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ABC CORDOBA 25-08-2015 página 15
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ABC CORDOBA 25-08-2015 página 15

  • EdiciónABC, CORDOBA
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ABC MARTES, 25 DE AGOSTO DE 2015 abc. es opinion OPINIÓN 15 VIC DESDE MI RINCÓN JOSÉ LUQUE VELASCO EL IBI Y EL IMPERIO DE LA LEY Hablemos de la pomposa declaración de guerra que el Ayuntamiento declara a las viviendas vacías C PASAR EL RATO JOSÉ JAVIER AMORÓS EL GRACIOSO La tragedia de Piqué es que se trata de un buen un futbolista empeñado en resultar simpático A uno le gustaría tener- -quizá dentro de cien años, cuando seamos jóvenes- -la facultad que adquirió Julio Camba, gran maestro del columnismo español del siglo pasado, de convertir en artículo de periódico cualquier cosa, por absurda y banal que parezca: un pollo asado, un paraguas, una máquina de afeitar, un brasero... O el futbolista Piqué, del independentista fútbol club Barcelona. Probemos con Piqué, aunque tiene su riesgo. Porque no es cierto que por probar, nada se pierde. Por probar se puede perder todo, desde la virginidad hasta el estilo. Probemos, de todos modos, ya que ninguna de esas dos pérdidas supone hoy una gran pérdida. Piqué es un patán que juega muy bien al fútbol. O bastante bien. O bien. Pero cobra como si el fútbol lo hubiera inventado él. Dando por supuesta esa habilidad, en apenas dos años ha pasado también a la historia del pensamiento por los siguientes motivos: a) Tratar con desprecio y jactancia a los policías municipales que le multaron por aparcamiento indebido en el Puerto Olímpico de Barcelona. Un juez le condenó por ello. b) Hacer comentarios irrespetuosos y chabacanos sobre el Real Madrid y sus seguidores. C) Gritarle al árbitro asistente en la reciente final de la Supercopa contra el Atlético de Bilbao: Me cago en tu puta madre que es una expresión que no mejora si se dice en voz baja. Ni el menos refinado de los chimpancés, con quienes los humanos compartimos el noventa por ciento de la secuencia básica del ADN, recurriría a semejante torpeza para manifestar sus discrepancias. Cuatro partidos sin jugar. Decía otro gran escritor en periódicos, Cándido (Carlos Luis Álvarez) que la falta de inteligencia es también inmoral. El joven deportista no tiene suficiente formación para callarse, y suple su ignorancia gritando o buscando una risa cómplice para sus necedades. La tragedia de Piqué es que se trata de un buen futbolista empeñado en resultar gracioso. Y cuando se busca ansiosamente la gracia que no se tiene, lo que uno encuentra en su lugar es la estupidez. Piqué no puede tener gracia porque se esfuerza en tenerla. Y la gracia nace de una disposición interior, de un estado del alma que está reñido con la fuerza de voluntad. Se trae puesta, podríamos decir. La cultura, el conocimiento la perfeccionan, le dan ligereza, pero no la crean. O se tiene o no se tiene. Y Piqué no la tiene. Tampoco la tiene Artur Mas, y sin embargo, se mueve. La gracia es el ingenio de lo cotidiano, y huye de la obcecación y la falta de piedad. Hay pueblos, como el andaluz, dotados genéticamente para la gracia alada; y hay pueblos, como el catalán, con muchas y muy sólidas y muy brillantes cualidades, y con méritos para abrumar, que han recibido más ahorrativamente el don de la gracia. Esa gracia de la vida diaria se conoce también como chispa, un relámpago breve que surge sin proponérselo, casi sin pensar, y pone uno o dos minutos de calor en los corazones, ateridos por el frío de la hipoteca. Es chispa, no un incendio de carcajadas en los estadios. Un tonto corriente, variedad en la que uno se reconoce desde la adolescencia, hace menos daño a la sociedad que un tonto importante. Piqué no es un ejemplo para la juventud deseosa de triunfar, sino una advertencia. Ser es no ser como él. ada día acumulamos más razones para estar hartos de escuchar soy demócrata en boca de quienes se saltan a la torera las leyes que estorban a sus ambiciones o caprichos. Sin Estado de derecho no hay democracia. Y eso implica, guste o no guste, el imperio de la ley entendido este como la primacía de la ley sobre cualquier otro principio gubernativo y de manera especial contra la tiranía y la arbitrariedad del poder político. Quienes se saltan las normas democráticamente establecidas, no son demócratas. Dicho esto, hablemos del IBI y de la pomposa declaración de guerra que el Ayuntamiento de Córdoba declara a las viviendas vacías. En carta al director, Gabriel Muñoz Cascos da oportuna puntada a la decisión de establecer un recargo del 50 para las referidas viviendas, recordando que, por agravio comparativo, esa medida puede romper el principio de igualdad ante la ley. Pero hay otros aspectos que conviene aclarar. Afirma la señora Doblas, responsable de Hacienda del Ayuntamiento de Córdoba, que las viviendas vacías no cumplen con la función establecida en la Constitución. Estoy seguro de que esta concejala conoce la sentencia del Tribunal Constitucional, al recurso interpuesto contra la normativa andaluza sobre la Función Social de la Vivienda En dicha sentencia se afirma que expropiar temporalmente viviendas para atender a familias en riesgo de exclusión social, contradice la normativa estatal e invade la competencia del Estado para planificar la economía del país. El Tribunal anula igualmente el régimen sancionador establecido para quienes no arrienden viviendas vacías. Lo hace por una cuestión formal, ya que, afirma, esto debería regularse por ley y no por decreto ley. En otro momento, el ayuntamiento anuncia que será Vimcorsa (empresa municipal) la que hará un censo de dichas viviendas ante la ausencia de un archivo autonómico. A esto, como ya ha informado este mismo diario, han respondido los Tribunales Superiores de Justicia de Asturias, Galicia y Cataluña entre otros, rechazando recargo alguno a viviendas vacías, porque el Ayuntamiento (menos aún Vimcorsa) no tiene competencias para definir ni regular cuando una vivienda residencial está desocupada. Competencia que corresponde al Estado a través del reglamento de la Ley de Haciendas Locales. Por estas y otras muchas razones, la responsable del equipo de gobierno, señora Ambrosio, debería retirar semejante propuesta del horizonte inversor de nuestra ciudad. Francisco de Quevedo decía acertadamente que donde hay poca justicia es un peligro tener razón Razones he expuesto para pedir lo que creo es justo. Confío en que la prepotencia y el por narices den paso a la razón y a la justicia en esta maravillosa ciudad de Córdoba.

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