Archivo ABC
ArchivoHemeroteca
ABC CORDOBA 23-11-2015 página 74
ABC CORDOBA 23-11-2015 página 74
Ir a detalle de periódico

ABC CORDOBA 23-11-2015 página 74

  • EdiciónABC, CORDOBA
  • Página74
Más información

Descripción

74 CULTURA LUNES, 23 DE NOVIEMBRE DE 2015 abc. es cultura ABC LONDRES HOMENAJEA AL GRAN DIARISTA DEL XVII Peste, incendios, decapitaciones regias... y Samuel Pepys para contarlo Una exposición en el Museo Marítimo de Greenwich celebra a la figura que escribió el testimonio de la época LUIS VENTOSO CORRESPONSAL EN LONDRES na afamada maldición china reza: Ojalá vivas tiempos interesantes Samuel Pepys (16331703) sería entonces un auténtico maldito, porque no se perdió una. Vio rodar la cabeza de Carlos I tras el hachazo del verdugo y navegó en el barco que en la restauración monárquica trajo a Inglaterra desde el exilio holandés a su sucesor, Carlos II. Salió ileso de la gran peste de Londres de 1665 y contempló desde una barca en medio del Támesis el incendio que devastó la City al año siguiente. Se carteó con Newton hasta existe un problema estadístico resuelto por el genio que lleva su nombre y presidió la Royal Society, incluso reconociendo que muchas veces no se coscaba de lo que allí se hablaba. Conoció la gloria y la cárcel. Pero lo bueno es que parte de su vida la contó al milímetro: un diario de un millón de palabras escritas en comprimida taquigrafía, que no fue descifrada hasta el siglo XIX. Pepys y su mundo son homenajeados en Plaga, fuego y revolución una muy recomendable exposición en el Museo Marítimo de Greenwich, en Londres. Durante nueve años de su vida, desde los 26 hasta casi los 36, el londinense Samuel Pepys, un alto funcionario que llegaría a primer secretario del Almirantazgo, anotó todo lo que le sucedía. Lo grande y lo pequeño. Los altos asuntos de Estado y sus lances rijosos con sus numerosas amantes. Sus deleites melómanos y teatrales. Los cotilleos de su círculo social. Sus esparcimientos y resacones tabernarios y también sus constantes problemas de vejiga. El resultado es un fresco único del siglo XVII, que solo se publicó íntegro a comienzos de los años ochenta del siglo U Retrato juvenil El retrato juvenil de Samuel Pepys preside la exposición. Sus diarios no fueron descifrados hasta el siglo XIX, cuando se publicaron por fin sus diarios en Espasa y en la Biblioteca de la Memoria. A falta del diario original, son muchos los encantos y objetos curiosos de la exposición que recorre la vida y la época de Pepys. La muestra se abre con la sala dedicada a la decapitación del Rey Carlos I. El diarista tenía 16 años cuando se coló entre la muchedumbre para ver tan insólito espectáculo El Rey humilló su regia testa con la dignidad de quien se cree un elegido y el verdugo la cercenó de un solo golpe. Una urna muestra los guantes que llevaba el soberano y su libro de oraciones en aquella hora final. Pepys vivió 70 años, pero de churro. En realidad tuvo todos los boletos para dejar este mundo a los 26. A esa edad fue operado a la brava de una piedra en la vesícula que lo hacía aullar de dolor. El aterrador instrumental quirúrgico se expone en el Museo Marítimo. No había anestesia ni medidas antisépticas. Tendido en una tabla, lo sujetaron tres personas mientras el cirujano procedía. Lo más normal sería que hubiese muerto por una infección. Se cree que fue clave el hecho de que fue el primer operado de aquella mañana y aquello aún lucía limpio. Mr. Pepys festejaba cada año su condición de superviviente convidando a un copioso banquete en la fecha de la operación. Bajo el régimen de Cromwell el joven Pepys viró al republicanismo. Pero cuando se mascaba la Restauración tuvo el ojo clínico de cambiar de bando a tiempo. Hasta acompañó a su tío un prohombre que luego sería elevado al gastronómico título de primer Conde de Sandwich en el barco que trajo de vuelta a Carlos II para su espectacular coronación en Londres. Bajo el nuevo Rey y su sucesor Pepys cobrará gloria y fortuna. Desconocido en su tiempo el gran secreto de su diario, murió celebrado como el mejor administrador naval de la era de los Estuardo. Profesionalizó la Marina para hacer frente a los holandeses, principal enemigo en aquella hora, que hasta tuvieron la osadía de acometer saqueos Támesis arriba. pasado, pues las anotaciones picaronas de Pepys, que creía que nadie leería jamás sus escritos, escandalizaban a los editores pudibundos de antaño. El original, ausente El diario original de Pepys es el gran ausente de la exposición. Solo se muestran facsímiles, porque su autor dejó ordenado en su testamento que sus papeles y sus libros (dejó una biblioteca única para la época, de 3.000 ejemplares) jamás saliesen del Magdalene College de Cambridge, donde estudió. El diario ocupa 3.102 páginas, escritas en prieta taquigrafía. Al reverendo que se tomó la tarea de transcribirlo le ocupó tres años de trabajo (amén de algunos sofocos) Para quien quiera iniciarse en tan fascinante personaje existen buenas ediciones en español de La música y las mujeres Carlos II, digámoslo rápido, era un sátiro en su privacidad, más bien poco privada. La vida licenciosa de la corte escandalizaba al clero y a Pepys, pero luego como la carne es débil el diarista acababa sucumbiendo presto a prácticas similares a las que denunciaba. Sus diarios dan buena fe también de sus promesas de cada 1 de enero de de-

Te puede interesar

Copyright (c) DIARIO ABC S.L, Madrid, 2009. Queda prohibida la reproducción, distribución, puesta a disposición, comunicación pública y utilización, total o parcial, de los contenidos de esta web, en cualquier forma o modalidad, sin previa, expresa y escrita autorización, incluyendo, en particular, su mera reproducción y/o puesta a disposición como resúmenes, reseñas o revistas de prensa con fines comerciales o directa o indirectamente lucrativos, a la que se manifiesta oposición expresa, a salvo del uso de los productos que se contrate de acuerdo con las condiciones existentes.