Archivo ABC
ArchivoHemeroteca
ABC CORDOBA 22-10-2015 página 70
ABC CORDOBA 22-10-2015 página 70
Ir a detalle de periódico

ABC CORDOBA 22-10-2015 página 70

  • EdiciónABC, CORDOBA
  • Página70
Más información

Descripción

70 DEPORTES ASÍ JUGARON NAVAS, espectador El costarricense no tuvo trabajo y sigue con su portería a cero en la Champions JUEVES, 22 DE OCTUBRE DE 2015 abc. es deportes ABC DANILO, tímido Sigue sin dar un golpe en la mesa. Estuvo muy bien en defensa pero sin apenas subida VARANE, motivado Demostró ante sus compatriotas que es el central del futuro de su selección Ramos, general Uno de sus mejores partidos de la temporada. Ni Ibra ni Cavani pudieron con él MARCELO, Incansable Numerosas sus subidas por la banda y sus asociaciones con Isco. Fue un puñal KROOS, mariscal El paso de los partidos le está devolviendo a su mejor nivel. Fue de menos a más Convincente Madrid en el Parque de los Príncipes Los de Benítez, con un gran Marcelo, fueron claramente mejores en la primera mitad. En la reanudación, el PSG logró equilibrar el partido HUGHES 0 PSG Trapp Aurier Thiago Silva Marquinhos Maxwell Motta Verratti (79) Matuidi Di María (65) Ibrahimovic Cavani (65) Moura (65) Pastore (65) Lavezzi (79) REAL MADRID Navas Danilo Varane Ramos Marcelo Casemiro Kroos L. Vázquez Isco (68) C. Ronaldo Jesé (72) Modric (68) Cheryshev (72) 0 Varane, luego chutó Casemiro. En el palco, Florentino vibraba con Sarkozy a su lado. Nuestro cerebro, acostumbrado ya a encontrar ahí a Carla Bruni, sufrió un inevitable cortocircuito. Pero entre el jeque y Sarko, el que más empaque le da a un palco es Floren, con diferencia. ¡Con anteojos y un lunar parecería un personaje de Las Amistades Peligrosas en la ópera! En la segunda se igualó Marcelo descoyuntaba la elegancia francesa, le rasgaba el refajo a belle de jour, y el Madrid se iba del campo con una pregunta que no era nueva en la historia: ¿Tan fácil se toma París? Faltaba el gol, claro, y repetir lo mismo en la segunda parte. Pero la discusión general y el pensamiento retornaban al Calderón: este equipo, con bajos o sin bajas, que a veces no se sabe qué es mejor, se coloca en el campo como corresponde. Isco, que aún la toca un segundo más de lo recomendable, no jugó mal. Su adormecimiento de la jugada era el necesario. El Madrid comenzaba la segunda parte con un contragolpe que Lucas Vázquez no podía concluir, y el partido se agitaba con argumentos alternos. El PSG espabilaba y en el Madrid debía aparecer el individuo, Cristiano, a poder ser. Casi todos los espectáculos humanos los completa al final el solista, el protagonista. En el 65 entraron Moura y Pastore, sobre todo Pastore. Con él, Ibra podía subir al área, su sitio. Entre los dos se abría un compás de auténtico peligro. Pastore asustó llegando a línea de fondo y el Madrid contragolpeó con una ocasión clara de Cristiano. Cristiano se ha acercado al área e Ibrahimovic se alejado de ella, por fortuna para el Madrid. El partido se iba igualando a la vez que se apagaba, como si quisiera acabar en un 0- 0 convincente. El PSG hizo un esfuerzo torero por reponerse y ya no hubo más. El partido se acabó y la gente salió de él como de una peli francesa de los años sesenta: para unos no había pasado nada, pero otros salían con dolores de cabeza de tanto tacticismo soterrado. El Madrid se va serio, pero modoso otra vez, con la duda de no haber pegado aún un puñetazo en mesa ajena, y acariciando con cariño otro cero, como quien acaricia un gatito mojado encontrado en la rúa. E l Madrid salía con bajas suficientes para que no estuviera claro, ante el PSG opulento, cuál de los dos equipos tenía mejor once. Blanc, el míster local, había hablado en vísperas de estilo y defensa. No sé cómo se dice escoba en francés, pero que Blanc tiende a venderlas es un hecho. El Madrid mermado fue claramente mejor en la primera parte y no sufrió después. Cristiano atacaba en soledad rodeado de españoles que le subordinaban su pequeña velocidad canterana, y frente a él, Ibrahimovic, el sueco- serbobosnio, el primer futbolista de entre los futbolistas humanos, que siempre tuvo en su genio algo de francés, de Cantona o Depardieu, y que parece haber encontrado su clima en Paris. Zlatan arregló medio partido saliéndose de su zona de peligro hacia una versión absurda y postrera de sí mismo, jugando a ser Riquelme o algo así. Como siempre que le falta un crack, Benítez optó por el 4- 4- 2 auxiliar. Estuvo moviendo las manos frenéticamente, como si se las calentara, durante los dos primeros minutos. Cuando vio que el equipo ya estaba colocado, se sentó. Ya estaban colocados. El peligro ofensivo del PSG en la primera parte se concentró en el inicio: cuatro córneres seguidos que daban la sensación de que el partido se había quedado pillado en ese trance. El Madrid hacía una presión arriba conmovedora, efectiva, moderna. Presentarse en todo un París de la Francia con esa presión hizo que algunos se levantaran dando vivas a España. Estas cosas no se sabe si aburren o no aburren, pero es lo que se le ha pedido siempre al Madrid. Blanc, bajo una lluvia delicadísima, movía mientras su chicle y rompía el encanto aznavouriano de su estampa. EL ÁRBITRO Nicola Rizzoli (Italia) Amonestó a Matuidi, Verratti, Aurier, Ramos, Vázquez y Cheryshev. Di María no podía emprender esas diagonales que acaban en flato de los rivales, y Verratti, ese jugador con ojos de venus de Botticelli, no meneaba al Madrid con sus toques. Ibrahimovic se retrasaba por propia decisión, pero también por efecto de la pareja Ramos- Varane, que también hizo lo suyo por incomodarle. Presionaba el Madrid primero, luego se replegaba, bien entonces Kroos y Casemiro, que cortó un par de acciones de forma personal, sin necesidad de más algarabía táctica que su propia envergadura. La sensación era de acomodamiento progresivo, muy parecida a la del Calderón. Telegrama de las altas esferas internacionales: Madrid bajito toma París de modo inteligente. En el 28 fue Danilo; en el 34, Cristiano, picando un remate al suelo con geometría de haber jugado mucho al billar; repetía al minuto siguiente con otro remate que sacaba Trapp, sin la familia. Thiago Silva miraba ya con esa mirada inconfundible de general desarbolado que busca en el campo de batalla a soldados que no aparecen. En el 39 Marcelo le daba medio gol a

Te puede interesar

Copyright (c) DIARIO ABC S.L, Madrid, 2009. Queda prohibida la reproducción, distribución, puesta a disposición, comunicación pública y utilización, total o parcial, de los contenidos de esta web, en cualquier forma o modalidad, sin previa, expresa y escrita autorización, incluyendo, en particular, su mera reproducción y/o puesta a disposición como resúmenes, reseñas o revistas de prensa con fines comerciales o directa o indirectamente lucrativos, a la que se manifiesta oposición expresa, a salvo del uso de los productos que se contrate de acuerdo con las condiciones existentes.