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ABC CORDOBA 05-05-2018 página 17
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ABC CORDOBA 05-05-2018 página 17

  • EdiciónABC, CORDOBA
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ABC SÁBADO, 5 DE MAYO DE 2018 abc. es opinion OPINIÓN 17 VIC EL NORTE DEL SUR RAFAEL ÁNGEL AGUILAR SÁNCHEZ LA DERIVA Sigue pasando en los patios: sevillanas a todo trapo, riñas entre guías turísticos por ver quién entra antes, barras junto a los geranios S DESDE SIMBLIA pitalidad cultural? Aquel presidente del gobierno cuyas políticas llevaron a España al borde del precipicio, aseguró solemnemente en una visita a la ciudad que Córdoba sería capital cultural de Europa en 2016. Su palabra quedó en agua de borrajas, como tantas otras veces ocurrió con sus promesas. ¿Qué me dicen de la ampliación del Hospital Reina Sofía? En este caso han sido presidentes de la Junta de Andalucía, varios de ellos porque la promesa, mantenida largamente en el tiempo sin llegar a materializarse, ha visto desfilar por el palacio de San Telmo a varios inquilinos. Esa ha sido una promesa, además de incumplida, menguante con el paso del tiempo. Tal y como ha llegado a nuestros días apenas tiene parecido con aquella con que inicialmente se nos engatusó. Otro tanto ocurre con el tramo incompleto de la Variante Norte con la que ni los gobiernos central y autonómico asumen los compromisos prometidos. El incumplimiento de la más reciente, relacionado también con competencias que corresponden a la Junta de Andalucía, ha sido el fiasco para Córdoba de la instalación del Centro Logístico de Andalucía. Una de las opciones que siempre se barajó fue su instalación aquí, pero finalmente no ha sido así. Lo que ha venido a denominarse como el Megahub, ha tenido una larguísima gestación en el tiempo, como suele ocurrir con las iniciativas de la Junta, pero desde sus inicios hubo un compromiso no cerrado con Córdoba. Ese compromiso se convirtió en una promesa más contundente cuando la actual presidenta de la Junta, Susana Díaz afirmó, hace pocos meses, en una visita a Córdoba que la Junta se sumaba al esfuerzo de los cordobeses para convertirse en el principal centro logístico, no de Andalucía, sino de la mitad Sur de la Península Otra promesa incumplida porque finalmente se ha ido para Antequera que fue otra opción que siempre se barajó en las alturas del poder socialista andaluz. Córdoba empieza a parecerse, cada vez más, a una vieja sirena varada ante la actitud inerme de sus poderes políticos. A lo más que se lanzan es a cambiar cuadros de sitio, a defender oposiciones cuestionadas por la justicia, arreglar algunas calles y celebrar Cruces, Patios, catas y Feria. JOSÉ CALVO POYATO PROMESAS INCUMPLIDAS Córdoba es esa sirena varada a la que los del turno engañan una vez tras otra E N Córdoba la historia se repite con una frecuencia algo más que llamativa. Recuerda a la vieja política. Me refiero a la de la llamada Restauración organizada por Cánovas del Castillo con la impagable colaboración de Sagasta en la que se impuso, con un asentado bipartidismo, el llamado turno pacífico de los partidos. Ora tocaba gobernar a los conservadores, ora a los liberales. Mucha gente de entonces sostenía- -vaya usted a saber si con mucho fundamento- -que eran, en expresión popular, los mismos perros pero con distinto collar. En nuestro tiempo hay quien trasladaría miméticamente a aquellos conservadores canovistas y liberales sagastinos a quienes han mantenido durante casi cuatro décadas un bipartidismo sostenido por socialistas y populares. Estas promesas incumplidas recuerdan a aquellos diputados, muchos de ellos cuneros- -la denominación surgió en tiempos de la Restauración- -cuya relación con el territorio que representaban como diputados no existía. Costumbre que no se ha perdido y el PSOE en Córdoba es un claro ejemplo. Hacían promesas que quedaban abandonadas concluida la campaña electoral y no volvían a la palestra hasta la siguiente campaña. Lo curioso es que los electores volvían a votar a quienes les engañaban. Es algo que sigue ocurriéndonos en Córdoba. ¿Recuerdan la promesa de Zapatero sobre la ca- IGUE pasando por mucho que haya quien se queje, por más que la Unesco le dé a los Patios carta de naturaleza internacional, y por mucho que la inmensa mayoría de los visitantes, cordobeses o no, hayan interiorizado muy bien de qué va esta fiesta. Hay cosas a las que alguien- ¿el Ayuntamiento? -habría de prestarle cierta atención, más que nada para que no mancharan el buen nombre ni depreciaran el esfuerzo noble de las personas, que son legión, que se toman muy en serio esto que empezó en Córdoba el pasado martes. No puede ser, por ejemplo, que no en una ni en dos sino en varias casas del casco histórico se pongan sevillanas a todo trapo desde el 1 de mayo mientras los visitantes entran y salen, y no porque las coplas sean de Sevilla, que cosas peores hay en la vida, sino porque parece que quien elige la música tiene un aprecio por los mundos sutiles que esperan detrás de cada enrejado de Santa Marina o del barrio de Santiago similar al de un australiano que no ha salido en la vida de su isla. Pues sucede, este miércoles sin ir más lejos, que el dueño de una casa situada en una calle de cuyo nombre no quiero acordarme se pone a tocarle palmas a dos teutonas que algún paso sabían de la primera y que, al escuchar a Los Marismeños cantándole a las esencias de la costa de Huelva, pues soltaron sus cámaras de fotos, se hicieron sitio entre el resto del público y se lanzaron al baile. Lo más lamentable es que el encargado de la casa, lejos de llamarle la atención a las dos alemanas mientras se daban a la danza, las animó a que siguieran con la tercera y con la cuarta mientras él pasaba un platito para recoger la voluntad de los espectadores. Pasa también a la vista de todo el mundo que en cierta cola de cierto barrio- -omitiré la calle- -se pasea alguien del patio en cuestión en las horas punta, justo cuando el calor aprieta, para informarles a los turistas de que la paciencia por la espera será recompensada en breve, porque dentro de la estancia descubierta que están a punto de pisar podrán adquirir a un precio módico todas las bebidas no alcohólicas que deseen. Y eso ocurre un día y otro sin que nadie- ¿la Policía Local por ejemplo? -le llame la atención a nadie, de modo que parece que las cartulinas pegadas con fixo en las esquinas que informa de los precios de los refrescos del interior del patio no incumplen ninguna ordenanza ni afean una fiesta llamada a ser de los sentidos, de las cosas pequeñas, de lo sencillo. Y ocurre que la calle Zarzo, que estrena por cierto un patio en esta edición, era ayer por la mañana el trasunto de un parque temático, con dos o tres guías turísticos peleándose a voces por ver el grupo de quién entraba primero a una de las casas en exposición, y que la cosa no pasó a mayores porque un controlador le echó arrestos y medió antes de que aquello acabara con los de Cuenca, los de Mataró y los de Coslada, que de allí procedían los visitantes, enzarzados en una trifulca. Y muy cerca había un cartel con unos versos de Ricardo Molina: Isla de sombra, de silencio y de perfume

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