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ABC CORDOBA 08-01-2018 página 40
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40 ESPAÑA LUNES, 8 DE ENERO DE 2018 abc. es espana ABC LA PUGNA ENTRE PP Y CS MARCA POR VÍCTOR RUIZ DE ALMIRÓN ciclo electoral, que arrancará ya en el primer trimestre de El nuevo curso político se configura como un gran 2019 con las elecciones andaluzas. Y eso si no hay sorpresa en entrenamiento en el que los partidos políticos marcan terreno forma de adelanto electoral. Cataluña seguirá siendo y perfilan sus discursos y sus estrategias de cara al nuevo protagonista y un condicionante en todos los aspectos. PP fijado como objetivo para lo que queda de legislatura. Esa pugna con Ciudadanos es fundamental de cara a los comicios municipales y autonómicos, donde el PP aspira a recuperar parte del poder perdido en 2015. Génova empezará a trabajar ya en los relevos que tengan que producirse para las candidaturas en las capitales de provincia para contraponerlas a los candidatos municipales naranjas, que con la excepción de casos muy puntuales sigue siendo el gran déficit de Ciudadanos a nivel de reconocimiento público. Pero tiene que hacerlo con sumo cuidado, ya que las posibilidades de recuperar administraciones pasa casi exclusivamente por los acuerdos a los que pueda llegar con los de Rivera en cada territorio. El nuevo año se abre con importantes cambios en el panorama político respecto a como lo hizo 2017. Un elemento sí que es común: el año empieza con los Presupuestos Generales sin aprobar y las cuentas prorrogadas. Para el pasado año el Gobierno logró atar el apoyo de Ciudadanos y PNV. Para este, el panorama es mucho más complejo. La escalada del conflicto catalán sacó a los nacionalistas vascos de la ecuación y los resultados del 21- D no han servido para devolverlos a la escena. Y es que Cataluña condiciona todo. El resultado electoral ha traído como consecuencia un incremento de las hostilidades entre el PP y Ciudadanos. La formación de Rivera ha anticipado que será más exigente con Rajoy para que cumpla el acuerdo de investidura. El conflicto catalán ha roto prematuramente los puentes de entendimiento entre PSOE y Podemos. La ideología divide a los bloques entre sí y el conflicto territorial ha roto los bloques por dentro. Los partidos comienzan el 2018 con distancias y con la mente puesta ya en preparar el ciclo electoral de 2019 (andaluzas, europeas y municipales y autonómicas) Esos ingredientes de fractura dificultarán que puedan alcanzarse grandes acuerdos. Frenar a Ciudadanos y preparar los comicios de 2019 El PP alcanzó durante varios episodios de 2017 muchos buenos momentos. El punto culminante fue lograr aprobar los Presupuestos Generales de ese año, algo que ha resultado crucial para poder desarrollar la legislatura. El acuerdo con el PSOE para aplicar el 155 en Cataluña, dentro de la complejidad, fue un momento que se leyó internamente como un síntoma de fortaleza. Pero el año terminó con el muy negativo resultado de las elecciones catalanas. Ha sido el mejor ejemplo para el PP de cómo Ciudadanos se ha beneficiado de toda la respuesta constitucional al independentismo. Los populares quieren evitar que cunda la sensación que lo sucedido en Cataluña es trasladable al resto del país. Mientras Mariano Rajoy y Albert Rivera cerraban el año con un encuentro en La Moncloa en el que constataban su unidad para combatir al independentismo, las criticas cruzadas entre PP y Ciudadanos se han multiplicado. La alergia a gobernar que los populares han afeado a Cs por la falta de iniciativa en Cataluña será una de las piezas clave de las críticas a los de Rivera. Su inexperiencia frente a la gestión del PP. Los populares tratarán de poner en primer término los buenos datos de recuperación económica y acompañarán en el Congreso la búsqueda de grandes acuerdos de Estado que Rajoy se ha Grandes debates pendientes El mejor ejemplo es la financiación autonómica. El Gobierno quiere contar con la participación activa de Cataluña, algo que no parece posible ante el bloqueo político que se avecina y la sombra de la repetición electoral planeando. Mientras, los gobiernos regionales de uno y otro partido aprietan a Génova y Ferraz para sellar un nuevo acuerdo. Y harán de ello su caballo de batalla de cara a las elecciones. Rajoy demanda la participación del PSOE en el acuerdo. Sánchez se ofrece a negociar pero no desde una hoja en blanco, sino a partir del modelo que presente el Gobierno. Será el gran debate de un año que se desarrollará también en torno a las posibilidades o no de reformar la Constitución. La comisión de estudio del modelo autonómico empieza sus trabajos esta semana, con las ausencias de Podemos y los nacionalistas (salvo Compromís) Pedro Sánchez quiere que en septiembre se abra ya una subcomisión para la reforma constitucional. El PP, en cambio, no predispone que de ese primer foro vaya a emanar la conclusión de que la reforma es necesaria. Las alianzas cambiarán para el estudio de la reforma electoral, donde Ciudadanos y Podemos mostrarán sintonía y cargarán en los dos grandes partidos la responsabilidad si no hay reforma. Mariano Rajoy PSOE Más oposición de Estado y menos Podemos Un partido en el que, por su derecha y en lo relativo a la crisis territorial aparece un competidor como Ciudadanos, mientras por su izquierda hay signos de desgaste por la asociación al PP en la crisis catalana, como ejemplifica la baja de Pérez Tapias, puede caer en el riesgo del descontento generalizado. El retorno de Sánchez a la secretaría general se reflejó con un ascenso en las encuestas en detrimento de Podemos. Pero desde aquella primera foto, el partido no ha seguido subiendo y se ha visibilizado cierto estancamiento constatado especialmente en las elecciones catalanas, un territorio en el que Sánchez cosechó una victoria arrolladora en las primarias socialistas y que sería proclive a su proyecto de España plurinacional. Los resultados demostraron que no fue un revulsivo electoral. Las elecciones generales todavía quedan lejos, y el PSOE ha dejado claro que no reclamará un adelanto electoral en mitad de la crisis catalana. En Ferraz son conscientes de que, con los comicios tan lejos, no pueden vivir de los réditos en torno al relato épico que se construyó con el triunfo de Sánchez en las primarias. Sí consideran que ese acontecimiento ha servido para erigirse en líder claro de la izquierda. Sánchez siempre pensó Pedro Sánchez que primero tenía que revertir la fuga de votos hacia Podemos y que el voto centrista vendría solo cuando se erigiese como única alternativa al PP. El auge de Cs cuestiona esa estrategia, por eso el PSOE incrementará sus referencias a la derechización de la formación de Rivera. Sánchez plantea desarrollar lo que ha definido como oposición de Estado Los ingredientes básicos de esa estrategia pasarán por una línea dura contra Rajoy en lo relativo al empleo y al modelo económico a la vez que acompaña al Gobierno en el desafio catalán o en la lucha contra el terrorismo. Y todo sin descuidar la izquierda ante un Podemos que insistirá en la moción de censura y en que incidirá en Sánchez mintió a sus militantes para ganar las primarias.

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