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ABC CORDOBA 19-08-2015 página 15
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ABC CORDOBA 19-08-2015 página 15

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ABC MIÉRCOLES, 19 DE AGOSTO DE 2015 abc. es opinion OPINIÓN 15 VIC LA TRIBU ANTONIO GARCÍA BARBEITO TU RECUERDO Casi ochenta años desde el agosto de ultrajes y sangre y suenas aquí y en todo, vivo, eterno, tan rico, naturaleza mágica, Federico García S DESDE SIMBLIA JOSÉ CALVO POYATO LINCES El entusiasmo de quienes trabajan por el felino contrasta con el despilfarro y la desidia de la Administración T IENE razón el responsable del programa para la conservación y recuperación del lince ibérico cuando afirma que se trata de una especie única en el mundo y que es necesario protegerlo para que no se extinga. También tiene razón al decir que llama la atención la belleza de este felino, con pinceles en la punta de la orejas, y nadie desea que se extinga, salvo algún desalmado al que ni le interesa la naturaleza ni la conservación de las especies Sin embargo, algunas decisiones políticas y de carácter administrativo, relativas a la forma en cómo se lleva a cabo ese programa, parece que apuntan en otra dirección. En la provincia de Córdoba tenemos un ejemplo donde el derroche y la falta de planificación son evidentes. Hace años, exactamente siete, la Junta de Andalucía compró a un excalde de la localidad de Villafranca, perteneciente al partido socialista, una parcela de 165.000 metros cuadrados, que los vecinos del pueblo conocen como La Isla -se trata de un islote en la ribera del Guadalquivir- Por dicha parcela pagó 400.000 euros. Estaba destinada a poner en marcha un centro para la cría en cautividad del lince. La Junta se decidió por La Isla rechazando la oferta de otra parcela, llamada Los Almendrillos en el pago de La Sierrezuela, lindante con una zona forestal propiedad de la Junta. Desconocemos las razones para esa decisión, pero resulta que La Isla es una zona inundable como consecuencia de las crecidas del Guadalquivir. Esa es una mala cosa. Pero peor aún es que tras el desembolso de los 400.000 euros hayan transcurrido siete años sin que se lleve a cabo ninguna actuación para poner en funcionamiento dicha instalación. En resumidas cuentas en La Isla ni hay centro de cría, ni hay linces, ni se llevan a cabo programas de reproducción. Lo que al día de hoy hay en La Isla -las secuelas de la crisis- -son villafranqueños cultivando hortalizas con el permiso de las autoridades. Hace año y medio, la entonces consejera de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio de la Junta de Andalucía, María Jesús Serrano, señaló que la prioridad de la Junta eran las personas y no las infraestructuras. Sabias palabras las que dan prioridad a las personas. Pero la Junta podría explicar entonces porque en quince años se han invertido en el programa para proteger al lince ibérico una suma que alcanza los 70 millones de euros. Con esos millones se ha conseguido que su población, según estimaciones, se haya triplicado. Eso supone que la población de linces ibéricos, que mayoritariamente se encuentra en Andalucía, haya pasado de un centenar a algo más de trescientos, lo que no la pone a salvo del peligro de extinción. Si hacemos la cuenta de lo que ha costado cada lince es una millonada. Si lo calculamos la cifra en pesetas, que es donde a veces las cifras cobran su verdadera dimensión, cada uno de esos hermosos animales ha salido por un cincuenta millones. Es decir que los dos atropellos que en las últimas semanas se han producido en carreteras cordobesas han salido por un pico grande. Algo que sólo se explica con el despilfarro y la desidia de la administración, que contrastan con el entusiasmo de quienes, más allá de extrañas decisiones e incomprensibles actitudes que nos cuestan un dineral, luchan porque un animal tan hermoso como el lince ibérico siga siendo un representante de nuestra fauna. UENAS en todas las cosas, y si son las cosas que se iban contigo a tu canto excelso, a tu visión mágica, mucho más. Suenas en todas las cosas, tiemblas en todas las criaturas, vuelas en todas las alas, azuleas en todos los cielos, blanqueas en todas las nubes, te haces líquido en todas las aguas de río, de arroyos, de estanque... Hueles en todos los aires embriagados del aroma del campo. Si dejo abierto el balcón del día, entra tu viento con los brazos llenos de frutos y de flores, de ciruelas maduras, de dalias y de hortensias. Suenas en todas las cosas, vives en todas las cosas. Como si todo lo hubieses nombrado tú con tus propios nombres, resucitas en todas las cosas hermosas, en toda la belleza, en la música sin instrumentos. Estás en todo. Casi ochenta años ya desde aquel agosto de ultrajes y de sangre, de inocencia indefensa, de barbarie sin límite, de canallada perfectamente pensada, cálculo de la maldad que todo lo miraba al través del cañón de las escopetas. Casi ochenta años... Nadie recuerda ya el nombre de tus matadores, pero en los aires de todo el mundo sigue sonando el tuyo con la fuerza de un viento polígloto y cantor. Casi ochenta años... Creerían que te mataron, y sólo estaban cavando su tumba de miserables, labrando su anónima vileza, aventando su cobarde cornada. Todos han muerto, menos tú. Murió el que fue a buscarte, murieron quienes te encerraron, quienes sin interrogarte te metieron en la carne una respuesta de plomo; murió el que se quedó moviendo un amargo café de madrugada que te obligó a beber; murieron quienes te llevaron allá arriba, quienes te insultaron, te golpearon, te mataron... Todos, y sigues vivo tú, mírate aquí, en todas partes, ahora, cuando tu asesinato cumple años y los cumple también tu vida, porque eres inmortal. Suenas en todas las cosas. Oigo cómo suenan los ríos y oigo tu voz; oigo cómo suenan los chopos en la ribera y oigo cómo dicen tu nombre. Te he visto pasar volando, alado arcoíris, en los abejarucos, y te he visto en el más alto planeo, en el de las águilas que tutean a las cumbres y no saben del vértigo. Toco tu carne inmortal en la maciza montaña; te siento jugar en las grutas del agua, en los prados infantiles... Suenas en todas las cosas; en la flor más pequeña, en el azul más alto, en el agua serena del río aprendiz, y en el chorro imponente, metáfora y escorzo, que sale de la panza de la piedra indomable. Te rodearon de muerte y eres la única vida que quedó de aquel cerco de muerte. ¿Cumples muerte? No, cumples vida. Suenas aquí y en todo, vivo, eterno, tan rico, naturaleza mágica, Federico García. antoniogbarbeito gmail. com

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