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ABC CORDOBA 20-09-2015 página 17
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ABC CORDOBA 20-09-2015 página 17

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ABC DOMINGO, 20 DE SEPTIEMBRE DE 2015 abc. es opinion OPINIÓN 17 VIC LA TRIBU ANTONIO GARCÍA BARBEITO DIETAS Con esa dieta- -con esas dietas- -que pretendía la ciudadana Carmen, se le pasa a uno la vida volando C PRETÉRITO IMPERFECTO todos, los que le votaron y no le apoyaron, su declaración de intenciones, ha de cuidarse de pintar bellos paisajes sin pinceles ni colores. En cien mañanas transcurridas desde el día de los discursos insólitos, la crueldad del espejo desnudó la trampa y el cartón. Sólo bastaron cien noches, el plazo de la pura cortesía en este mundo cada día más maleducado y banal. Mil veces intentó Mellado engañar a Doñarrosa. Mil veces se dio de bruces con aquel gobierno de una persona que abanderó una década después la ciudad. Maniobró sin presupuesto ni ladrillos. De aquella manera, eso sí. Y otros vendrán, que buena te harán. Al tiempo, el resultado fue notorio para una profesional de la política- -como bien suele decir mi vecino de al lado- -imbatible en esas lides. Barrunto que es el empeño de nuestra actual alcaldesa María Isabel Ambrosio frente a la amalgama de ataduras que la mantienen rehén, extraña en un tripartito con demasiados colores, manos, gargantas y zancadillas. Cercanía frente a fontanería política. El relato y la fantasía se acaban terminando y no son capaces de solapar los frutos de la intensa y compleja gestión de un ayuntamiento. Y cuatro más cuatro siguen siendo más que siete. Con la alacena llena en la calle Capitulares y los fuegos hirviendo, PSOE e IU, bajo la lupa de Ganemos, han podido disfrutar estos cien días de una luna de miel de ese realismo mágico que inspiró Macondo. El manual de sus filias, fobias, caprichos, onirismo, productos sociales, cuitas y juegos florales. Acabado el plazo de la pura cortesía, aparecen los primeros contratiempos, los matices, las contradicciones y los giros guiados por esa fuerza centrípeta que se llama objetividad material. Porque gobernar no es opositar. La simiente del próximo curso empieza ahora. La primera siembra está en un paquete de impuestos, tasas y precios públicos que reflejan ese regate en largo al día de los discursos insólitos. Terminará 2015 con la inercia de lo que dejó escrito el PP, y llegará un 2016 en el que la magia y la fantasía por escribirse tendrán las mañanas contadas. La rapaz cautela e incertidumbre con la que la estructura social observa, agotará su paciencia. Y habrá que hacer eso que algunos llaman gobernar. Macondo volverá entonces a ser Córdoba. FRANCISCO J. POYATO CIEN DÍAS DE SOLEDAD En cien mañanas transcurridas desde el día de los discursos insólitos la crueldad del espejo desnudó la trampa y el cartón L os discursos de investidura se inventaron para contar, en verdad, lo que nunca se hará. A modo de greguería. Es un ejercicio deseable echar la lectura a la corta memoria de los días y bucear en la sopa de palabras vanas que alimenta en esos instantes los protocolos, las euforias y las amargas victorias o dulces derrotas. Engrudo indigesto a la postre cuando una detrás de otra esas palabras deconstruyen lo que el maestro García Márquez acuñó como lo real maravilloso Su primigenia intención sobre el blanco infinito del papel. Y no es que Córdoba sea Macondo, pero apunta ya maneras, imbuido desde aquel día de los discursos insólitos por una especie de subjetividad fantasiosa que poco o nada tiene que ver con la verdadera realidad. Por aquellos días, incluso, llegó a escucharse cómo las sensaciones podían constituirse también en derechos. El sentido y la sensibilidad. El interés general. La cabeza y el corazón. La esperanza. La cercanía y la transparencia. Ayuntamiento de cristal- -tintado, por lo que se ve El diálogo y el consenso. La antípoda del revanchismo y el partidismo... Suena la lira. Realismo mágico, pues. No era Macondo, sino Córdoba. Día de San Antonio, para más señas, el santo al que los jóvenes frecuentaban para obrar el milagro del noviazgo. Cuando aquél a quien el juego de las mayorías y las urnas le otorgan la responsabilidad de gobernar y representar a sus vecinos, tiene ante sí la honorable tarea de expresarle con pompa y boato a UASI como el mal estribillo de una mala letra de sevillana- -aunque las hay peores y son consideradas buenas- -que sonara en el Aljarafe en la voz de un espontáneo, que los hay a cientos: Verás qué guapa te deja, haz la dieta que yo hago: de Chicago a Castilleja, de Castilleja a Chicago. No sé si guapa, pero con esa dieta- -con esas dietas- -que pretendía la ciudadana Carmen, se le pasa a uno la vida volando. Serían plenos aéreos, o aeroplenos. Nos iba a costar la concejal más que cuestan las hermosas fiestas de Castilleja cuando La Vuelta se convierte en un carrusel de vítores y alegrías donde el rojo y el azul danzan, que si chorreones, que si chinos, cuando la Resurrección es un delirio cuyo canto se eleva a los cielos donde llevaba el tono imposible la garganta de Diego de los Reyes. Vaya con las dietas. Alguien saldrá a jugar con las palabras, y no tardaremos en oír o en leer cómo se llama la serie más famosa que ha estado a punto de estrenarse entre Castilleja de la Cuesta y Chicago. ¿Cae o no cae? Síiii... así: Sin dietas no hay paraíso Vaya el plan de algunos, para servirle al pueblo. Cuesta más el collar que el perro. Más pueden dos dietas que dos carretas. Una vez, en aquel tiempo, cuando en los Ayuntamientos no se ajustaban cuentas con tantos ojos encima como ahora, un concejal iba el día del Corpus al convite del Ayuntamiento y podía salir de allí con un cartucho de gambas en un bolsillo de la chaqueta y dos o tres botellines en el otro, y si alguien le observaba el bigote de una gamba que asomara, le decía: Pa eso soy concejal... Es lo que dice mi vecino, que la honradez en política siempre o casi siempre sale a echarse un pulso cuando no media un cargo, que en cuanto media un cargo, la honradez no es tan valiente, es menos bravucona y ya no tira tanta tierra por alto. Ay, el asuntillo de las dietas. Tenga cuidado, que se le ven las dietas... ¿Quién me habrá quitao la manta, que anoche dormí en el suelo... Cantaban los Hermanos Reyes. Se ve que la concejal de Ciudadanos no quería dormir en el suelo, y se puso a pedir dietas como si fuera el presidente de los Estados Unidos... Menos mal que ha salido Albert, al ver... el plan de su concejal. Y en el pueblo, claro, enfadados. No es para menos. Como cantaba Diego, aunque por otra razón, En la Calle Real suenan campanas... En la Calle Real y en la Plaza, en la Venta Chiquitín, en la Venta de Guía y en el palacio donde murió Hernán Cortés. De Castilleja a Chicago, de Chicago a Castilleja, que nadie me dé una queja, porque voy a ver Chi- cago a ver Chicago en bandeja. antoniogbarbeito gmail. com

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