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ABC CORDOBA 20-03-2018 página 58
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ABC CORDOBA 20-03-2018 página 58

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58 CULTURA MARTES, 20 DE MARZO DE 2018 abc. es cultura ABC El humor en tiempos de guerra, según Hernán Zin y ha sufrido en Congo, en Gaza, que ha sentido rabia, impotencia, que ha sentido dolor. Pero el humor te permite ir más allá en ciertos análisis, ser más punzante, mostrar más el ridículo. El humor tiene que empujar barreras, tiene que incomodar, tiene que hacer reflexionar, y yo quería hacer eso. QueINÉS MARTÍN RODRIGO ría fomentar la risa, pero como un eleMADRID mento de provocación y reflexión Hernán Zin (Buenos Aires, 1971) vivió Ya lo decía Woody Allen: el humor el año pasado el peor momento de es tragedia más tiempo. Pero sólo los su vida. Acababa de separarse y, tras genios como él y los artistas dotados decidir que abandonaba el reporteris- con una especial sensibilidad son camo de guerra, no sabía cómo avanzar. paces de transmitirlo. Con su novela, Entonces, decidió ponerse a escribir. Zin lo logra, y eso, en literatura, es un Se encerró un mes en casa y se colocó paso de gigante. Yo he dedifrente al espejo literario, cado mi vida a las víctimas su otra gran pasión. El de la guerra, pero toda experesultado es Querida riencia humana se puede naguerra mía (La Esfera rrar desde el humor. Cuande los Libros) una novedo tú llegas a Gaza, los prila valiente, llena de fina e meros que tienen un humor inteligente ironía, que renegro que no te lo puedes fleja el absurdo de los concreer son los palestinos. flictos armados. En ella, Cuando ves tanta desolaRodrigo Rey, un prestigioción, o te ríes o te matas. so reportero, es enviado a Es un humor de superviGaza con un peculiar y devencia. Buscas algo cómisastroso equipo. Una vez co para reconciliarte allí, el Mundial de Brasil contigo mismo. La genSupervivencia arranca y copa los titu No quería quitarle te que más admiro es la lares, frente la desespeque en la adversidad maseriedad, yo soy ración del que fue a la yor sabe sonreír. Es algo el primero que guerra para contarlo. que llevamos en el ADN Sobre todo, lo que ha llorado y sufrido y está bien ejercitarlo. Es hago es reírme de mí un mecanismo de defenen Gaza, pero el mismo y de nuestro trahumor nos salva sa. El humor, en situabajo confiesa Zin. Reciones tan extremas, sale portero de guerra, escrinaturalmente, es algo tor y documentalista, curtido en más que hacemos los seres humanos para de cincuenta países de América Lati- no suicidarnos na, África y Asia, reconoce que este libro le salvó la vida. Fue un acto de te- El periodismo actual rapia, de vomitar, de quedarme con Pero Querida guerra mía tiene otra anécdotas muy divertidas que me han lectura. Las peripecias de Rodrigo Rey pasado en mi profesión, de no tomar- son una suerte de metáfora del estame tan en serio las cosas que nos do actual del periodismo. Lo que le pasan. Ese es el espíritu de la pasa a él nos pasa a todos los que novela Para ello, se inspiró amamos esta profesión: queremos en la serie de televisión hacer cosas, pero no podemos por MASH protagonizada por que todo lo tenemos en contra. ConAlan Alda en los 70, y en el litar historias hoy en día con ribro Trampa- 22 de Joseph gor y pasión está muy poco Heller. La guerra tiene un recompensado Pese a punto absurdo, y cuando lo todo, Zin se declara opvas viviendo se te va quetimista y cree que aún dando marcado. El mismo disponemos de mupunto de partida es rídícuchos vehículos para lo: por no hablar, se matan poder narrar. Aunque la historia que Lo que tiene claro cuenta rebosa comicidad, es que con esta novellega un momento en el que la se despide de la guevas pasando las páginas y, rra. Nunca más volvetras esbozar una sonrisa, ré. Basta, no puedo más. rompes a llorar. El humor Yo ahora me paso a es un recurso que nos salla ficción remata. va. No quería quitarle seEl escritor y cineasta riedad a la guerra. Yo soy el Hernán Zin primero que ha llorado mucho El reportero y escritor publica una novela sobre el absurdo de los conflictos armados De izquierda a derecha, el conde Piotr Potocki, Ramón Pérez- Maura, Juan Manuel Bonet, Eniko Gyori, Simeón II, Jorge de Habsburgo, Ramón Gil- Casares y Rafael Rodríguez- Ponga BELEN DIAZ Hungría recuerda la historia de los reyes sin reino en España El Cervantes acoge un coloquio sobre la diplomacia de las casas reales exiliadas CÉSAR CERVERA MADRID La Guerra Fría convirtió algunos rincones de Europa en refugios cálidos para miles de personas. Ayer, el Rey Simeón II de Bulgaria, el Archiduque Jorge de Habsburgo y el Conde Piotr Potocki hablaron del papel de sus casas reales y legaciones en aquella España que los recibió con los brazos abiertos, dentro de un coloquio organizado por el Instituto Cervantes, la Embajada de Hungría y la Escuela Diplomática. España fue nuestro país de acogida en momentos muy difíciles para nosotros explicó el Rey Simeón II de Bulgaria. En la mesa redonda Casas Reales y legaciones de Europa Central y Oriental al servicio de sus comunidades en España durante la Guerra Fría moderada por el Adjunto al Director de ABC, Ramón Pérez- Maura, la charla giró en torno a la anomalía diplomática que se produjo en los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial, cuando numerosas casas reales y gobiernos depuestos se vieron forzados a alejarse de la alargada sombra de la URSS. Actuamos como una mezcla de Cruz Roja, centro cultural y embajada para los búlgaros que se encontraban en Madrid apuntó el Monarca. También en el caso de Otto de Habsburgo, hijo del último Emperador de Austria y Rey de Hungría, su influencia política en el sur de Europa se puso al servicio de miles de refugiados. Mi padre no podía regresar a su país. Solo tenía la opción de ayudar a los húngaros que estaban fuera como él aseguró Jorge Habsburgo sobre la compleja posición de su padre en la posguerra. España y Polonia se pasaron más de cuarenta años sin dirigirse la palabra de forma oficial. Sin embargo, por iniciativa de un incansable aristócrata se pudo mantener una vía diplomática alternativa, una auténtica embajada para los exiliados. En este sentido, el Conde Piotr Potocki, hijo del Conde Józef Alfred Potocki, jefe de aquella delegación Polaca, puso en valor este lunes el trabajo de su padre para miles de polacos atrapados en territorios extranjeros. La otra mesa redonda de este coloquio con el nombre Reyes sin reinos, diplomáticos sin relaciones diplomáticas sirvió como presentación del libro de Kata S. Gyuricza y Péter Gyuricza Ferenc Marosy. Un embajador real en Madrid 1949- 1969 editado por la Embajada de Hungría. El libro es fascinante y recuerda mucho a la delegación republicana de España en México comentó al respecto Pérez- Maura. Una biografía sobre el hombre que mantuvo abierta la Real Embajada en Madrid entre 1949 y 1969. Un edificio que no representaba a ningún Estado, pero que Franco reconoció como la única y legítima representación húngara. EFE

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