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ABC CORDOBA 23-01-2018 página 80
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ABC CORDOBA 23-01-2018 página 80

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MARTES 23.1.2018 Editado por Diario ABC, S. L. San Álvaro, 8, 1 3, 14003 Córdoba. Diario ABC, S. L. Reservados todos los derechos. Queda prohibida la reproducción, distribución, comunicación pública y utilización, total o parcial, de los contenidos de esta publicación, en cualquier forma o modalidad, sin previa, expresa y escrita autorización, incluyendo, en particular, su mera reproducción y o puesta a disposición como resúmenes, reseñas o revistas de prensa con fines comerciales o directa o indirectamente lucrativos, a la que se manifiesta oposición expresa. Número 37.280 D. L. I: M- 13- 58 Apartado de Correos 43, Madrid. Teléfono de atención 901 334 554. Centralita ABC 91 339 90 00. EL PULSO DEL PLANETA VISTO Y NO VISTO El primer ordenador que lee la mente Investigadores japoneses han creado una Inteligencia Artificial que decodifica la actividad cerebral y la muestra en pantalla IGNACIO RUIZ- QUINTANO EL ALGORITMO Pilato preguntó qué era la verdad y Jesús contestó: Es la que viene del cielo Bueno, pues el bulo, según el algoritmo de Garicano, es el que viene de Rusia on el Partido Único consagrado en Alemania, lo que preocupa al tanque de pensamiento de Ciudadanos es... el algoritmo: los partidos no quieren competencia en la propagación de bulos, y el ciudadano Garicano se apunta con su mejor alfalfa a la censura de redes en pro de una chupipandi política no coactivamente solitaria, sino necesariamente única, como la Falange de Arrese. ¡Del algoritmo de Euclides al algoritmo de Garicano! ¡El bulo, el bulo! Pero ¿qué es el bulo? Pilato preguntó qué era la verdad y Jesús contestó: Es la que viene del cielo Bueno, pues el bulo, según Garicano, es el que viene de Rusia. ¡Rusia culpable! gritaba ya su tío, Garicano el de Gobernación, cuando aún no había nacido Zuckerberg, el chico de Facebook. Al hilo del algoritmo, hubo un árbitro murciano, Franco Martínez, que, en pleno Proceso de Burgos, fue sorteado para arbitrar el derbi vasco: por temor a que en el partido pudieran oírse gritos de ¡Franco, cabrón! que excitaran los algoritmos del Régimen, fue convocado en Murcia al piso de un canónigo donde lo esperaba el secretario de Garicano (el de Gobernación) que le pidió que se pusiera enfermo para no ir a San Sebastián, y así lo hizo. El bulo político ¡la madre de todos los bulos! lo inventó la Asamblea francesa al decretar el 15 de julio del 91 que el rey no había huido, sino que había sido raptado (lo firmaron todos menos cuatro, precisamente los cuatro que luego, cosas del algoritmo, votaron por el exilio del rey en la Florida y en contra de la pena de muerte) Y luego están los bulos rusos, que serían el bulo del 78 como régimen de representación y separación de poderes, el bulo del 79 sobre la churrera del hotel Corona de Aragón, el bulo de Solbes negando la crisis en el debate con Pizarro o el bulo del centrismo esa estafa intelectual, ese extremismo de la ambición de Rivera, el tipo que promete hacer del mastín leonés una persona dueña de su silencio y esclava de su palabra. JOSÉ MANUEL NIEVES MADRID C uestra relación con la tecnología nunca volverá a ser la que era. La culpa la tienen dos simples letras, IA, Inteligencia Artificial, y tras ellas se esconde una revolución destinada a dar un vuelco a nuestras vidas en los próximos años. Los primeros chips inteligentes ya están entre nosotros en ordenadores, servicios de internet como Google Maps e incluso en algunos de los más recientes teléfonos móviles. Este mismo año llegarán a los televisores, coches y electrodomésticos. Pero esto es solo el principio. Antes de que nos demos cuenta, nuestro ordenador, nuestro televisor, nuestro smartphone, nuestro coche o incluso nuestra lavadora empezarán a tomar decisiones en nuestro nombre, a seleccionar contenidos, programas de lavado o las mejores rutas sin necesidad de consultarnos. Todo esto será posible porque nuestros dispositivos van a ser capaces de conocer nuestras costumbres, lugares favoritos, los programas que más nos gusta ver y a qué horas, y un largo etcétera de cosas que no caben en estas líneas. El secreto está en una mezcla del llamado machine learning (o capacidad de aprendizaje de las máquinas) y el uso de chips basados en redes neuronales. Como en un cerebro humano, las máquinas aprenden a partir de sus experiencias sacan conclusiones y actúan en consecuencia. Las posibles aplicaciones son tantas y tan variadas que sería imposible enumerarlas. La era de los dispositivos tontos incapaces de hacer nada que no les hubié- N La máquina lee imágenes complejas, no solo píxeles ramos ordenado de forma explícita, ha llegado irremediablemente a su fin. Lejos de los productos comerciales, además, la IA sigue desarrollándose en miles de laboratorios de todo el mundo. Estos días, por ejemplo, se ha hecho público un experimento japonés en el que investigadores de la Universidad de Kyoto han conseguido poner a punto un sistema capaz de leer, y visualizar después en una pantalla, nuestros pensamientos. ¿Ciencia ficción? Nada de eso. Solo Ciencia... UNIVERSIDAD DE KYOTO Ingeniería inversa El truco consistió en escanear todos y cada uno de los procesos cerebrales de tres voluntarios al mismo tiempo que miraban (o recordaban) una serie de imágenes concretas. Después, y a partir de ese escaneo, un proceso de ingeniería inversa fue capaz de reconstruir los objetos en el que los voluntarios estaban pensando, basándose únicamente en la actividad de sus cerebros. Apenas es un primer paso, pero el potencial es enorme. Los autores hablan ya sin tapujos de la posibilidad de crear obras de arte con solo imaginarlas. Bastaría pensar en una imagen para que el ordenador la plasmara, sin que hacer nada más. Los científicos japoneses piensan también en una máquina capaz de representar visualizaciones de nuestros sueños. Como si fuera una película, podríamos, cada mañana, ver en pantalla todo lo que hemos soñado durante la noche. Hace tiempo que se habla del Internet de las Cosas, pero el momento ha llegado. Los cálculos más realistas revelan que para 2025 habrá ¡100.000 millones! de dispositivos conectados a internet, todos ellos intercambiando datos e informaciones a un ritmo de vértigo. Una cifra que deja pequeña, muy pequeña, a la de humanos de carne y hueso conectados a la red, unos 3.500 millones de personas. Para 2025 se espera que sean 7.000 millones... Verbolario POR RODRIGO CORTÉS Compacto, adj. Resistente a la contradicción.

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