ABC CORDOBA 18-10-2015 página 69

ABC DOMINGO, 18 DE OCTUBRE DE 2015 abc. es cultura CULTURA 69 Juan Manuel de Prada presentará el próximo miércoles su novela El castillo de diamante IGNACIO GIL en su subconsciente. Esa vocación que ella siente religiosa está amalgamada con el ideal de la caballería andante. -Cuando un escritor tiene que escribir sobre otro escritor, ¿le condiciona, sobre todo, con el estilo tan marcado de Santa Teresa? -En el caso de un personaje histórico que además es escritor, pues indudablemente su escritura tiene que empapar la tuya y hacer un amalgama. La novela es un homenaje descarado a la literatura española del siglo XVI, y muy específicamente a la obra de Santa Teresa. Constantemente dice en la novela cosas que muchas veces son citas textuales o paráfrasis de textos suyos. Y en general, la visión que se da del mundo está muy impregnada de la visión teresiana. Por eso hay muchas imágenes que aluden a aspectos del campo, de la naturaleza, porque usaba mucho las metáforas sencillas para describir los estados del alma. ¿Es un reto escribir como en el Siglo de Oro sin que parezca pastiche? -Efectivamente, había que rehuir este peligro, porque ponerse a imitar el estilo del siglo XVI sería ridículo. He procurado recuperar el aroma de ese estilo y fundirlo con mi propio estilo, de tal manera que cause la impresión de que estás leyendo una prosa de la época, pero que sea una impresión falsa, que te dé el aroma de esa escritura tan deliciosa del Siglo de Oro. -Los personajes de sus novelas tienen muchos claroscuros, casi ninguno es malo o bueno del todo. Tratándose de una santa, ¿también lo tiene? -Indudablemente, Santa Teresa más allá de santa era humana, y cuando uno la elige como personaje tiene que mostrar sus debilidades y flaqueza. Reconocía que sufría melancolía, lo que hoy conocemos como depresión. Aparece algo que no es un defecto, sino un rasgo de su humanidad: aunque era una mujer que vivía en coloquio con Dios, sabía desenvolverse mucho en el mundo, y para eso hay que tener astucias, picardías, para poder embaucar a los poderosos y sobrevivir a las emboscadas, para poder aprovecharse de una determinada coyuntura. Aparece en la novela, porque Santa Teresa que era una mujer que tenía la vista clavada en el cielo también tenía los pies asentados en la tierra. ¿Qué nos ha quedado a los españoles de Santa Teresa? -Yo creo que ha marcado muy profundamente la personalidad de todos los pueblos de España. En primer lugar por esa religiosidad muy íntima, muy próxima a Dios, entrañable más que formalista, que creo que caracteriza la devoción de los españoles. Una familiaridad con Dios, la Virgen y los santos que es muy teresiano. Otro rasgo es la tozudez, la obstinación, la capacidad para sobreponerse al desaliento. El español es un pueblo seguramente un poco derrotista, pero no se deja vencer fácilmente. Del mismo modo que es muy teresiano lo es la austeridad, la sencillez, la capacidad para tratar las cosas más sublimes de modo llano. Son rasgos que se han ido perdiendo porque es verdad que los españoles nos hemos ido desnaturalizando, por contaminación de los modos europeos y por culpa de la globalización En épocas como la actual parece que está más reprimido, pero tiene que volver a emerger, sin duda. -Eso recuerda a un fenómeno que se da últimamente: hay mucha gente que dice amar mucho a España u odiarla, pero sin saber bien por qué. -Eso es propio de los pueblos que se han quedado sin relato, sin espíritu. Creo que tanto el españolismo como el antiespañolismo son reacciones primarias, poco fundamentadas en el ser histórico y verdadero de España. Cuando veo a esas masas independentistas y también veo a esas que se ponen a cantar yo soy español, español, español percibo una vacuidad absoluta. Me queda la duda de si saben lo que es España, cuál es la argamasa que hizo España. A España la hizo la religión, la espiritualdad que surge de su profesión de fe católica. Para mí es evidente y se pretende ocultar en esta era democrática, y se pretende fundamentar España en álgebras legales y en constituciones y estructuras administrativas y jurídicas, pero esto es un disparate. Es lo que Unamuno llamaba la liga aparente de la aglomeración La liga verdadera tiene que ser de naturaleza espiritual, y creo que es lo que tanto los españolistas como los antiespañolistas han olvidado. Loa al alma flamenca de Romero de Torres El Teatro Góngora acogió ayer el espectáculo Romero de Torres, el alma de Andalucía un montaje a cargo de la compañía Concordança, que puso en escena la pasión del artista por el cante jondo VALERIO MERINO Puntas recupera la técnica del esgrafiado en su última muestra El artista cordobés expone en Gerona Cartografías de un marinero en tierra ABC CÓRDOBA L Arcada Galeria d Art, de Blanes (Gerona) acoge desde el pasado 9 de octubre y hasta el próximo 5 de noviembre la exposición del artista cordobés Pepe Puntas, titulada Cartografías de un marinero en tierra una muestra en la que el creador recupera la técnica del esgrafiado para crear obras en las que se mueve entre una figuración casi ilustrada y una abstracción muy lineal que no dejan indiferente. Las piezas están centradas en temas sociales, de denuncia social, con las que Puntas obliga a una reflexión. Así, en sus creaciones aborda cuestiones como el paso del tiempo, los placeres efímeros o el trepidante ritmo de vida actual. Con esta exposición, Punta vuelve a destacar por la originalidad en la ejecución de las distintas obras. Nacido en Córdoba, en 1960, comenzó sus estudios en la Universidad Laboral, donde recibió clase de dibujo de Francisco Zueras. Aconsejado por éste ingresó en la Escuela de Artes y Oficios Mateo Inurria En dicho centro aprendió a dibujar bodegones y naturalezas muertas. Seguidamente, recibió clases de dibujo del natural y carboncillo de la mano de Antonio Bujalance, con el que fue depurando su técnica. Posteriormente, hizo la especialidad de pintura y de dibujo del natural ordenada por Juan Hidalgo del Moral. Siguió sumando a sus destrezas con las especialidades de modelado dirigida por Rafael Rivera, la especialidad de talla madera por Rafael Valverde y Orfebrería y Cincelado de la mano de Francisco Díaz. Recibió en 2001 la Medalla de Honor en el Concurso de BMW. Además, ha estado presente en diversas galerías españolas, en ferias internacionales y en colecciones privadas.