ABC CORDOBA 27-10-2015 página 80

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EL PULSO DEL PLANETA VISTO Y NO VISTO Del Big Ben a Little John El reloj más famoso del mundo enmudecerá tres años por reparaciones; el Ayuntamiento de Nottingham ofrece el suyo IGNACIO RUIZ- QUINTANO DIOSITO Lo lógico es, si las mentiras del Más Allá salen de falsas como las verdades del Más Acá, dar por probada la existencia de Dios uando Alaska era pegamoide y viajaba a México siempre le preguntaban lo mismo: ¿Y por qué no hacen ustedes canciones románticas? A mí una vez me preguntó una lectora ¡la lectora! en un cóctel editorial por qué no escribía artículos culturales Le dije que me pasaba con los artículos sobre cultura lo que al presidente L. B. J. con los discursos sobre economía. ¿No has pensado nunca, Ken, que hacer un discurso sobre economía se parece mucho a mearte por la pata abajo? Uno nota el calor, pero nadie más se da cuenta dijo Johnson a Galbraith, que se los escribía. Así que, o haces política o haces costumbrismo, que en España, donde nadie tiene un criterio, pero todo el mundo tiene una opinión ¡todas las opiniones son respetables! proclama la socialdemocracia) viene a ser lo mismo, pues llamamos análisis a lo que sólo es chismorreo, y de consignas, no de ideas. De este costumbrismo político como de los Quintero traducidos al castellano, que es lo que se lleva, me llama la atención la gran cantidad que hay de practicantes de la gramática de Fray Gerundio, que proponía escribir con minúscula las cosas pequeñas, reservando la mayúscula para las cosas grandes. Dios, para el españolejo que ha leído las quisicosas ateístas de Pepe Rodríguez, es cosa pequeñita, y escribe dios O sea, diosito. Como podría escribir franco y napoleón que también eran bajitos. Democracia, en cambio, se le hace cosa muy grande (sea donde fuere que la haya visto) y escribe Democracia Ante la ola de ilustración que se nos viene encima con la carrera de sacos electoral, un costumbrista liberal que se precie tolerará (verbo religioso) que en el colegio se enseñe voluntariamente religión, pero como mentira, toda vez que como verdad ya se enseña obligatoriamente... democracia (europea, popular y de voto obligatorio) Lo lógico es, si las mentiras del Más Allá salen de falsas como las verdades del Más Acá, dar por probada la existencia de Dios. C El Big Ben, visto desde una de las cabinas del London Eye. Debajo, Little John en Nottingham las campanadas en la BBC? El Ayuntamiento de Nottingham, en el centro de Inglaterra, ha ofrecido el reloj de su palacio municipal, cuya campana líder se llama Little John No pecan de modestos cuando loan sus virtudes: Little John tiene un tono muy bonito, bastante mejor que el Big Ben. El nuestro es el mejor reloj de campanas del país. En días claros, su sonido se escucha siete millas y media valle abajo Del Gran Benjamín al Pequeño Juan. Reparar el reloj costará 6,7 millones de euros y adecentar el recinto donde se asienta y traerlo a las normas de salubridad contemporáneas, 39,6 millones. Además se quiere instalar un ascensor, que acabe con el saludable suplicio de subir sus 334 escalones (la torre mide 96,3 metros, el equivalente a unos 16 pisos) También se creará en su bajo una sala- museo. En total, una inversión de 54,6 millones de euros. Cuando se pasea por Westminster REUTERS LUIS VENTOSO CORRESPONSAL EN LONDRES s el reloj más famoso del mundo y su legendaria precisión es tópico de multitud de novelas y películas. Pero la realidad es que el Big Ben ha ido seis segundos adelantado y su torre acusa severamente sus 156 años de historia. Una comisión del Parlamento británico, en cuyo extremo Noroeste se levanta la torre del reloj, ha concluido que necesita una reparación de tres años, tiempo en que su campana enmudecerá. El canal radiofónico de noticias de la BBC emite en directo los tañidos del Big Ben para marcar las horas. En agosto descubrieron que el reloj les estaba jugando una mala pasada con sus seis segundos de adelanto. No es el único inconveniente. El tejado filtra la lluvia, la casa del reloj está corroída y la mampostería presenta orificios. Con el Big Ben mudo, ¿quién dará E se tiende a pensar que el Parlamento y la torre del Big Ben son muy antiguos. Pero en realidad se trata de un pastiche neogótico. El antiguo Parlamento, cuyos orígenes se perdían en el siglo XI, ardió en 1834. El edificio actual es la reconstrucción historicista que dirigió el arquitecto Charles Barry, quien al principio no contemplaba la torre del reloj. Finalmente se la encomendó a su ayudante, Augustus Pugin, una persona inestable que sucumbió a la locura tras rematar su obra. El Gran Ben que da nombre al reloj se lo disputan Benjamin Hall, el primer comisionado encargado del ingenio, y el boxeador de la época Ben Caunt, campeón en el peso pesado, en quien seguramente pensaban los londinenses. El Big Ben es el nombre de la campana. La torre se llama Elizabeth Tower desde 2012, cuando se cambió su antiguo nombre un simple Torre del Reloj para celebrar el Jubileo de Diamante de Isabel II. Verbolario POR RODRIGO CORTÉS Depresión, f. Síndrome caracterizado por el uso de gafas de sol de gran tamaño.