ABC CORDOBA 04-03-2018 página 53

ABC DOMINGO, 4 DE MARZO DE 2018 abc. es internacional INTERNACIONAL 53 ALGO TRAE EL POTOMAC ÁLVARO VARGAS LLOSA ITALIA: QUE TODO SIGA COMO ESTÁ Aunque parezca una broma, el inefable Berlusconi es el mayor antídoto, por ahora, al populismo puro y duro L O que se temió en otras partes de Europa el año pasado, el triunfo electoral del populismo, puede ocurrir hoy en Italia. El Movimiento 5 Estrellas será la primera fuerza y hay probabilidades de que la Liga Norte sea la organización más votada al interior de la coalición de derecha, por encima de Forza Italia. La suma del Movimiento 5 Estrellas, que no anda lejos del 30 por ciento, y Liga Norte, que coquetea con el 15 por ciento, implica, si añadimos a Hermanos de Italia, grupo altitronante que también integra la coalición de derecha y no está distante del 5 por ciento, que la mitad de los italianos optarán por el populismo. Una fogata en la que crepitan euroescépticos, separatistas, estatistas y xenófobos, según de que partido hablemos. Felizmente no hay grandes probabilidades de que surja un gobierno resueltamente populista a pesar de que los números apuntan a la alarmante realidad mencionada. La razón es doble: primero, el pacto entre Silvio Berlusconi y Matteo Renzi, que en su día hizo posible una normativa electoral que favorece a las coaliciones y castiga a los partidos individuales; segundo, el propio Berlusconi, esa fuerza de la naturaleza que lidera, a pesar de estar impedido legalmente de ser candidato, la coalición de derecha. Aunque él lo haya negado, Berlusconi es capaz de pactar con el diablo, es decir la izquierda, para impedir que sus aliados de Liga Norte pacten con el Movimiento 5 Estrellas y formen un gobierno populista o, si su coalición de derecha logra ser gobierno, de crearles tantos problemas a sus socios extremistas que no les resulte posible llevar a Italia hacia el populismo puro y duro. Eso sí, para moderar el populismo extremo Berlusconi hace, verbalmente, populismo light y a veces no muy light Lo seguirá haciendo cada vez que su intuición le diga que la derecha populista amenaza con marginar del todo a Forza Italia. Lo cual significa, aunque parezca una broma, que el inefable Berlusconi es el mayor antídoto, por ahora, Silvio Berlusconi al populismo puro y duro. Es parecido a lo que ocurrió, desde 1944 hasta 1994, con la Democracia Cristiana. Aquel partido se corría a la derecha cada vez que los italianos temían al comunismo y ocupaba el espacio de centroizquierda cada vez que los italianos se inclinaban por el socialismo (o que el comunismo, que fue muy poderoso allí, contaminaba exitosamente el debate público) Aunque la prensa de izquierda de tanto en tanto califica a Berlusconi y su partido como extrema derecha lo cierto es que ha ocupado el espacio histórico de la Democracia Cristiana. No olvidemos que en Forza Italia hubo desde el comienzo no pocos socialistas además de demócrata- cristianos, liberales y confusos. Es penoso que para evitar el populismo en la bella Italia haya que depender de Berlusconi, personaje impresentable para quienes quisiéramos que las fuentes de entretenimiento no estén en la política y que exista un muro infranqueable entre intereses privados y políticas de Estado. Pero la política italiana posttangentopoli es la que es y por tanto Europa reza hoy de rodillas para que Berlusconi y Forza Italia salgan de estos comicios lo bastante solventes como para impedir que una coalición decididamente populista se apodere de su país. La imperecedera frase de El Gatopardo Si vogliamo che tutto rimanga come è, bisogna che tutto cambi tiene un doble sentido: expresa la necesidad de modificar las cosas para salvarse y de que, modificadas desde el interior, impidan un cambio real impuesto desde el exterior. Es el rol que le cabrá a partir de los comicios de hoy al inevitable Berlusconi. Trabajadores trasladan papeletas de militantes del SPD EFE Participación récord en la consulta a las bases del SPD alemán Hoy se conocerá si los socialdemócratas aceptan la Gran Coalición con Merkel ROSALÍA SÁNCHEZ CORRESPONSAL EN BERLÍN Nunca antes se había producido una participación tan alta en una consulta a las bases del partido informó ayer el presidente interino del Partido Socialdemócrata Alemán (SPD) Olaf Scholz, mientras 120 voluntarios incomunicados llevaban a cabo el escrutinio de los votos llegados por correo. El resultado, al que rodea una gran incertidumbre, se dará a conocer a primera hora de hoy y determinará si Merkel vuelve a formar un gobierno de Gran Coalición o si Alemania se ve abocada a la repetición de las elecciones del 24 de septiembre. Andrea Nahles, candidata de la dirección a la presidencia en un congreso que se celebrará en abril, se reconocía ayer un poco tensa pero confió en que el resultado sea el sí por el que de forma unánime ha hecho campaña la dirección. Con suerte no habrá un resultado negativo. Con lo que no especulo con esa posibilidad añadió Nahles, antes de señalar que lo importante es que nos demos cuenta de que los socialdemócratas están viviendo un momento histórico y que te- nemos que prepararnos para cualquier escenario El SPD ha acogido desde enero unas 50.000 nuevas afiliaciones, después de que las juventudes del partido, los Jusos, lanzasen una agresiva campaña por el no llamando a los alemanes a afiliarse al SPD, independientemente de su ideología, con el objetivo de votar en contra de la Gran Coalición. Si el resultado es negativo, los Jusos exigen la dimisión en pleno de la directiva y, según las encuestas, el SPD no sacaría más del 15 en una repetición de elecciones, lo que lo borraría de la lista de grandes partidos alemanes. Salga lo que salga de esta consulta, el partido debe comenzar un profundo proceso de renovación programática que nos vuelva a conectar con los ciudadanos y con los votantes insistía ayer Nahles, este partido ha sido crucial para la historia política de Alemania y lo seguirá siendo en el futuro Nahles defendío hasta última ahora que el pacto logrado tras una dura negociación con Merkel contempla que quedan en manos socialdemócratas los ministerios más poderosos y que el 60 de los 45.0000 millones de euros que maneja el acuerdo, quedarán también en manos del SPD. Repetición de comicios Si las bases del SPD votan por el no Alemania se vería abocada a la repetición de las elecciones