ABC CORDOBA 08-04-2018 página 5

ABC DOMINGO, 8 DE ABRIL DE 2018 abc. es ENFOQUE 5 Mariano Rajoy y Juanma Moreno, ayer en Sevilla, se fotografían con los asistentes a la Convención del partido EFE Convención Nacional del PP El ministro del tiempo JUAN PABLO COLMENAREJO El tiempo es un juez insobornable. Quita y da razones. Pone a cada uno en su sitio. Y así hasta la última frase hecha o refrán que se pueda encadenar para este pie de foto. Rajoy se hace un retrato de sí mismo, con decenas de asistentes a la convención del PP en Sevilla. Todos con él, alrededor del verdadero ministro del tiempo de la democracia del 78. No ha habido, ni lo habrá, otro igual. Rajoy en el centro de un autorretrato colectivo. El selfi del PP, como si no estuviera pasando nada. Una sonrisa, que sale el pajarito. En los pasillos, el jefe del Gobierno y del PP dice con calma que es optimista mientras se señala la nariz. El olfato sonríe a pesar del desastre Cifuentes y del tortazo de los jueces de esa región impronunciable que los prusianos le quitaron a los daneses. Nadie creyó en Rajoy, mejor dicho casi nadie, porque él sí, cuando rechazó ir a la investidura en enero de 2016. No era el momento. Y se lo dijo al Rey. Y de saque. Para Rajoy siempre lo urgente es esperar a pesar de las tenebrosas encuestas. Lleva guardada en el bolsillo una de las elecciones de 2015 en la que ganaba Ciudadanos. Ahora son mucho peores para el PP que entonces. La semana ha confluido en Sevilla con varios ríos de aguas entre bravas y turbias. Lo de Cifuentes caerá por su propio peso, marianismo puro que dice Ignacio Camacho. El control del ministerio del tiempo es una exclusiva de Rajoy aunque Cifuentes tampoco lo sepa. El 155 es un incordio del que saldrá Rajoy con una carambola antes del 22 de mayo, cuando se acaba el plazo para elegir al sustituto del prófugo Puigdemont. La combinación ganadora incluye el complementario del PNV apoyando los presupuestos para ganar tiempo. En el Madrid de las cábalas sobre qué pasará, siempre el tiempo es el alimento, políticos, financieros y demás ponen ya fecha a las generales. El primer domingo de junio de 2019 y coincidiendo con las municipales para que el PP, y también el PSOE, hagan frente a la avalancha con sus estructuras provinciales. Tal vez sea tarde. La legislatura está en modo colapso y solo hay un proyecto que aprobar, siempre nos quedará Montoro, que sirve hasta la mitad del 2019. Tras perder 53 escaños y más de 3 millones de votos en 2015 nadie hubiera sobrevivido. La nariz de Rajoy le dice que quieto otra vez. El desastre organizado por Cifuentes, el palo de los jueces alemanes con la pasmosa bendición de su ministra de justicia y la renuncia del Gobierno a que se enseñe castellano en las aulas catalanas, todo en la misma semana, es como para perder el olfato y la sonrisa. Al tiempo, y a su tiempo. ESPAÑA