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ABC CORDOBA 01-11-2015 página 92
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92 GENTESTILO TV DOMINGO, 1 DE NOVIEMBRE DE 2015 abc. es estilo ABC Las maquilladoras de la tele: la imagen está en sus manos ABC descubre el trabajo del equipo de estilismo de TVE, el más antiguo de la pequeña pantalla H. CORTÉS MADRID G ran parte de la magia de la televisión pasa por sus manos. Cada presentador, cada invitado y cada colaborador se somete al proceso de maquillaje y peluquería, un trabajo esencial que a menudo pasa desapercibido en ese maremágnum de profesionales que viven tras las cámaras. Esto es como la cocina de las casas, el centro neurálgico apuntan las maquilladoras de TVE que ejercen de anfitrionas por este viaje por la sala de estilismo más antigua de nuestra televisión. Por ahí han pasado desde políticos de todo tipo hasta artistas internacionales como Celia Cruz, Rafaela Carrá o Mel Gibson, que no se dejó maquillar por nosotras comentan. Pese a este capricho de celebrity, estas profesionales están muy bien valoradas en el sector. Tanto que la Reina Letizia sigue confiando en la maquilladora de TVE que tenía durante su etapa de presentadora, Luz Valero. Actualmente trabajan en este departamento más de treinta profesionales (más mujeres que hombres) repartidos entre los centros de producción de Torrespaña, donde se elaboran los informativos, y Prado del Rey, donde se graban los programas de producción propia, aunque son frecuentes los intercambios. Antes se hacían muchas series, teatro... pero la televisión ya es efímera y hemos perdido la capacidad para hacer puestas en escena como las de antes. Ahora cada productora tiene sus equipos explica Isabel, que lleva en TVE casi 35 años, mientras nos guía por un almacén en desuso donde hay postizos y pelucas que se usaban para dar vida a los personajes de Estudio 1. Al lado, peluquería y maquillaje, dos salas casi históricas en Prado del Rey, donde una vitrina protege tenacillas y secadores antiguos. Aquí, el día a día es una yincana explica María, que entró en la cadena pública en 2003. El trabajo es muy irregular, hay momentos de estrés, al inicio de los programas, y otros de esparcimiento. Aunque haya citaciones, a veces cada uno viene cuando quiere, y luego hay cambios de producción añade su compañera Patricia, otra de las veteranas. Lo correcto sería dedicar una hora a peluquería y maquillaje, preferible- mente en ese orden. Aunque las mujeres se toman su tiempo, ellos suelen venir más apurados. A los hombres se les pone una base y poco más. Pero eso de que no les gusta... Las mujeres se desmaquillan, ellos se van con el maquillaje puesto. Algunos son peores que ellas cuentan. Hay gente que cambia muchísimo, como Rosa María Mateo o Sara Montiel recuerdan. Las presentadoras, que vienen ya con el pelo lavado aunque allí también tienen grifos tienen otro ritmo de trabajo. Ana Blanco suele maquillarse por la tarde, y trabaja en redacción ya preparada, con su propia ropa, para cambiarse minutos antes de la emisión. Muchas presentadoras, como Ana Blanco, tienen su imagen y es sagrada. No quieren cambiarla, yo he llegado a discutir con ella bromea Patricia. Al igual que Pilar García Muñíz y María Casado, recibe los últimos retoques en plató. Antes podías permitirte el lujo de estar un buen rato con cada uno afirma María. Patricia, Isabel y María en la sala de maquillaje I. PERMUY Los invitados más importantes tienen una sala VIP, aunque no siempre se hace uso de ella. Cuando vienen los Reyes suelen elegir al personal que les atenderá. Sin embargo, no ocurre lo mismo con los políticos. Incluso los ministros se preparan con el resto de tertulianos o periodistas de la casa. A veces son peores los que vienen a su alrededor que ellos apunta Patricia. También con los invitados más ilustres hay anécdotas. Albert Rivera pidió más color para su base, mientras que Alicia Sánchez- Camacho fue a TVE con su hijo, que estuvo correteando por la sala. A veces, los invitados traen sus propios productos, otros se fían de los proveedores de la casa. Antes, en los ochenta, no teníamos base para pieles negras y una vez dejamos a una presentadora verde confiesan. Treinta años de anécdotas Horas en maquillaje Aunque lo ideal sería tener una hora por invitado, a veces se presentan minutos antes y toca trabajar a destajo. Distinto es el caso de Mari Carmen y sus muñecos, que tardaba dos horas y media. Cuestión de pieles Hace años, no tenían maquillajes para todo tipo de pieles. En los ochenta, no teníamos base para negros, y acabamos dejando a una presentadora verde recuerdan. Invitados importantes Cuando vienen los Reyes se elige el personal. Hay una sala VIP para invitados ilustres, aunque no siempre se usa. De hecho, los ministros se arreglan con otros periodistas. Trabajo en equipo Más que un acto de coquetería, el maquillaje es algo necesario para dar una buena imagen en cámara. Su trabajo tiene mucho que ver con la iluminación, que puede arreglar o estropear un buen look. Confianza Somos como psicólogas sostienen estas maquilladoras, en ocasiones también peluqueras. Es lo bueno de este trabajo, puedes estar un día con una presunta asesina y por la noche con un ministro. Pocos trabajos te dan la oportunidad de charlar con tanta gente admite Isabel. Sin embargo, como si el maquillaje fuera una especie de sala de confesión, lo que ahí se habla ahí se queda. El problema es que estamos mandadas por hombres, que ven a sus mujeres listas en diez minutos y piensan que esto es lo mismo, y luchar contra eso es muy difícil. Esto es un departamento imprescindible para dar imagen y confianza concluye Patricia.

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