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ABC CORDOBA 31-08-2015 página 34
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34 ANDALUCÍA LUNES, 31 DE AGOSTO DE 2015 abc. es andalucia ABC Los 75 primeros días del alcalde podemita de Cádiz han estado marcados por las ocurrencias y las rectificaciones Kichismo a trompicones A. R. VEGA SEVILLA ciudad. En el caso de Carranza, argumentaba que fue alcalde después del golpe de estado y mando militar de los sublevados durante la guerra Kichi reconocido seguidor cadista, se lo pensó mejor después y aseguró que el cambio del nomenclátor no era urgente. Jurados ciudadanos Es el último invento salido de la factoría del kichismo la creación de jurados ciudadanos ante la clase política deberán examinarse. Estos comités populares podría pronunciarse, en dictámenes no vinculantes, sobre cuestiones de ámbito municipal como el reparto de los presupuestos mediante el método asambleario (una fórmula implantada en ayuntamientos por Izquierda Unida) o el pago de la deuda municipal con los bancos, que ronda los 275 millones de euros. También se propone dar cuenta a través de un portal de transparencia de los datos que vaya arrojando una auditoría encargada sobre la gestión municipal. L o primero que hizo José María González Santos, más conocido como Kichi nada más coger el bastón de la Alcaldía de Cádiz fue quitar el retrato del rey Juan Carlos que había presidido el despacho de la popular Teófila Martínez durante dos décadas. En su lugar, el nuevo regidor, aupado al poder gracias a un acuerdo de investidura con el PSOE, colocó un cuadro de Fermín Salvochea, un anarquista que llegó a ser alcalde gaditano en la Primera República y que se ganó el apodo del Santo de la Anarquía por defender la estrategia antisistema. Desde entonces, el kichismo se ha conducido en la gestión diaria a trompicones. Bloqueado por su propia impericia para negociar o el desconocimiento del reglamento municipal (en el último pleno ordinario hizo a los ediles levantar la mano para intervenir) y noqueado por una oposición que no le pasa una. Los eslóganes y las ocurrencias han desplazado a las realidades tangibles. La penúltima ha sido la creación de jurados ciudadanos para examinar las gestiones municipales. Cuando ya ha agotado 75 de los 100 días de gracia, ABC repasa lo que ha dado de sí la nueva política del líder de Por Cádiz sí se puede: el equipo de gobierno ofreció en un mes tres propuestas distintas, a cual más contradictoria. Primero, el concejal Adrián Martínez se descolgó planteando que utilizar todo el litoral de la capital para recuperar el sentido orginal y familiar de la fiesta, que con los años había derivado en un macrobotellón. Del todo pasó a la nada. El delegado de Medio Ambiente, Manuel González Bauza, propone luego suprimir la fiesta para el próximo año. Para acallar las críticas, Kichi da marcha atrás y amplía el espacio dedicado a las barbacoas sólo 200 metros, prácticamente el espacio acotado por el PP. Pero el uso de la playa no es una cuestión ni mucho menos resuelta. Recientemente, el Consistorio determinó prohibir los conciertos en la playa. Hasta nueva orden. tradicionales del fútbol español, el Ramón de Carranza, de propiedad municipal, no por una cuestión de revanchismo, según aseguró, sino para cumplir con la Ley de Memoria Histórica. Como otros gobiernos podemitas, abrió un debate sobre los posibles cambios en el callejero de la Piquete antidesahucios José María González, Kichi en su investidura Ser alcalde de todos significa también mediar en un desahucio afirmó sin vacilar González cuando sólo llevaba nueve días ocupando el despacho de la Alcaldía, una estancia que, según confesó, era más grande que su casa. Poco tardó en chocar de bruces contra el muro de la realidad. Kichi se presentó en la calle Benjumeda de Cádiz para evitar el desahucio de un matrimonio. Pero ni la presencia de la primera autoridad de la ciudad ni la efectista puesta en escena de sus cuatro concejales formando una cadena de resistencia a las puertas del edificio impidieron que el lanzamiento se consumara. No sólo la familia que vivía de alquiler fue expulsada del inmueble. Sus ediles terminaron siendo desalojados por la Policía. Protestar siempre es más fácil que gobernar. Barbacoas de quita y pon Para un mismo asunto, la celebración de las tradicionales barbacoas en la playa con motivo del Trofeo Carranza, Carranza y memoria histórica El equipo de gobierno propuso en julio cambiar de nombre de uno de los estadios más IGNACIO MORENO BUSTAMANTE CÁDIZ MERECE MÁS RESPETO Les falta la humildad necesaria para reconocer que no están preparados para sentarse ahí que utilizaron su derecho como castigo. O como una suerte de absurda venganza por no se sabe muy bien qué. A todos. Vergüenza, bochorno, tristeza, impotencia... cualquiera de estos calificativos sirve para describir los sentimientos de quien decidió tragarse el Pleno y comprobar de primera mano, sin filtros ni intermediarios, el nivel de nuestros dirigentes políticos. Especialmente de los miembros del equipo de Gobierno. Ninguno de ellos posee el más mínimo conocimiento de lo que se trae entre manos. La formación académica o laboral previa es prácticamente inexistente en muchos casos y lo que debería ser el principal órgano de toma D efinitivamente, el pasado viernes los gaditanos tocamos fondo. Políticamente hablando, superamos los límites de nuestra propia incompetencia. Y para más inri, lo retransmitimos en directo para todo aquel que quisiera verlo. Porque en ese Salón de Plenos del Ayuntamiento estábamos todos. Nos guste o no, allí nos representaban a todos. A los que votaron. A los que no. A los que lo hicieron en conciencia. A los de decisiones en la ciudad se convirtió- lo convirtieron- en un esperpento. Durante las últimas décadas, ese salón se ha convertido en el corazón de la política gaditana. Allí se han tomado decisiones que han influido directísimamente en la vida diaria de los más de cien mil vecinos de Cádiz. Unas veces para bien. Otras no tanto. En ocasiones tras un intenso debate, otras con la legítima potestad de quien ostentaba la mayoría de los votos. Sólo por eso, por esa memoria histórica quienes ahora ocupan la bancada a la izquierda del alcalde- y él el primero- deberían mostrar un mayor respeto por el cargo que ostentan. A los miembros del equipo de gobierno, así como a algún otro de la oposición, les falta la humildad necesaria para reconocer que no están preparados para sentarse ahí. A cualquier joven que hoy día busque trabajo se le exigen mil y un títulos, experiencia, idiomas... para un puesto de perfil bajo y más bajo salario. Ellos, que dirigen toda una capital de España, lo hacen cuando apenas sí saben expresarse correctamente, pese a lo cual no tienen pudor en hacer afirmaciones carentes del más mínimo rigor, que en no pocas ocasiones han tenido que ser rectificadas desde su propio partido pese al poco tiempo que llevan gobernando. Podemos es lo que tenemos. Así lo decidimos en mayo y así lo permitió la posterior alianza sellada con el PSOE. Así debe ser. Pero a los máximos dirigentes de este partido- en este caso cabe suponer que a su asambleacorresponde la decisión de determinar si entre sus miembros no hay personas más cualificadas que las actuales, empezando por el propio alcalde. Cádiz merece más que estos iletrados. Cádiz merece más respeto. Ignacio Moreno Bustamante es director de LA VOZ de Cádiz

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