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ABC CORDOBA 01-05-2018 página 72
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ABC CORDOBA 01-05-2018 página 72

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MARTES 1.5.2018 Editado por Diario ABC, S. L. San Álvaro, 8, 1 3, 14003 Córdoba. Diario ABC, S. L. Reservados todos los derechos. Queda prohibida la reproducción, distribución, comunicación pública y utilización, total o parcial, de los contenidos de esta publicación, en cualquier forma o modalidad, sin previa, expresa y escrita autorización, incluyendo, en particular, su mera reproducción y o puesta a disposición como resúmenes, reseñas o revistas de prensa con fines comerciales o directa o indirectamente lucrativos, a la que se manifiesta oposición expresa. Número 37.378 D. L. I: M- 13- 58 Apartado de Correos 43, Madrid. Teléfono de atención 901 334 554. Centralita ABC 91 339 90 00. EL PULSO DEL PLANETA VISTO Y NO VISTO El agotamiento del fenómeno influencer La aparición de dos criaturas virtuales que obran como personas reales está cambiando las reglas del juego MARÍA ESTÉVEZ LOS ÁNGELES IGNACIO RUIZ- QUINTANO LYNCH El sindicalismo vertical se echará hoy a la calle contra el español que trabaje, pero el Konsenso soberano ya se echó al monte con un Hosanna, hosanna al señor Lynch l contenido es la llave del éxito en las redes sociales y un mal post puede liquidar de un plumazo a un buen número de seguidores, cuyo descontento siempre supone un pésimo negocio. Con estos mimbres, miles de influencers viven y sobreviven a diario en la jungla de internet como prescriptores de estilos de vida. Pero nadie está a salvo en el mundo virtual y menos ahora, cuando dos bots dos creaciones de ordenador llamadas Bermuda y Miquela se están erigiendo como las influencers del momento. La pasada semana, ambas criaturas se enzarzaron en una pelea que ha derivado en el escándalo mediático que buscaban Nada es real salvo los productos que promocionan pero sus seguidores viven el desencuentro como un auténtico drama. Miquela Sousa, conocida en Instagram como Lil Miquela lilmiquela, es una brasileña americana de 19 años residente en Los Ángeles, donde trabaja como modelo y componiendo música, que ya se encuentra en Spoify y en iTunes. Sus fotos, sus amigos y sus estilismos se han convertido en objeto de deseo por un millón de seguidores (y sigue creciendo) A ella le gusta la cantante Cardi B y apoya el movimiento Black Lives Matter contra la violencia hacia los afroamericanos. Viste de Prada, lleva accesorios de Chanel y publicita a Louis Vuitton, entre otras firmas. Además, ha sido portada en las revistas Papel y V Este algoritmo recibe toneladas de regalos de marcas de lujo. Al otro lado encontramos a Bermuda bermudaisbae) otra influencer generada por ordenador, que la semana pasada pirateó la cuenta de Miquela durante ocho horas. Bermuda admira a E U FOTOS: ABC Y EFE Miquela y Bermuda Arriba, los dos bolts creados para oficiar como influencers. Dcha. Paris Hilton, quien ahora reniega del fenómeno Iggy Azalea, apoya a Donald Trump, también tiene sus canciones en Spotify y, ojo, está creada por el mismo dominio que Miquela. Su cuenta es un proyecto de la compañía Cain Intelligence, que se describe como líder en el aprendizaje de las máquinas y la inteligencia artifi- cial Sobre quién o quiénes están tras estos avatares, nada se sabe. Facebook, propietaria de Instagram, quiere poner límites al desmadre y desde la plataforma Liketoknow. it se está acabando con el dominio de los likes. A partir de ahora, tendrás que comprar contenido en Instagram con capturas de pantalla o directamente dentro de su aplicación dicen fuentes de la compañía. Esta decisión puede suponer el principio del fin de los influencers. Y una de quienes ya se ha dispuesto a enterrar el fenómeno es precisamente quien antaño fue su abanderada. Paris Hilton, heredera multimillonaria y Dj vocacional, asegura que nos informará al común de los mortales sobre lo que verdaderamente supone ser una influencer en Instagram. Y lo hará a través de una película documental titulada American Meme donde detallará sus momentos oscuros como estrella de las redes. Uno nunca muestra su verdadera realidad, estás interpretando un personaje. Ahora quiero contar la verdad advierte. Verbolario POR RODRIGO CORTÉS Materia, f. Energía apelmazada en forma de mesa. n español que cumple con su deber laboral a riesgo de perder fama y hacienda (su carrera profesional) escandaliza en la España del Konsenso soberano como la salud en un hospital, además de herir la sensibilidad de nuestro Madiba, Otegui, gudari del feminismo etarra ¡oh, Yoyes, Irene, Silvia... que en la atardecida del día 3 de julio de 1979 fue a punta de pistola por el diputado Cisneros, redactor de la Constitución, en la madrileña calle Lope de Rueda, 55, se supone, visto lo visto de estos sexadores de pollos, que por su condición de varón. Donde hay poca justicia es un peligro tener razón nos dejó avisado Quevedo. Todo el peso del Konsenso soberano ha caído sobre el juez del voto particular (folios y folios de razonamientos que en la prensa, salvo Hughes, que tiene voluntad de opositor, nadie ha leído) en la sentencia de La Manada que nos devuelve al gallinero de los tres jueces de don Rodrigo Calderón (Corral el Bueno, Contreras el Malo y Salcedo el Indiferente) En el telediario de una telesentina konsensual se le afea al juez de Pamplona su manía de dar más importancia a las pruebas que al golpe de vista ¡el veredicto social! vestigio, sin duda, de lo que Albornoz describió como agudo sentido jurídico de los peninsulares por obra de la pax romana regida por la ley, y ya sabemos por Carmen Calvo que los romanos eran unos fascistas tremendos. El Konsenso soberano, que nos tiene en estado de excepción constitucional con un gracioso artículo de Groucho Marx, no abreva en el Derecho romano, sino en la catequesis socialdemócrata de Habermas, que practica la versión socioliberal de la virtud, que hace del discurso moral, agitación; de la mera sospecha, juicio; y de la denuncia, linchamiento moral El sindicalismo vertical se echará hoy a la calle contra el español que trabaje, pero el Konsenso soberano ya se echó al monte detrás del alienista Catalá con un Hosanna, hosanna ¡bendito el que viene en nombre del Señor! al señor Lynch.

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