ABC CORDOBA 15-12-2015 página 17
- EdiciónABC, CORDOBA
- Página17
- Fecha de publicación15/12/2015
- ID0006518882
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ABC MARTES, 15 DE DICIEMBRE DE 2015 abc. es opinion OPINIÓN 17 VIC DESDE MI RINCÓN JOSÉ LUQUE VELASCO UNA CAMPAÑA DE LOS OTROS Existe poca ilusión en el 20- D. Son muchos los que más inducidos por la propia campaña que por un especial atractivo, irán a votar D PASAR EL RATO JOSÉ JAVIER AMORÓS SONATINA DE CAMPAÑA La alcaldesa está triste... ¿qué tendrá la alcaldesa? El PSOE no cuenta con su boca de fresa... El partido la ignora, el partido la estresa... A finales del siglo XIX, un nicaragüense genial, Rubén Darío, publicó un libro titulado Prosas profanas en el que incluía una Sonatina que los estudiantes de mi generación conocíamos de memoria. El mundo de hoy- -el mundo representado por el kantiano Iglesias, el que enseñaba a sus alumnos que la teoría de la relatividad la formuló Newton- -sabe que los escolares de aquel tiempo no teníamos nada mejor que hacer que aprendernos de memoria los mejores poemas de los mejores poetas y la Primera Catilinaria de Cicerón. Por eso, la mayoría no hemos sido hombres de provecho, limitándonos a envejecer en familia con dignidad, sin molestar al pueblo soberano. De aquella inútil Sonatina viene este innecesario artículo. La política actual es hastío y decepción. Todo lo que podemos hacer los que no podemos hacer nada es aliviarla un poco con la cortesía del humor. Cada día lo mismo y cada día los mismos, en las televisiones, en las radios, en las calles. No hay piedad para la inteligencia. Menos mal que ya están aquí los robots. Dichosos ellos, que entenderán a Iglesias. La alcaldesa está triste... ¿qué tendrá la alcaldesa? El PSOE no cuenta con su boca de fresa y la campaña en Córdoba ha perdido color. El partido la ignora, el partido la estresa. Quiere ser oradora, porque ella es la alcaldesa, y en su puño de nácar se marchita la flor. El poder, con la fuerte sujeción de la rosa, la suelta por las calles, como una mariposa, a repartir folletos que ya nadie valora. El poder no la quiere, el poder la distancia; el poder no se olvida del silencio con Francia, la Ciudad Deportiva o la incineradora. Ay, la pobre alcaldesa de los días azules, y aquel sol de la infancia, vestidita de tules, entre las teresianas de inefable candor. Pudo ser profesora, pudo ser abadesa, siempre fue soñadora. Se quedó en alcaldesa. Hay vidas que merecen un destino mejor. Marcha, como al suplicio, hasta Capitulares. Corona Reyes Magos, Melchores o Gaspares, y enciende lucecitas en las que cree poco. Y mientras las sesiones ruedan con ronco ruido, ella vuelve a su infancia, como quien vuelve al nido, y se aleja de un mundo que le parece loco. Protestan los de Cosmos, que dan tanto la lata. ¿Por qué no toman algo en la calle de La Plata, mientras los convocamos para hablarnos de amor? De aquella cementera vienen todos los males. Displicente, García dice cosas banales, y los obreros buscan a un Cid Campeador. Córdoba no despega, nadie sabe por qué. La culpa es de la Iglesia, y si no, del PP. Y si no, de Rivera, y si no, de Alemania. Nosotros aportamos labor seria y callada, que es lo que aporta siempre el que no aporta nada. Como la ex de Iglesias, que se llamaba Tania. Se acabará diciembre, con su fría venganza. Quién volviera a las horas de la antigua bonanza. Después del día 20, ¿habrá llegado el fin? Calla, calla, alcaldesa, dice el hada Susana. Madrid queda muy lejos, tú tienes un mañana. Te quedan aún tres años; lo demás, a ti plin. ice nuestro diccionario que ilusión es la esperanza de algo cuyo cumplimiento parece especialmente atractivo Eso pretenden los políticos conseguir en época electoral. Sembrar la ilusión de que ellos y sólo ellos tienen soluciones para nuestra felicidad. Prometen adoptar medidas económicas tremendamente seductoras. Se acercan a los mercados, colegios, residencias y cafeterías, saludando y repartiendo polvorones o lo que sea, garantizando que esa manera de actuar tan cercana y familiar será la que marque sus comportamientos futuros. Observando semejante espectáculo, recuerdo aquella canción que con otra letra decía que buenos son los políticos del. (PP, PSOE, que buenos son, que nos siembran de ilusión Al oírles anunciar bajadas de impuestos; decir que tienen la receta para alcanzar el pleno empleo o afirmar creer en los pequeños y medianos empresarios, no puedo dejar de preguntarme si alguien se cree lo que dicen. También me cuestiono si ellos mismos se lo creen. La realidad es que en España existe poca ilusión en las elecciones. ¡Eso se palpa! Son muchos los que inducidos por la propia campaña, van a emitir voto, no porque exista algo especialmente atractivo en el programa o porque confíen en los candidatos que se presentan. Lo harán porque tienen determinadas reservas y temores respecto de los otros Recelos que siembran los propios partidos sobre los demás, al tiempo que se amanceban con ellos en otras instituciones. ¡Eso es indigno y lamentable! Por eso me revienta ver las celebraciones que en la noche electoral organizan los partidos ganadores ¿Son tontos o nos consideran tontos... Deberían arrepentirse y reflexionar los que han perdido. Pero nunca festejar nada aquellos que se han encontrado, sin mérito alguno, con los votos del miedo a lo desconocido o de la desconfianza en los otros Para mí sería un incentivo a tener en cuenta que prometieran no celebrar nada. También me pregunto si confío en alguien. ¡Claro que tengo confianza! Soy optimista respecto de nuestro futuro. España tiene una masa crítica de personas capaces de liderar las mayores proezas. Líderes que han permanecido ajenos a lo político, sumergidos en sus trabajos, laborales, profesionales o empresariales, y que han sido los verdaderos sufridores y pagadores de una crisis que ellos nunca generaron. Esos líderes empiezan a comprender que hay que dar un paso adelante, salir al ruedo y coger al toro político por los cuernos. De ahí mi confianza en que el gobierno que salga de las urnas el 20- D, se verá forzado democráticamente a adoptar las medidas necesarias para que jamás los españoles tengamos que ir a votar contra nadie. Queremos votar proyectos viables y a personas capaces de ejecutarlos. ¡España lo merece!