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ABC CORDOBA 03-09-2015 página 72
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72 DEPORTES JUEVES, 3 DE SEPTIEMBRE DE 2015 abc. es deportes ABC Landa gana a lo grande Pese a que su director le ordenó parar, culmina una etapa antológica en Andorra, que coloca a Aru como líder y hunde a Froome y Quintana J. GÓMEZ PEÑA CORTALS D ENCAMP O tra vez la misma orden. ¡Para, Mikel, para. Espera a Aru! La misma frase que le frenó en mayo en el Giro, cuando había dejado atrás a Contador, cuando iba a por la victoria de Sestrieres, cuando acariciaba ser segundo del Giro. Esa tarde paró. Obedeció. Lo perdió todo. Y, ya en la meta, lloró en silencio. Se tragó la rabia y calló. Ayer se repitió la escena. Iba en fuga. El primero. La etapa ya era suya. Y volvió a recibir la misma sentencia. ¡Para, Mikel, para. Espera a Aru! La misma voz, la de Martinelli, mánager del Astana. Pero esta vez no. No he hecho caso Que diga lo que quiera. No era justo Landa, atado, condenado en el Giro por su propio equipo, se liberó ayer en Andorra, en la etapa más bestia, en la de los seis puertos sin tregua. Rompió las cadenas de su cárcel. Voló libre al fin. Se arrancó el pinganillo. Mejor no oír nada. Se soltó esa soga del cuello. Y ganó en Portals d Encamp, la cima que puso a su compañero Aru como nuevo líder y la que hundió al podio del Tour: Valverde, tocado en el hombro, cedió tres minutos; Quintana, con fiebre y diarrea, se dejó cuatro, y Froome, con la rodilla derecha machacada tras caerse al poco de arrancar el día, se hundió a casi nueve minutos. Landa no esperó a nadie. Y venció como le gustaba ver ganar de niño a sus ídolos, a Mayo, a Pantani, a los que él llama ciclistas especiales Ya es uno de ellos. He ganado a lo grande repetía con el puño cerrado. No se puede parar el talento. Siempre levanta la tapa aunque le ordenen cerrarla. Del carácter de Landa no quedan dudas. En el Giro, Contador, campeón todopoderoso, detectó enseguida que el alavés era su rival. Intentó acobardarle. En la etapa de Madonna di Campiglio, le achuchó, le dijo que ni se le ocurriera atacarle. La respuesta de Landa fue inmediata. Una mueca y arrancó. Le machacó. El resto del Giro lo pasó al servicio de Aru, encarcelado. Cumplió. No alzó la voz. Renunció, tal como le exigieron. Y, ya en casa, decidió no renovar por el Astana. Quería ser libre. Cielo abierto. Sky, en inglés. Ahí peda- La etapa más dura de la historia Cuando a Purito Rodríguez (Katusha) le dieron vía libre para diseñar esta etapa en Andorra, el ciclista español lo tuvo claro. Tenía que ser una jornada dura y corta resumía ayer el catalán, que sufrió como el resto en los seis puertos de montaña que atravesó el pelotón en apenas 138 kilómetros. Hubo cuatro altos de primera categoría, uno de segunda y la llegada en un puerto de categoría especial, a más de 2.000 metros de altitud, donde los pulmones comienzan a tener dificultades para encontrar el oxígeno. La montaña rusa en la que se embarcaron los ciclistas les llevó a recorrer un total de 55 kilómetros cuesta arriba, con un desnivel acumulado de 5.230 metros y rampas superiores al 10 Un vaivén que enterró en la general a más de uno y que confirmó lo que muchos anunciaban antes de tomar la salida: Será la etapa más dura de la historia leará en 2016. A la Vuelta vino dubitativo. El calor andaluz le abrasó los pulmones. En la Cumbre del Sol naufragó. Ahogado. Quemado. El martes, jornada de descanso, se sentó frente al espejo. Hizo un barrido y decidió empezar de nuevo. Cuanto antes. Ayer. Etapa brutal La de Andorra era una etapa para la memoria. Bruta. En la salida, Landa aún escuchaba a Martinelli. El técnico le mandó meterse en la fuga inicial. Todos sabían que iba a formarse en la primera cuesta, el tremendo Beixalis. El Movistar envió allí a Erviti y Moreno; el Katusha, a Losada, y el Sky a Boswell. Peones para sus líderes. El Astana colocó a Landa, siempre al servicio de Aru. Justo ahí cambió el guión de esta Vuelta. Un borrón. Rojo. Froome se pegó contra la esquina roma de un quitamiedos. Se dañó la rodilla izquierda y el hombro. Sangre sobre las letras blancas del Sky. A la meta llegó cojo, con cara de torturado. Se sentó con los codos en los muslos, humillando los ojos hacia al suelo. La derrota era el ruido de fondo en su cerebro. No habrá doblete. Contador tenía razón: por ahora es imposible El peso del Tour es insoportable en la Vuelta. Eliminado Froome, el Astana soltó señales de humo: se puso a tirar. El mensaje llegó alto y claro: Aru, mucho más fresco que los del Tour, quiere la Vuelta. De todo eso se iba enterando Landa

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