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ABC CORDOBA 13-02-2018 página 40
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40 ESPAÑA MARTES, 13 DE FEBRERO DE 2018 abc. es espana ABC Aviso del nuevo fiscal jefe catalán: atacar la Constitución daña las relaciones sociales jaron juntos desde 2013 en una época convulsa en que la Fiscalía Superior ha estado en el foco mediático por las querellas derivadas de la consulta soberanista del 9- N y algunas diferencias de criterios respecto a la Fiscalía General, entonces dirigida por Eduardo Torres- Dulce. JESÚS HIERRO DANIEL TERCERO Ahora el fiscal general del Estado BARCELONA es Julián Sánchez Melgar, que ayer arroEl nuevo fiscal superior de Cataluña, pó a Bañeres en su toma de posesión. Francisco Bañeres, asumió ayer el car- Le deseó mucho éxito a él y también a go con una advertencia: Los ataques Concepción Talón, que en la misma ceal orden Constitucional provocan in- remonia ha asumido la jefatura de la defectiblemente incertidumbre, desa- Fiscalía Provincial de Barcelona, en sosiego y, lo que es peor, un retroceso sustitución de Anna Magaldi. en el marco de las relaciones sociales Pilotarán la Fiscalía en un momeny económicas to histórico dijo Sánchez Melgar. Fue No hizo una alusión explícita al in- la única alusión explícita al conflicto dependentismo ni a los procesos judi- catalán. Según fuentes de la Fiscalía, ciales abiertos por el procés Eso sí, Sánchez Melgar ha querido hacer un alertó de que en un Estado democrá- discurso conciliador en lo que ha tico no se puede concebir la Justicia sido su primer acto institucional en sin legalidad porque su quiebra siem- Cataluña. En definitiva, evitar echar pre ha conducido irremediablemente más gasolina al fuego para tratar de al abuso Y también, como no podía contribuir a la normalidad institucioser de otra manera, mostró su com- nal. Rememoró los años en que estupromiso pleno de servicio a la Consti- vo destinado en esta Comunidad Autución y al Estado de Derecho Una tónoma e incluso citó a Joan Manuel Carta Magna, que Bañeres no entien- Serrat para recordar aquella época: de sólo como un límite Son aquellas pequeñas sino como progreso, gacosas, que nos dejó un rantía, confianza y legatiempo de rosas... lidad Un tono diferente emBañeres El hasta ahora númepleó la nueva fiscal jefa Muestra su ro dos del Ministerio Púde Barcelona en su aloblico en Cataluña toma cución: sólo el respeto a compromiso el relevo del recientemenla ley asegura un marpleno con la te fallecido José María RoCarta Magna en co pacífico de convivenmero de Tejada. Para él el acto de su toma cia en el que todos los tuvo también unas palaciudadanos ven asegurade posesión bras de recuerdo. Trabados sus derechos avisó Junqueras descarta la presidencia de Puigdemont y reitera su apuesta por Rovira Talón. Además, quiso despejar dudas sobre la independencia de los fiscales asegurando que el Ministerio Público no toma partido por ideologías u opiniones, ni tampoco por ellas solicita medidas cautelares o formula acusaciones. Sólo lo hace por el respeto a la ley Fue un mensaje implícito sobre la petición de prisión para algunos de los líderes del proceso independentista. Rovira es un gigante En este sentido, Oriol Junqueras (ERC) en prisión preventiva en Madrid, defendió ayer en una entrevista por es- crito para Telecinco que Carles Puigdemont no podrá ser presidente de la Generalitat desde Bélgica. Desde su punto de vista: El problema no es si se puede o no (ser presidente desde el extranjero) El problema es si sería una presidencia efectiva. Y es obvio que el Estado español jamás permitiría que fuera efectiva. Ahí radica el problema Como alternativa a esta situación, el líder de ERC, que no se descarta como presidente en el futuro, reitera su apuesta por Marta Rovira: Es un gigante, es alguien en quien todos confiamos ANÁLISIS MANUEL MARÍN CON UN EMBUDO EN LA CABEZA E n el mismo instante en que el nuevo fiscal jefe de Cataluña condenaba ayer la quiebra de la legalidad democrática como una práctica que solo conduce al abuso político y al desprecio a la convivencia, Carles Puigdemont escupía su odio de casta sobre los orgullosos carceleros de la democracia El primero hablaba en su toma de posesión, a cara y pecho descubierto y en defensa del constitucionalismo, como garante de las libertades en la Cataluña que trata de superar el golpismo. El segundo lo ha- cía desde su refugio de huido de lujo y a través de una red social como garante de su soberbia y su impunidad. Sostuve días atrás que las piruetas de Puigdemont ya no merecen más análisis políticos, más interpretaciones experimentales de su estrategia, o más estudios sociológicos sobre su influencia real en el independentismo catalán. Como mucho, el modo en que Puigdemont percibe el alejamiento de su investidura ya solo merece diagnósticos de psiquiatría avanzada. Empezamos a tardar en dibujarle con un embudo en la cabeza, la mano izquierda guardada en la pechera de una casaca napoleónica, y los ojos bizcos girando sobre sus órbitas. La Cataluña post- Puigdemont no resiste un minuto más de poder tuiteado, de banalización del futuro, y de negociaciones basura con un tipo fugado en un maletero sin más peso fáctico que el de su propia bufanda. Cada día que discurre con Puigdemont en Bélgica, aunque sea sin orden europea de detención, es un día más que el Tribunal Supremo avanza hacia el procesamiento real de entre 18 y 24 diputados del actual Parlamento catalán. Y, por tanto, hacia su inhabilitación cautelar a la espera de juicio. Cataluña ha agotado inútilmente el crédito de la paciencia colectiva y se empeña en mantener a Puigdemont como un fenómeno viral y sistémico, víctima de una injusticia que no es tal, e incapaz de presentarse ante la opinión pública si no es como un ectoplasma que proyecta su bilis contra todo y contra todos. Pero hasta el odio se agota. Puigdemont está lastrando a su partido, la mitad del cual ya se limita a aborrecerlo cordialmente haciendo pucheros de vergüenza ajena. ERC lo zarandea como a un guiñapo, como el oso que golpea a su víctima para probar su resistencia antes de seccionarle la yugular. Y la CUP, ese reducto del cinismo político con quien Manuela Carmena gusta retratarse, lo ha sentenciado. Puigdemont no va a ser presidente de la Generalitat. Si su sacrificio no llega con urgencia por la vía penal o por la traición implacable de sus adoradores, seremos los demás quienes acabaremos con el embudo en la cabeza

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