armada y testigo del combate junto al famoso almirante. Todo apunta a que fue el galeno quien transcribió el diario durante el cautiverio de ambos en Estados Unidos, para tener una copia de seguridad que llevar a España. La patria ha sido defendida con honor. La satisfacción del deber cumplido deja nuestras conciencias tranquilas, con solo la amargura de lamentar la pérdida de nuestros queridos compañeros y las desdichas de la patria subraya después el almirante sobre el episodio final de esta guerra entre Estados Unidos y España que consagró a la nación americana como L mento solemne de lanzarse a la pelea. Así nos lo exige el sagrado nombre de España Ante la evidente superioridad de la flota estadounidense, que había bloqueado su plaza más de un mes antes, los marinos de los cuatro cruceros (Infanta María Teresa, Vizcaya, Cristóbal Colón y Oquendo) y de los dos destructores (Furor y Plutón) se extrañaron de la orden. El enemigo codicia nuestros viejos y gloriosos cascos. Para ello ha enviado contra nosotros todo el poderío de su joven escuadra. Pero solo las astillas de nuestras naves podrá tomar, solo conseguirá arrebatarnos nuestras armas cuando, cadáveres ya, flotemos sobre estas aguas que han sido y son de España. ¡Hijos míos! El enemigo nos aventaja en fuerzas, pero no nos iguala en valor. ¡Clavad las banderas y ni un solo navío prisionero! dijo antes de lanzarse al mar. Cumpliendo órdenes A la pregunta de por qué salió del puerto si las posibilidades de escapar eran escasas, la respuesta en los apasionados debates sobre la batalla que se han producido a lo largo del siglo pasado fue siempre la misma: porque se lo ordenaron. Así lo refleja él mismo al comenzar el parte: En cumplimiento de las órdenes de vuestra excelencia ilustrísima, con la evidencia de lo que había de suceder y tantas veces había anunciado yo, salí de Santiago de Cuba con toda la escuadra Cuando el enemigo les bloqueó en el puerto a fina- El crucero español Almirante Oquendo arde tras la batalla, en esta imagen tomada pocas horas después de que los supervivientes huyeran ABC potencia mundial y representó para la nuestra un golpe moral de demoledoras consecuencias, con la pérdida de nuestras últimas colonias de ultramar. El episodio que se relata de primera mano y con todo detalle en estas viejas páginas- -la crónica de la batalla, los incendios o hundimientos de cada buque, o la muerte de los marinos- -comenzó en la mañana del 3 de julio de 1898. El almirante Cervera reunió a su escuadra en el puerto de Santiago y le comunicó: Ha llegado el mo-

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