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ABC CORDOBA 20-04-2018 página 64
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64 ABCdelOCIO VIERNES, 20 DE ABRIL DE 2018 abc. es ABC C ine Custodia compartida ¿Quién miente más en la pareja? El francés Xavier Legrand ahonda en la violencia en el hogar a través de la mirada de los hijos FERNANDO MUÑOZ J usqu à la garde es una expresión francesa de origen militar que significa clavar hasta la empuñadura En el ámbito civil se usa cuando quieres hundir hasta el fondo a otra persona. Jusqu à la garde también es el título original de Custodia compartida que se estrena hoy y dota de sentido a las intenciones de una de las partes del (ex) matrimonio protagonista. Todo comienza en una de esas salas de conciliación donde el juez determina el futuro de los hijos tras un divorcio. En esos despachos se pasó una semana el director Xavier Legrand como si de un mueble se tratara. Inmóvil, im- La pareja, en la sala de conciliación para decidir la custodia de sus hijos pasible. Tomaba notas sobre los dramas que se cerraban o abrían ante sus ojos. Y de ahí apuntó una frase que lle- par desgrana el cineasta francés. Es vó al guion de manera literal y que re- un tema tabú. Los niños son víctimas CUSTODIA COMPARTIDA sume el arranque del filme: Aquí es- olvidadas. Se habla de violencia conyuDirección: Xavier Legrand. tamos para ver quién miente más de gal, de género, en el hogar... pero casi Intérpretes: Léa Drucker, Denis los dos Para mí, en ese arranque de nunca se habla de ellos. La pareja se ha Menochet, Thomas Gioria la historia era primordial mostrar separado y usan al niño para desque se toman decisiones basatruirse hasta el fondo cuendas en pruebas físicas, pero ta Xavier Legrand. Quería OTI R. MARCHANTE la violencia en el hogar es dihablar de la rama familiar que arranca con fícil probar y la manipulaviolencia de Tema polémico lo que parece un desenlace: ción lo es todavía más... reAl final del filme, lo que el una forma un matrimonio se divorcia y lata el joven cineasta, de vicineasta plantea es una pefrontal dirimen ante el juez una difícil situasita en Madrid. lícula de terror incluso con ción sobre la custodia de sus dos hiEn la segunda parte del filescenas que parecen sacadas jos, una joven a punto de la mayoría me todo cambia. El espectador de Un lugar tranquilo y lande edad y un niño, y ninguno de los descubre la historia a través de los ojos za su alegato sobre los problemas que dos quieren al padre y muestran su del niño. Y la violencia, antes narrada para él tiene este sistema de custodia. público desprecio y temor. mediante la lectura de atestados o tes- Más allá de las polémicas, el francés El director ofrece en esta primetimonios, se hace visible. Se respira y se reincide en la visión del niño y su dora, larga y templada escena inicial el siente. La pequeña víctima ve cómo el lor: En el cine no se suele mostrar este punto de vista del matrimonio irremarido no soporta la nueva situación y tema porque no es agradable. Todos conciliable, y mantiene al espectacómo le utiliza para hostigar a la mujer. fuimos niños y todos vivimos situaciodor con ciertas dudas sobre quién de Ahí quería hablar de la violencia de gé- nes complicadas en el hogar, por eso ellos, padre o madre, tiene la razón nero de una forma frontal y brutal, y la película conmueve, porque toma su y si son justas las peticiones de amrasgar la tela de pudor que lo suele ta- punto de vista y nos zarandea ABC Los hijos como trinchera bos sobre la custodia... Dudas que despeja en cuanto la historia pasa de lo objetivo a lo subjetivo, y la cámara plena de autenticidad de Legrand va desmenuzando los comportamientos de ellos, y la violencia pasa a ser un elemento visible gracias a que el relato se instala en los ojos de Julien, el niño, interpretado con gran verosimilitud por Thomas Gioria. En las ocasiones en que el cine trata sobre la violencia familiar o doméstica suele acercarse a las líneas del cine de terror, y aquí las escenas de intriga y de tensión están magníficamente dosificadas en su desarrollo de tal modo que nada rechina, ni siquiera su último tercio ya volcado hacia una descontrolada brutalidad. Grandes interpretaciones de Léa Drucker y Denis Ménochet, que proponen un recorrido desde la duda hacia la incomodidad y el miedo. D Poesía de la escasez y la amistad SERGIO SERGUÉI Dirección: Ernesto Daranas. Intérpretes: Camila Arteche, A. J. Buckley, Ron Perlman FEDERICO MARÍN BELLÓN Ron Perlman, investigador privado irar al cielo para explicar lo que ocurre en la Tierra es una bonita manera de afrontar ciertos problemas sin ofender. Ernesto Daranas podría haber contado un chiste (un cubano, un ruso y un estadounidense... pero opta por la líri- M ca para narrar los sinsabores de Sergio, profesor de marxismo radioaficionado que se topa en las ondas con Serguéi, cosmonauta al que la desintegración de la URSS lo sorprende en una estación MIR no mucho más resistente. Ron Perlman completa el triángulo desde una posición más confortable, pero tampoco ideal. La mirada del cineasta, más romántica que de denuncia, tiene el coraje de no parpadear ante la crisis en la isla, satélite abandonado por un sistema en retirada, cuando palabras como reformista y perestroiko se convierten en insulto. El autor traza hermosos palalelismos entre los Sergios del título, cada uno en su isla, suspendidos en el tiempo mientras el americano observa sin comprender demasiado. Hay nostalgia, no tanto de una época como de los sueños rotos, y camaradería de verdad. Las lágrimas flotando en el espacio resumen con su belleza esta poesía de la escasez, no exenta de detalles costumbristas tan propios del régimen: la comisaria implacable y el espía servil, lacayo del sistema capaz de medrar por el viejo e infalible método de la delación.

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