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ABC CORDOBA 11-03-2018 página 55
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ABC DOMINGO, 11 DE MARZO DE 2018 abc. es internacional INTERNACIONAL 55 ITALIA Un país dividido y abocado a la ingobernabilidad A. G. FUENTES Beppe Grillo (i) y Luigi Di Maio, en un mitin en Roma Luigi Di Maio, candidato a primer ministro del Movimiento 5 Estrellas, partido ganador de las elecciones generales del 4 de marzo, hizo al día siguiente una solemne declaración, la primera como triunfador: Ha nacido la Tercera República, que será la de los ciudadanos Cualquiera podría pensar, tras las palabras de euforia de Di Maio, que el terremoto causado por las elecciones transformará de la noche a la mañana el sistema político italiano, en particular su fragmentación. La verdad es que Italia es hoy un país sin líder y con un sistema político e institucional que parece hecho a la medida para impedir el acceso de una nueva personalidad y la perspectiva de un cambio radical en el sistema. La última ley electoral ha fraccionado aún más el Parlamento, porque dos terceras partes de los escaños se eligieron con sistema proporcional, y el resto con el sistema mayoritario. La alianza de centroderecha Liga Norte, Forza Italia, Hermanos de Italia, Nosotros con Italia ha sido la más votada. Pero hay más partidos en el centro, por no hablar de las alianzas en la izquierda, donde se acumulan más de quince formaciones. rra que establecía que amplios sectores tendrían una sólida cobertura social, se ha roto. Las políticas de austeridad sostiene González que tienen más repercusión en la periferia de Europa que en el centro, han fragmentado social y políticamente al continente Por ello, no es tanto la crisis económica reciente como la manera en que se afronta ese problema el causante del troceamiento. Los ejes políticos también han variado: en España donde había bipartidismo fundamentado en la rivalidad entre izquierda y derecha, desde 2015 se reformula entre vieja y nueva política. Por eso los 11 millones de votos de Zapatero se dividen casi por la mitad en 2015 con la entrada de Podemos y, por eso también, Ciudadanos emerge para sustraerle votos a Rajoy, como referente de las nuevas clases medias convirtiendo al PP en el partido de los mayores con menos empuje que las clases urbanas. Adiós a la socialdemocracia Es el mismo fenómeno que ya había experimentado el PSOE. Y en Europa partidos socialdemócratas como el PS francés, el Pasok griego o hace unos días el PD italiano del efímero Matteo Renzi. Barreiro también señala al ocaso de la socialdemocracia. Esto no pasó durante treinta años y ahora pasa porque la socialdemocracia europea es incapaz de colaborar en la estabilidad El caso español es de libro, según el politólogo gallego. Mientras Pedro Sánchez, que atiende a intereses electorales cortoplacistas, da manotazos de ciego sobre el sistema para arañar votos, otros socialistas, fuera ya de la visión de la inmediatez, como Felipe González o Alfonso Guerra, tienen clarísimo que hay que hacer justo lo contrario Lo más preocupante de estos procesos de descomposición política es la estela de debilidad sistémica que dejan. Barreiro sostiene que con gobiernos tan difíciles e inestables, los sistemas no funcionan. Eran como una maquinaria de reloj suizo, pero cuando se toca el Código Penal, las Autonomías, la ley electoral... pues el sistema se bloquea Cataluña es un ejemplo. A falta de capacidad de pactar entre los partidos antes de que estallara la crisis, ahora el problema es casi irresoluble. Así lo describe: Cuando al gobierno se le tildaba de fábrica de nacionalistas el problema se podía haber arreglado con un acuerdo entre partidos en una mañana. Ahora ya no se arregla ni con 200 acuerdos en 200 mañanas Ni siquiera la UE es ya la solución. Primero porque, como apunta la profesora Santamarina, un caso como el italiano debilita aún más la importancia del proyecto europeo y por ello los Estados nacionales y las instituciones supraeuropeas deben volver a convocar pactos de confianza con los ciudadanos, más allá incluso de los partidos políticos tradicionales Más Europa, sí, pero con un nuevo pacto social reclama Juan Jesús González. EFE FRANCIA Macron frena a los radicales de derechas e izquierdas J. P. QUIÑONERO En Francia, Emmanuel Macron y Europa han precipitado el estancamiento y crisis de los populismos de extrema izquierda y extrema derecha. En la primera vuelta de las elecciones presidenciales del 23 de abril de 2017, los candidatos populistas consiguieron el 45,58 de los votos: Marine Le Pen (extrema derecha) 21,30 Nicolas Dupont- Aignan (derecha ultra nacionalista) 4,7 y Jean- Luc Mélenchon (extrema izquierda) 19,58 Atraídos por la extrema derecha y la extrema derecha casi media Francia parecía tentada por la ruptura con Europa, la OTAN, el libre comercio y la sociedad abierta. Pero en la segunda vuelta del 7 de mayo, Macron, defensor de una sociedad abierta, de la OTAN y de la UE, consiguió el 66,1 Y Marine Le Pen cayó al 33,9 Once meses más tarde, el Frente Nacional de Marine Le Pen está hundido en la crisis más grave de su historia. Jean- Marie Le Pen hace mucho tiempo que desapareció de la vida pública: solo existe como padre que desea asesinar políticamente a su hija y heredera, cuando el partido familiar es percibido como un grupúsculo que deberá cambiar de nombre para buscar una nueva identidad Por su parte, Mélenchon aspiraba a ser el tribuno populista que refundara las izquierdas, desde el populismo bolivariano. Proyecto hoy peor que empantanado: sus militantes desertan y amenazas de movilizaciones populares se vienen abajo.

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