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ABC CORDOBA 09-11-2015 página 14
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14 OPINIÓN CAMBIO DE GUARDIA PUEBLA LUNES, 9 DE NOVIEMBRE DE 2015 abc. es opinion ABC GABRIEL ALBIAC ZAPATERO EN WEIMAR Cuando un día los historiadores tracen responsabilidades de esta tragedia, el nombre de Rodríguez Zapatero primará por encima de todo V ICTOR Klemperer anota el crepúsculo de Weimar. Con el nazismo en puertas. Ninguno era nazi, pero todos estaban intoxicados Allá por el año 2008 una eternidad parece haber pasado publiqué yo el primer libro en el que se proponía dar razón de los políticos españoles, no como una clase; como una casta. De la cual, sólo lo peor vendría. Me releo ahora, como quien lee una estela arqueológica: Podría, a fin de cuentas, soportar que la vida me la jodieran grandes monstruos del mal a escala histórica. Los que invocara un Joseph Roth, descuartizado entre dos guerras. Que me la joda una banda de idiotas, es más de lo que todo estoicismo podría hacer tolerable. No hay siquiera epopeya en ver perecer un país a manos de caricaturas: Blanco, Zapatero, Rubalcaba... Muy miserables hemos debido ser y muy medrosos para merecernos esta casquería Sí, muy miserables. Y muy medrosos. Para acabar, hoy, 9 de noviembre de 2015, en esto. Todos decían entonces, todos siguieron diciendo luego: No pasará nada Pero esos todos no habían leído a Roth. Ni a Klemperer. Ni a Freud ni a Zweig. La nesciencia era su patria. Y, como los estúpidos burgueses centroeuropeos de entreguerras, se empeñaron en soñar con que bastaría echarle unas monedas al monstruo para que se calmara. Que basta pagar convenientemente al Hitler o al Mas de turno para que todas sus mitologías aterricen. No ha habido en el siglo veinte idiocia más asesina que aquella de los benévolos burgueses alemanes y austríacos que vieron llegar al monstruo y se empeñaron en creer que las cruces gamadas eran un disfraz para pedir limosna. Fueron exterminados. Por la galerna sin control de las mitologías, que son el nombre respetable de la matanza. A quienes nos formamos, desde muy jóvenes, en la lectura de aquellos testigos trágicos de un mundo que se vino abajo, nada de lo de Cataluña hoy nos sorprende. El día aquel en que un presidente español prometió someterse a lo que un Parlamento regional le dictase, el conflicto civil se hizo inevitable: un Estado que se dice siervo de una de sus instancias locales estalla. Y nunca el estallido de un Estado es incruento. Cuando un día los historiadores tracen responsabilidades de esta tragedia mayor que es el fin de España, el nombre de Rodríguez Zapatero primará por encima de todos. Pocos podrán optar a un epitafio más infamante. Lo de hoy en Barcelona será tan sólo el epílogo de aquello que un extraño presidente puso en marcha para disolver España. Podía parecer nada más que el desahogo sentimental de un cerebro infantil, borracho de mitologías hueras. Pero esas mitologías son letales. También la infinita necedad puede ser un pasaporte para pasar a la historia. Rodríguez Zapatero: lo nefasto no es menos memorable que lo ilustre. Y sí, es verdad, ninguno era nazi, pero todos estaban intoxicados Y pusieron el germen de esta locura. No lo olvidaremos. Nunca. EL ÁNGULO OSCURO JUAN MANUEL DE PRADA LA AMENAZA RUSA Milley y Vershbow, esas patéticas marionetas del Nuevo Orden Mundial, proclaman a Rusia la principal amenaza del Occidente que quieren sus amos N vísperas del atentado del Sinaí el general Mark Milley, jefe del Estado Mayor del ejército yanqui, afirmaba que Rusia es la principal amenaza para los Estados Unidos. Casi simultáneamente, Alexander Vershbow, vicesecretario general de la OTAN, advertía que Rusia es el adversario principal de Occidente. Estos dos tipejos son, naturalmente, marionetas del Nuevo Orden Mundial que sólo repiten, con énfasis de loritos, lo que sus amos les exigen. Pero conviene tomar en serio sus palabras, mucho más considerando que pocos días después se perpetraba el atentado del Sinaí. Y, tomando en serio sus palabras, descubriremos que, paradójicamente, estos dos tipejos tienen razón. A fin de cuentas, no debemos olvidar que Estados Unidos, la nación que se ha arrogado la condición de centinela de Occidente, considera socios preferenciales a estados criminales como Turquía o Arabia Saudí, que están financiando y armando a las alimañas de Estado Islámico. Y si Turquía o Arabia Saudí son los aliados de Occidente que desea Estados Unidos, es lógico que Rusia, que está golpeando a las alimañas que ellos financian y arman, sea considerada su principal amenaza El Nuevo Orden Mundial sabe perfectamente el Occidente que quiere. Es el Occidente que Vladimir Soloviev, en el prólogo de Rusia y la Iglesia universal, describe a la perfección, el Occidente nacido de las revoluciones que quiso convertir en principio E positivo la afirmación de unos derechos humanos fundados en un concepto erróneo del hombre, en quien los revolucionarios no veían ni comprendían más que la individualidad abstracta Este nefasto concepto del hombre lo hizo suyo el liberalismo; y el individuo presuntamente libre y soberano prosigue Soloviev se vio fatalmente esclavo y víctima sin defensa del Estado o de la nación Frente a esta mentira primordial de la Revolución, que considera al hombre un ser completo en sí y para sí ¡con derecho a decidir sobre su útero y su nacionalidad, oiga! Soloviev contrapone la idea rusa que considera que el hombre sólo lo es en unión fraternal con otros hombres y filial con Dios. Reintegrar esta verdad del hombre es lo que Soloviev y con él, los más grandes rusos, de Dostoievski a Solzhenitsyn, pasando por Berdiaev considera misión de Rusia. En Los demonios, Dostoievski vislumbró proféticamente que esta misión, al ser impedida por el veneno liberal que estaba destruyendo el alma rusa, engendraría a modo de reacción un monstruo de nihilismo. Berdiaev, por su parte, se pregunta cómo fue posible que la Santa Rusia se transformase en un terreno militantemente ateo; y llega a la misma conclusión que Dostoievski: fue el virus liberal, inoculado por Occidente, lo que provocó en el espíritu religioso ruso, a modo de reacción, una mesianización del proletariado. Berdiaev, además, se da cuenta de que para los comunistas militantemente ateos, el burgués lleno de codicia es más aceptable, más tolerable que el cristiano, pues puede ser un compañero de ruta No hace falta sino contemplar la evolución de China para darnos cuenta de la verdad de este aserto de Berdiaev. Pero Rusia no ha seguido esa ruta, sino que pugna por recuperar, tras sacudirse el virus que Occidente le inoculó, su designio histórico. La idea rusa de Soloviev no es otra cosa sino el intento de buscar una alternativa al humanismo ateo que instauró el liberalismo y el comunismo hizo propio. La idea rusa no es otra cosa sino el descubrimiento de que el hombre no es un individuo en soledad, sino que forma parte de una comunidad, de una asamblea, de una Iglesia. Con razón Milley y Vershbow, esas patéticas marionetas del Nuevo Orden Mundial, proclaman a Rusia la principal amenaza del Occidente que quieren sus amos.

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