ABC CORDOBA 01-12-2015 página 17

ABC MARTES, 1 DE DICIEMBRE DE 2015 abc. es opinion OPINIÓN 17 VIC DESDE MI RINCÓN JOSÉ LUQUE VELASCO MENUDA PRECAMPAÑA Me da pavor pensar en lo que se le puede venir encima a Córdoba en los próximos meses con las medidas que se están tomando S PASAR EL RATO no mandato de amor al prójimo; de Cruz Roja, que estrena edificio para ayudar aún más y en mejores condiciones; del Comedor de los Trinitarios, pensando ya en las comidas de Navidad para sus acogidos, como una madre... Y tantos guerrilleros de la compasión, que participan en el sufrimiento de los otros regalando tiempo y bienes por su cuenta. Una ciudad con estos hábitos del corazón no puede temer por su futuro. La bondad existe en la acción, no en el pensamiento. Ser una buena persona no consiste en no hacer mal a nadie, sino en hacer el bien. Y el bien es conducta, no simple ausencia del mal. Con un mundo lleno de gente que nunca ha hecho mal a nadie, pero que nunca ha hecho bien a nadie, únicamente se podrían construir sociedades frías y despiadadas, esencialmente injustas. Hacer el bien es lo propio de las buenas personas. Y esa conducta incorpora un magisterio de los buenos sentimientos muy superior a cualquier doctrina. Cada vez que nos comportamos como buenas personas, estamos enseñando a otros a ser buenas personas y ayudamos a elevar el nivel moral de la sociedad. Lo que importa, lo verdaderamente distinguido no es tener criterios morales, sino vivir conforme a ellos. Porque sólo lo vivo da vida a lo vivo. Cualquiera puede tener criterios morales. Pablo Iglesias los tiene, que ha leído la Ética de la razón pura a saber de quién es el libro; de Kant no parece, porque él escribió la Crítica de la razón pura el equivocado es Kant. Un hombre que está siempre ocupado, ¿de dónde ha sacado el tiempo para llegar a ser tan ignorante? La bondad es más que un asunto moral o filosófico. Es también materia médica. El doctor Valentín Fuster, un cardiólogo español de prestigio internacional, sostiene que dedicarse a los demás ayuda a mantener sano el corazón. La felicidad, dice, es dar, más que recibir Eso significa que la felicidad reside en los pronombres, pero en los de segunda y tercera persona nada más: tú, vosotros, ellos. En el yo, sólo habita el psicoanálisis. JOSÉ JAVIER AMORÓS BUENA GENTE Con un mundo lleno de gente que nunca ha hecho mal a nadie, pero tampoco bien, sólo se construyen sociedades frías M ientras los políticos están ocupados en sus insignificantes rencillas de mercaderes, la buena gente de la vida diaria sostiene el mundo y ayuda a su prójimo. Sin esperar nada a cambio, ni poder ni dinero ni gloria. Vivir es hacer el bien. La ética es un saber práctico, no un argumento de tertulia. Este artículo es un canto a toda esa gente anónima, deliberadamente anónima, sin relieve, sin protagonismo, que a pesar de todo, también a pesar de ella misma, vive con el corazón orientado a los demás; y con su trabajo callado consigue mantener en pie el frágil edificio de la dignidad humana. La verdadera generosidad no tiene conciencia de sí. En cuanto la generosidad se ve por el protagonista, es sólo narcisismo. Una madre quiere a su hijo lo mismo que respira, porque no podría dejar de hacerlo. No es un mérito, no es un favor al hijo, es el oficio de madre. No podría no quererlo, es su razón de ser y no una medalla. También la dedicación a los demás es una razón de ser, un argumento de humanidad. Mira uno a su alrededor y ve que en Córdoba estamos rodeados de buenas personas. Voluntarios del Banco de Alimentos, en plena recogida estos días; de Cáritas, el nombre civil del cristia- e acerca el momento de elegir a quienes nos van a gobernar los próximos cuatro años. De las urnas saldrán quienes tendrán en sus manos el Boletín Oficial del Estado (BOE) Podrán poner o quitar leyes y regularán los derechos y obligaciones de los españoles. Del seno del Parlamento saldrá, de parto natural o con forceps, el gobierno de la nación. De manera que lo que se resuelve el próximo 20- D es de enorme importancia para todos los españoles. Es penoso que el desencanto sea lo habitual entre los votantes. Una vez más tenemos que lamentar que no se hayan cambiado las reglas que nos impiden votar a las personas que consideramos más adecuadas, dentro de las limitaciones que nos imponen los partidos con sus listas cerradas. Tenemos que aguantar una lista de candidatos al capricho de no sabemos quién. Se tapa la boca a las opciones que se están gestando para que no tengan ninguna oportunidad de presentarse en sociedad. Se nos dice que se va a hacer esto o aquello pero no se explica cómo se va a llevar a cabo ni cómo se va a pagar. Poco a poco se está lapidando la democracia. No contentos con lo anterior nos desayunamos día sí y día también con hechos que producen verdadera vergüenza ajena. La pasada semana nos regaló dos noticias que justifican mis palabras. La primera, por su gravedad, las incoherentes palabras pronunciadas por la parlamentaria y portavoz de Podemos en el Parlamento navarro, Laura Pérez, explicando la reforma fiscal del gobierno de Navarra. Las redes sociales, nacionales y extranjeras, se hacen eco de la falta de preparación de la clase política. En segundo lugar pongo a nuestra alcaldesa Isabel Ambrosio. Forzada a pactos políticos desconocidos por los ciudadanos y criticada unánimemente por su sumisión, apela al mandato democrático y a los pactos de gobierno para poner en entredicho a la industria cementera Cosmos, dejando a 150 familias tiritando en vísperas de Navidades. Córdoba está como para perder más empresas. Todo ello sin dar una convincente explicación y sin perder esa fingida y burlona sonrisita tan característica en nuestras regidoras. Créame el lector que me produce pavor lo que se le puede venir encima a Navarra y Córdoba en los próximos meses. Y todo esto, sin que el pueblo pueda hacer nada. Y no olvido las incomprensibles descalificaciones que de principiantes e inexpertos se hacen a las nuevas opciones políticas. Si como dijo Einstein el pez no sabe nada del agua en la que lleva nadando toda su vida a tenor de lo que vemos, muchos de los ya experimentados candidatos, deberían tener más prudencia e ideas y menos arrogancia, pues llevan toda su vida en la política y no saben respirar fuera de ella.