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ABC CORDOBA 25-11-2015 página 20
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ABC CORDOBA 25-11-2015 página 20

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20 CÓRDOBA Primer semestre municipal El análisis MIÉRCOLES, 25 DE NOVIEMBRE DE 2015 cordoba. abc. es ABC MARIO FLORES LA VELETA JAVIER TAFUR M ás veleta que pararrayos, más Chamberlain que Churchill según sus decisiones han ido variando al socaire del viento que soplase. Una alcaldesa tornadiza ha demostrado ser Isabel Ambrosio, que ha ido ajustando sus posicionamientos de acuerdo a las presiones que sintiera de uno u otro lado, sometida a las veleidades del montaraz Pedro García y plegada al discurso delirante de la formación Ganemos dedicada, entre otras cosas, a guardar minutos de silencio por el yihadismo junto a la alcaldesa llevada a rastras. Llevada por la inseguridad que da saberse en el machito gracias a los favores de otros partidos, pero conocedora de que es oportuno no enfadar a las instituciones cordobesas y a la ciudadanía que representa, ha dicho y hecho una cosa y su contraria; quito el cuadro de San Rafael para contentar a los anticlericales pero no lo quito para satisfacer a los ciudadanos que protestan, digo que no voy a la procesión de la Esperanza porque soy laica pero acudo finalmente para no plantar a los cofrades, abro puerta de la Mezquita a las cofradías cordobesas pero al instante la cierro para que no le dé la corriente a IU y se resfríe, y todo así. Una especie de trastorno disociativo, una personalidad escindida que solo acierta a paralizar proyectos de la anterior corporación municipal sin medir las consecuencias que ello tiene. Isabel Ambrosio sigue la consigna que le marcan propios y extraños. Pronto podría derivar en un cuadro de ansiedad... que espero no se contagie al resto de cordobeses. EL MIEDO DE AMBROSIO pesar de sus múltiples cargos internos e institucionales- -asesora municipal, secretaria de organización, vicesecretaria general, parlamentaria autonómica, presidenta de comisión, delegada del Gobierno de la Junta de Andalucía- lo cierto es que Ambrosio pasó bastante desapercibida hasta convertirse en alcaldesa. Sus partidarios, que lo fueron durante la campaña por su estricta condición de socialistas, nunca le reconocieron más virtudes que las de la discreción y la prudencia. Las mismas que le admitían sus adversarios. Tan extraña coincidencia solo puede explicarse desde un consenso respecto a su mediocridad. Cabe destacar que Ambrosio A es el único alcalde de Córdoba, en la etapa democrática, sin titulación universitaria. Tal circunstancia no la invalida para el puesto, pero advierte del nivel básico que puede esperarse de su política y, sobre todo, de su gestión. Resulta chocante, cuando menos, que en una ciudad donde los universitarios suelen estar en paro o trabajando de administrativos, sea una administrativa, no universitaria, la que rija sus destinos. Es el mundo al revés, que no lo parece por efecto de la gravedad, o de la política gestual, que inevitablemente sustituye a la gestión cuando va todo de cabeza. La gestión de Nieto fue tímida por el miedo que le producía la política, la política de Ambrosio simula ser atrevida para camuflar el espanto que le produce la gestión. Ora retiro un crucifico, ora renuncio a las Vírgenes, ora jaleo a las feministas, ora desahucio a una empresa, ora ensayo un silencio ecuménico... Pero nada más. No busquen objetivos ni planes. Confórmense encontrando gestos que la disculpen ante la izquierda con la que sabe que es imposible gobernar. ARIS MORENO DOS VELITAS L Victoria López, Pedro García e Isabel Ambrosio V. MERINO A señora alcaldesa comenzó su mandato poniéndole una velita a Voltaire para acabar colocándosela a la Virgen de la Esperanza. La velita y la insignia de oro de la ciudad. En menos de seis meses, Isabel Ambrosio ha caminado desde su compromiso programático, artículo 44 del Pacto de Plateros, al temblor de piernas. El laicismo municipal que nos trajo en primavera se lo ha llevado el primer vientecito de otoño que ha entrado por la ventana de su despacho. Cuando un gobernante no sabe qué hacer, se echa dos velas al bolsillo. Una por si llueve y otra por si truena. Desde ese punto de vista, nuestra regidora no se ha salido un centímetro del guión que todos ustedes ya conocen. El de aquellos años prodigiosos en que se encendía una velita a la ciudad habitable y otra al tráfico rodado. Una a la legalidad urbanística y otra al parcelismo rampante. Una al aire puro y otra a la política del ladrillazo. Y así sucesivamente en un ejercicio de equilibrismo que ha escrito en Córdoba páginas de gloria. La señora Ambrosio tiene lo que tiene. Siete concejales exiguos y un rompecabezas inestable. Podríamos decir que se encuentra emparedada entre sus socios de gobierno y el enemigo interior. Y ojo con este último. Ya conocen la teoría de los adversarios, los enemigos y los compañeros de partido. Pues eso. De ahí que su margen de maniobra se reduzca considerablemente. Hasta el punto de que cuando la escuchamos no sabemos si habla ella o sus hipotecas. Que no es lo mismo. O quizás sí. Lo que queremos decir es que gobernar es, sobre todo, tomar decisiones. Lo demás, ponerle una velita a dios y otra al diablo, es la política del funambulista. Mucha acrobacia en el aire y poco más. RAFAEL GONZÁLEZ PEDRO U n servidor tuvo la oportunidad de asistir a la presentación de Isabel Ambrosio como telonera de Susana Díaz y candidata a la alcaldía de Córdoba unos meses antes de las elecciones para comprobar cómo en un sitio como el Parador caben más votantes que los que a la postre tiene la alcaldesa. Claro, que por aquél entonces nadie pensaba que llegaría a ser alcaldesa. Ni por aquél entonces ni por este ahora, en el que ella no tiene muy claro si es alcaldesa a tiempo parcial, a jornada completa o según le indique Pedro García. Porque no nos engañemos, la verdadera alcaldesa de Córdoba es Pedro García, por una cuestión de superación del género y para que nos quede claro por qué ondea la bandera arcoiris en el balcón de Capitulares, bandera que se trajo Salvador Fuentes de la Diputación. Creo que han pasado seis meses desde la aciaga noche del Hesperia, donde Nieto se convirtió en una especie de figura de cera de Madame Tussauds con cara de encuesta triunfal, pero sinceramente, no llevo la cuenta. Me he perdido entre dimes y diretes de unos y otros y con el lío ya digo, de si a Pedro le llamo Isabel o a Isabel la portavoz de Ganemos. Es todo muy confuso. Es como si no hubiéramos vivido antes de mayo en la ciudad en la que estamos y después de las elecciones nos están rescatando de los escombros a golpe de derribo. Ha desaparecido todo o casi todo: lo hecho y lo proyectado. Vivíamos en el caos sin saberlo. Por eso nos han subido los impuestos, para que pongamos orden solidario con el carajal liberal que padecíamos. Aquella noche en el Parador, Isabel nos confesó que había estudiado en las teresianas. Cada uno confiesa lo que quiere y es libre de hacerlo. Por eso las cofradías y las hermandades la miran con pasmo ante las diferentes yincanas que les ha puesto su teresiana alcaldesa que es la alcaldesa de todos los cofrades y de los usuarios del metro tren, que tampoco entienden nada mientras miran los trenes pasar. Esos que nunca se quedan en el andén de una ciudad que tienen alcaldesas que se llaman Pedro.

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