ABC CORDOBA 09-08-2015 página 77
- EdiciónABC, CORDOBA
- Página77
- Fecha de publicación09/08/2015
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ABC DOMINGO, 9 DE AGOSTO DE 2015 abc. es estilo CULTURA DANZA ABCdelVERANO 77 Israel Galván, jugando, siendo niño en la nave sevillana donde tiene su estudio y puede pasarse horas sin fin CORINA ARRANZ me recuerda un poco lo que hace Messi, que a veces hace cosas con las piernas como si las piernas pensaran por sí mismas, y fueran más rápidas que la cabeza. -Es lo que dicen: que ha visto la jugada antes. Porque yo creo que Messi es bueno porque sin tener el físico de Cristiano Ronaldo la mente sí que le va rápida. -Igual es que tiene parte del cerebro en el pie. -Yo creo que ve la jugada antes de que ocurra. Se le nota en los ojos. Él tiene una mirada y una mente que sabe, ve las cosas antes, y cuando llegan los defensas ya es tarde. ¿Y a usted no le pasa un poco eso? -No, yo no soy un genio ni ná. Se ríe Lo que yo hago es que aunque la coreografía está montada a la vez sé que viene el paso ese, pero me da tiempo a decir: mira qué paso me ha salido. -Hay un psiquiatra francés muy famoso, Jaques Lacan, que decía que el nombre es el destino. ¿Por qué le pusieron Israel y en qué medida su nombre ha condicionado su vida y su arte? -Mis padres me pusieron Israel por- que leían la Biblia y eso, porque también cuando nací era un nombre de moda. Yo conozco a muchos Israeles de mi generación, y la verdad es que en mi vida, de niño, me decía: ¿por qué no me llamo yo Jorge? Tiene peso. Es el nombre de una religión, de un país, es como un sello que no se te olvide, que Dios está ahí, el pueblo, la tradición. Me gustó mucho una gira que hice por los países árabes que me cambiaron el nombre porque me dijero: aquí no te puedes llamar Israel. -No me diga, ¿en serio? ¿Y cómo le llamaron? -Galván de los Reyes, que son mis apellidos. Y a mí me gustó mucho Si lo hubiera sabido me hubiera gustado ponerme ese nombre artístico. -Es bonito, muy flamenco. -Lo veo como pretencioso. -Es faraónico. -Pero bueno, yo busqué el significado de Isarel en el diccionario, y es el que lucha con Dios, ¿no? Aparte tampoco es un nombre flamenco. ¿Es testigo de Jehová, como sus padres? -No, nunca he sido. He leído mucho, lo respeto, respeto todas las religiones mientras no hagan daño a la gente, pero no sé. También el cuerpo, antes de pensarlo, me dijo que no. Para serlo tienes que bautizarte, y mis padres me decían: A ver cuándo te bautizas Y era como que el cuerpo no quería. No era que yo dijera: no me bautizo por esto, esto y esto ¡Qué va! No, no, no, y el cuerpo iba también por ahí. -Pero ¿cree en algún dios? -Pues ahora mismo no. La verdad es que desde hace tiempo me da un poco de pena. Cuando dejé de creer en Dios, me dije: ¡Hostiá, ahora me muero! Primero me sentí liberado, no me castiga. Pero a la vez pensaba, ahora me muero. Claro. Tiene una cosa buena y una cosa mala. Pero ahora mismo no... ¿No hay ningún peso? -No hay ningún peso y la verdad es que cuando me vienen las cosas esas no pienso, y por eso lo que me viene muy bien es bailar. Ahí no me acuerdo yo de nada, de esto de que me voy a morir. ¿Usted es medio payo y medio gi- tano? -Sí, mi padre no, mi madre sí. ¿Ser fiel al flamenco es como ser fiel al jazz, siendo fiel a uno mismo y libre hasta las últimas consecuencias? -No sé. ¿Cómo hace usted? Porque a veces le acusan. Como si el flamenco fuera un corsé, y el eterno debate de si es o no es, el discurso de los puristas... El más flamenco es el más libre porque partiendo del flamenco lo lleva, como hace el jazz, adonde quiere... -Carmen Amaya, que es el símbolo de pureza, y Farruco, para mí fueron los más impuros. Porque rompieron con lo que había. Nadie había bailado antes como Farruco. Farruco vio, me imagino, algo, alguien, y él mismo sacó algo, una fuente. Ahora todo el mundo bebe de ese fuente. Pero la fuente pura es él. Pero él para ser esa fuente no podía bailar como los de antes, no podía ser una copia. Quería romper, y rajó. Y Carmen Amaya. Lo bueno que tiene el flamenco es que no es puro. Por ejemplo, Camarón. ¡Cuántas veces se le ha criticado! O Paco de Lucía... Y también hay un poco de molestia. A alguna gente le molesta cuando una persona hace lo que le da la gana. En general, en la vida, hay gente que dice: Mira ese como hace lo que le da la gana Y se molesta. Pero no hace daño a nadie. -Pero es que cuando uno es libre deja en evidencia a los que no lo son. -Un poco de eso hay. ¿Se siente bien en el binomio bailarín bailaor? -Yo la verdad que me gusta no ponerme nada, me gusta que no me clasifiquen. Es una necesidad mía, buscar la libertad, mía, para ser feliz bailando. Y yo sé que la única manera de seguir bailando es bailar feliz, aunque muchas veces se sufra. ¿Le da miedo la muerte? -La verdad es que como he vivido con un pensamiento que nunca me imaginé que iba a vivir con 42 años. No sé por qué. ¿Creía que iba a acabar antes? -Sí. ¿Por qué? -Por tema religioso, y por temas de otro tipo. Nunca me imaginé yo casado, con hijos, siguiendo mi vida de otra manera. La verdad es que estoy en un momento ahora que casi si me muero creo que he vivido. Seguro que me ha faltado mucho. Lo que yo pienso, aunque me han quedado muchas cosas por vivir, incluso con el baile, que te quita mucho, pero te da vida. Pero ahora mismo todo lo que venga es como un regalo. ¿Qué es el silencio para usted? -El silencio es, por decir una frase bonita, como el génesis de lo nuevo. ¿Quién es Israel Galván? Se lo piensa Bueno pues ahora mismo el que está hablando ahora aquí. No sé. El tiempo es un extra y ahora mismo soy una persona que baila. Una persona que baila. Creo que con mi baile me ayudo yo y ayudo a la gente, ¿no? ayudo a mi familia, y la verdad que no sé. Simplemente eso. Se ríe