ABC CORDOBA 07-03-2018 página 61

ABC MIÉRCOLES, 7 DE MARZO DE 2018 abc. es cultura CULTURA 61 Un largo proyecto Cuando en 1999 Pablo Escobar no era más que un mal recuerdo para los colombianos, Javier Bardem empezó a gestar en su cabeza un proyecto sobre ese malo que tanto le atraía. Pasaron muchos años hasta que su nombre le abrió las puertas a la financiación de una película que acabó produciendo él mismo: Yo inventé este proyecto y elegí a Aranoa para que escribiera y dirigiera la historia reconoce a ABC el ganador del Oscar, que asegura que sólo ha visto un capítulo de Narcos y de El patrón del mal para que no le influyeran en su particular forma de dar vida al narcotraficante. Arriba, Fernando León de Aranoa. A la derecha, Javier Bardem caracterizado como Escobar en su casa tiene mucha empatía con su familia, y seguramente sea más habitual de lo que creemos mezclar esos dos sentimientos. Para mí, una de las cosas más interesantes de Pablo Escobar es la búsqueda desesperada por el reconocimiento, y esa necesidad es un rasgo de muchas personas. -El cine de Aranoa se ha caracterizado siempre por su esfera social. ¿Temió que esta historia fuera demasiado hollywoodiense -Creo que el gusto por desarrollar personajes, en este caso reales, sigue aquí y, junto con eso, la historia es más ambiciosa porque todo lo que hacía Pablo Escobar impregnaba todos los niveles de la sociedad. Esto me permite contar ese universo que él genera y que no se ha repetido, y también lo que pasaba en la sociedad y en la clase política, que permitió que algo así sucediera. Barrio Los lunes al sol Princesas Son películas que se mantienen actuales en su temática. ¿Teme que cuando acabe todo el fenómeno Escobar esta historia decaiga? -Cuando empecé en este oficio, siemAFP pre decía que las películas buenas son las que aguantan en el tiempo. El afán no solo de un cineasta, de cualquier artista, es eso que llaman el clasicismo y que las historias no envejezcan. No solo hablas al espectador de hoy, también al del futuro. Y eso no tiene que ver tanto con los temas que eliges como con cómo los abordas. Espero que cuando vean Loving Pablo en unos años, esta aproximación a la mente criminal de Escobar siga resultando interesante. -Hablábamos de cine social, de autor. ¿Es una etiqueta que le persigue? -Al fin y al cabo es una etiqueta y lo natural es que uno se resista a que le pongan etiquetas, aunque solo sea porque restringen tu capacidad de movimiento. Es verdad que me he resistido siempre. Sé que está muy presente en mis películas la capacidad de asomarse a situaciones de injusticia social. El cine tiene que ser lo que su autor quiera que sea, aunque también tiene que entretener. Nunca he querido que la realidad se imponga como una losa en mis películas. De hecho, como espectador no es el cine que más me gusta. dena que merecía) el actor brasileño le habría terminado pillando el punto al peculiar deje de Medellín. A favor de Moura hay que decir que el actor favorito, imposición de su compatriota José Padilha, compone un personaje fabuloso. Le aporta carisma sin generar admiración incondicional, quizá porque nunca llega a apropiarse del punto de vista, que en última instancia pertenece a los agentes de la DEA. A favor de Netflix hay que admitir que se arriesgaron grabando en español, algo que ni siquiera Fernando León hizo con dos protagonistas de la tierra. Está de moda, aunque solo sea por ir a contracorriente, decir que la mejor interpretación de Escobar es la de su compatriota José Parra. En la cuestión lingüística no existe duda. Es el único colombiano elegido para el papel. El patrón del mal es además una serie interesante, como mínimo, aunque el formato de telenovela despierte prejucios y genere una cantidad excesiva de episodios: más de cien en una sola temporada. Verdad o veracidad Parra tiene el acento, pero carece del poder intimidatorio de Moura. Es posible que se parezca más al original, pero fuera del documental cualquier guionista sabe que para ser verosímil a menudo hay que ignorar la realidad. Por otro lado, la serie de Caracol ha sido atacada en los mismos frentes que la del gigante americano: falta de queño le quitan el idioma. El problerigor en ciertos detalles y exaltación ma de Escobar: Paraíso perdido no de la delincuencia, aunque su orien- es Benicio. El debutante Andrea Di tación es más cercana a las víctimas. Stefano, director y guionista, da una Para el hijo de Escobar, no retrata la visión necesariamente parcial es solo corrupción de las fuerun capítulo e inconzas del orden. Desde un Acento o muerte sistente, salvada por la punto de vista narratiEl único Escobar poderosa presencia del vo, que al final es lo que protagonista. Oti Rodrícolombiano es le importa al espectaguez Marchante resumía dor, el ritmo es moroso Andrés Parra, que la cuestión en media fracarece del poder se: Tienen tanta fuerza y el guión no tiene la sofisticación del estadouintimidatorio de e imán el personaje y el nidense. Los medios, actor que lo interpreta sus rivales por supuesto, son meque casi todo lo demás nos generosos. de la película es mero reBenicio del Toro es el otro gran in- lleno, como latillas de sardinas en esa térprete que ha lidiado con el perso- cesta navideña en la que reina la uña naje. Como a Bardem, al puertorri- negra de una pata de jamón