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ABC CORDOBA 05-05-2018 página 14
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14 OPINIÓN COSAS MÍAS PUEBLA SÁBADO, 5 DE MAYO DE 2018 abc. es opinion ABC EDURNE URIARTE EL SOCIALISMO DE ETA Si ETA fuera fascista en lugar de socialista, la historia habría sido muy distinta A FIRMA Alfredo Pérez Rubalcaba que ETA fue derrotada en 2011 y ahora empieza la batalla de la comunicación Y es importante, pero hay otra batalla de fondo mucho más importante que es la batalla de la legitimación, la misma de los últimos cuarenta años, la que ETA ha ganado siempre y se dispone a volver a ganar tras su disolución. Y la ha ganado por una palabra esencial que está en el comunicado de disolución y en la ideología etarra desde su nacimiento: socialismo. Si ETA hubiera comenzado su comunicado de disolución afirmando que es una organización fascista revolucionaria vasca de liberación nacional en lugar de una organización socialista revolucionaria vasca que es lo que dice, la historia sería muy distinta. La historia de sus amplios apoyos sociales, políticos e intelectuales. Pero también la historia de sus crímenes, porque habría sido derrotada mucho antes. Si ETA hubiera acabado su comunicado con un Jo ta ke, hasta lograr el fascismo y la independencia en lugar de lo que pone, Jo ta ke hasta lograr el socialismo y la independencia no estaríamos asistiendo al feliz jolgorio de nacionalistas, comunistas y terroristas en la localidad francesa de Cambó este fin de semana. Tampoco Francia seguiría aceptando con tanta relajación las reuniones de homenaje a ETA si ésta fuera una organización fascista. Y no estarían por allí los podemitas que se han unido a la fiesta como lo hacen habitualmente. Ni habría todo ese entusiasmo periodístico por dar cobertura al final propagandístico del terrorismo etarra. El antifranquismo está en el origen del primer apoyo a ETA. El socialismo, la marca de izquierdas, explica una buena parte del sostenimiento posterior. No hay un problema de falta de relato de las instituciones o de los líderes españoles, como dicen algunos. Lo que hay es un relato triunfador de toda la Europa del siglo XX en el que el fascismo y el nazismo fueron derrotados pero no el totalitarismo socialista. Por eso siguen acogidos y protegidos los etarras en varios países, por eso la extrema izquierda española simpatiza con los grupos proetarras, por eso hay tantos y tantos dispuestos a blanquear, aún más, los crímenes de la banda. Por eso hay una movilización social extraordinaria para aumentar la condena de La Manada a 22 años en lugar de 9 pero ninguna movilización para detener a los autores de los 358 crímenes etarras sin resolver. Por eso hay indignación contra el sistema judicial por la sentencia de La Manada pero ninguna por la reunión propagandística de Cambó, por ejemplo. No es un problema de olvido, de años transcurridos. Fue siempre así, exactamente así. Con un añadido entre cómico y perverso en el comunicado de disolución de ETA, su apelación al feminismo. Porque a partir de ahora, dicen los etarras, lucharán por una Euskal Herria reunificada, independiente, socialista, euskaldun y no patriarcal Los terroristas también se han hecho feministas. HORIZONTE RAMÓN PÉREZ- MAURA NI ANTAÑO NI HOGAÑO Era aquel un clero que no enseñaba a pedir perdón por el daño causado. Tenían un sentido muy extraño de la fe T ENEMOS muchas suerte, somos unos auténticos privilegiados los españoles que no hemos sido nunca objetivo directo de ETA. Quienes hace dos semanas se alegraban con la petición de perdón selectivo de los criminales tienen en la bazofia leída por el asesino Josu Ternera el pasado jueves la explicación de por qué ese perdón era falso. Las víctimas de ETA no son sólo las 853 personas vilmente asesinadas y sus familiares. Lo son también las que fueron heridas en atentados, las que fueron secuestradas, y con todas ellas sus familiares. Miles y miles de españoles. Y víctimas de ETA fueron también los vascos que vivieron un ambiente irrespirable magistralmente descrito por Fernando Aramburu en Patria como víctimas han sido los españoles que viviendo fuera del País Vasco se sentían amenazados por los terroristas y debían mirar debajo de su coche cada mañana. De esos conozco bastantes. Mi familia mis padres, mis hermanos, mis hijos no hemos sido nunca objetivo de esa banda criminal o al menos no somos conscientes de haberlo sido. Pero en mi círculo más íntimo sí tengo al menos dos personas cuyos padres y por lo tanto ellas fueron víctimas de ETA. Y son personas a las que los asesinos ya han dejado claro que no van a pedir perdón. Diego Prado y Colón de Carvajal fue secuestra- do por ETA en el garaje de su casa el 25 de marzo de 1983. Era un empresario al que su paso por la presidencia del Banco de Descuento le había dejado en una situación económica casi imposible. La familia logró su liberación el 6 de junio de ese año, tras un secuestro de 75 días, hasta entonces el más largo que había habido. Las secuelas del cautiverio fueron terribles para Prado. Baste mencionar que al poco se le diagnosticó un cáncer del que habría de morir que se consideró consecuencia de las angustias vividas. Y el impacto fue sobre toda su familia. Pero a esas víctimas, ETA no les pide perdón porque no cree que un empresario como Prado y Colón de Carvajal lo merezca. Él era parte de la oligarquía represora Tampoco van a pedir perdón a los nueves hijos y muchísimos nietos de Juan María Araluce, presidente de la Diputación de Guipúzcoa y consejero de Reino, a quien ETA asesinó a la puerta de su casa el 4 de octubre de 1976, dejando a su viuda, Maité, el reto de sacar adelante, ella sola, a todos aquellos hijos. El primer empeño de Maité fue enseñarles que la lección fundamental que debían de aprender de la tragedia que habían vivido era la de que vuestro padre está en el Cielo y nosotros somos cristianos y tenemos que perdonar. Perdonamos de todo corazón Hasta el punto de que su hijo José, que es sacerdote, tiene dicho públicamente que no me acuesto un solo día sin rezar por los que asesinaron a mi padre Pero ni aún así le van a pedir perdón a José Araluce porque los asesinos consideran que su padre era un enemigo y por eso merecía morir acribillado a balazos en compañía de su conductor y tres policías de escolta. Cinco familias rotas en un solo acto vesánico por el que ETA no pide perdón. A todos ellos les consideran culpables Ternera y toda esa caterva de asesinos a la que los pastores de los últimos lustros instruyó tan mal. No en vano, por aquellas actitudes han pedido perdón los obispos que hogaño rigen esas diócesis. Era aquel un clero que no enseñaba a pedir perdón por el daño causado. Tenían un sentido muy extraño de la fe. A Diego Prado le aseguraron que si le mataban le llevarían antes un sacerdote para confesarse. Pero ellos no sabían pedir perdón. Ni antaño ni hogaño.

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