ABC CORDOBA 31-01-2018 página 60

60 CULTURA MIÉRCOLES, 31 DE ENERO DE 2018 abc. es cultura ABC Proyecto Félix Hernández apostaba por combinar el vidrio con la madera en una pieza Propósito Ambos buscaban tamizar la excesiva luz que llegaba a la sala de oración Durante más de veinte años, la nave número 16 estuvo cerrada con una cristalera que tenía en su interior un dibujo geométrico, inspirado en algunos motivos interiores, realizado con elementos metálicos. Félix Hernández lo consideró apropiado como para seguir trabajando con el mismo modelo en los vanos siguientes. Rafael de La- Hoz aseguraba que contaba con el apoyo de Félix Hernández, pero no en la solución que propugnaba. Como afirma Sebastián Herrero en el libro, coincidían en el concepto de la relación entre la sala de oración y el Patio de los Naranjos, y no en el detalle de la solución Presentación del libro del arquitecto Sebastián Herrero RAFAEL CARMONA El patrón geométrico Los dos, continúa el arquitecto conservador del monumento, pretendían evitar una zona excesivamente iluminada dentro de la penumbra general que inundaría la sala de oración Pero su propuesta era distinta: la de Félix Hernández partía de un proyecto de Ricardo Velázquez Bosco en 1916, y Rafael de La- Hoz condensaba la cristalera y la celosía en un único plano y para eso reutilizaba el patrón geométrico de las celosías de mármol que existen en pequeños huecos en la zona de la ampliación de Alhakén II El arquitecto Víctor Caballero Ungría firmó el proyecto que siempre se consideró como obra de Rafael de LaHoz en octubre de 1972, y lo hizo no sólo para las cuatro naves que se han conocido, sino también para la número 2 y 3, en el otro extremo del Patio de los Naranjos. Se hicieron dos modelos geométricos distintos y las obras terminaron en el año 1974. Según afirma Sebastián Herrero en el libro, los trabajos lograron conseguir la pretendida profundidad de la fachada al situar las celosía proyectadas en el espacio entre el cerramiento original de Abderramán I y la reforma de Abderramán III Eso sí, empleó geometría de la ampliación de Alhakén II y cambió la escala y el material, lo que supuso una nota discordante en la adecuada lectura de la fachada El caso es que se colocaron y allí continúan tres de ellas. La retirada de la que cierra la nave número 17, para el paso de las cofradías al interior en la nueva carrera oficial de la Semana Santa, es la única alteración, y no se va a recuperar el aspecto que tuvo, ya que el Cabildo ha valorado la recuperación de la iluminación original que ha supuesto la retirada de la celosía. Las futuras actuaciones dirán cómo será el muro norte y qué ocurrirá con las celosías de hace casi medio siglo. Las famosas celosías de la MezquitaCatedral fueron una de las opciones que se barajaron para el muro norte El cierre de cristal que nunca se hizo POR LUIS MIRANDA CÓRDOBA C ELOSÍA es una palabra que se asocia a la Mezquita- Catedral de Córdoba desde el debate sobre la retirada de la que separa la nave número 17 del templo del Patio de los Naranjos. La estampa de las cuatro construcciones es una de las más fotografiadas del templo a pesar de su escasa antigüedad, pero pudo tener una estampa bien distinta en el momento en que se debatía su construcción. Lo cuenta el arquitecto Sebastián Herrero en su libro De lo original a lo auténtico. La restauración de la Mezquita- Catedral de Córdoba durante el siglo XX En 1972, se planteó la recuperación de la llamada fachada al patio por parte de la Dirección General de Arquitectura. Al frente estaba el arquitecto cordobés Rafael de La- Hoz Arderius, que contrastó su opinión con la de Félix Hernández, que en las décadas anteriores había realizado importantes proyectos de restauración en el monumento. En la Comisión de Patrimo- nio que se celebró poco antes, De LaHoz contaba cómo le había consultado esta solución, y este le envió un proyecto que había hecho en 1946 y que no se llevó a cabo. Era una pieza muy distinta de la actual, que se basaba en una experiencia previa del propio Félix Hernández en 1946. Tapaba el vano con una celosía en la parte inferior y con una cristalera en la superior. Según él, hacía falta un organismo protector que, en toda su altura o en la parte más expuesta al castigo, la ampare La celosía no debía superar los 2,5 metros. Su idea era un reticulado de valor neutro. En aquel momento, la nave número 16, la que está al oeste del Arco de Bendiciones, estaba cerrada por una cristalera y Félix Hernández había tenido la idea de modificar levemente este proyecto, con la celosía inferior, y trasladarlo a los demás arcos, del 17 al 19. Nunca pudo llevarlo a cabo, aunque estaba proyectado, como recoge el libro que ha editado el Cabildo Catedral. Imagen de una de las propuestas de Félix Hernández ABC