ABC CORDOBA 18-10-2015 página 10

10 ENFOQUE DOMINGO, 18 DE OCTUBRE DE 2015 abc. es ABC Aspecto de la marcha convocada ayer en San Sebastián por el entramado proetarra para exigir la liberación de Arnaldo Otegi y Rafael Díez Usabiaga REUTERS ERC y Podemos, en el círculo proetarra Se dejaban llevar JESÚS LILLO Si Artur Mas se llegó a comparar con Mahatma Gandhi, una de las primeras señales de que la cosa separatista se le estaba yendo de las manos y subiendo a la cabeza, no les faltan motivos a los proetarras para dejarse contagiar por el delirio mitológico y presentar a Arnaldo Otegi que está en la cárcel y todo, no le falta detalle como el nuevo Nelson Mandela. Los nostálgicos de la banda terrorista tienen ya un cartel con el número de preso adjudicado a su cabecilla como aquel 466 64 de Madiba y también la firma de monseñor Desmond Tutu, al que se le suele ir el santo al cielo, solicitando su liberación. Les falta una canción de U 2 o los Specials para comenzar un proceso de beatificación política basado, si no en el martirio, en las virtudes heroicas de quien fue calificado por Zapatero, el negociador, como un hombre de paz. A Arnaldo Otegi no lo van a soltar hasta abril del año que viene, cuando cumpla su condena, y eso lo saben bien los que ayer se concentraron en San Sebastián, incluido Joan Tardá, multado en Navarra por llevar en el coche un adhesivo con las letras CAT. Iba de camino a la capital guipuzcoana, a hacerle la ola y la precampaña al terrorista Otegi. Con el pretexto de pedir su puesta en libertad con la boca chica, porque en la cárcel fermenta mejor los proetarras calientan la candidatura de su Mandela de kalimotxo para las autonómicas del año que viene. El número del Madiba batasuno es el 8719600510. Cabe en una camiseta. La marcha de ayer responde a la estrategia ahora institucional; Zapatero debe de estar contento de un a trama que empieza donde ETA termina y que se prolonga a través de esa ultraizquierda adanista que, como Podemos, se hace la tonta y de nuevas ante un falso y envenenado reinicio político. Son los mismos, aunque ahora luzcan la camiseta surafricana del 8719600510, como hicieron ayer. Ellos lo tienen claro, lo mismo que hace cuarenta años. Es el PNV el que, a la vista de la desastrosa peripecia del Mahatma de Sant Gervasi, debería aplicarse el cuento y calcular sus posibilidades en un País Vasco que, con mucha paz, eso sí, también puede perder su moderación. El año que viene, en campaña, tiene todo su derecho a decidir si se deja llevar y arrastrar, por el barro.